125 años de la inauguración de la luz eléctrica en Santa Cruz de Tenerife

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 9 de octubre de 2022).
 
 
 
          La falta de alumbrado público en Santa Cruz de Tenerife en 1893 daría lugar a que el Ayuntamiento creara una comisión municipal que se encargara de su instalación, pues ya existía en la mayoría de capitales de provincia, e incluso lo tenía Santa Cruz de La Palma.
 
          La subasta pública para la concesión del alumbrado público eléctrico se celebraría el 29 de febrero de 1896, siendo adjudicada al empresario Juan Martí Balcells por 30.000 pesetas anuales y un plazo de ejecución de 12 meses. 
 
          La Compañía Eléctrica e Industrial de Tenerife se constituiría en Sociedad cuatro meses más tarde, el 20 de junio de 1896, nombrando como director técnico al comandante de Ingenieros Julio Cervera y Baviera. 
 
          Dicha Sociedad mandaría construir el edificio donde se ubicarían la estación central y las oficinas, encargando la obra al arquitecto Antonio Pintor. El solar elegido se encontraba en la plaza de la Carnicería, junto al Matadero (actualmente Edificio Mapfre).
 
          A principios de 1897, los periódicos locales comenzarían a publicar anuncios ofreciendo el suministro de electricidad a los futuros abonados. Como dato curioso, en el contrato se explicitaba que de marzo a octubre la corriente eléctrica funcionaría desde la puesta del Sol hasta la medianoche y desde noviembre a febrero hasta la una de la madrugada.  También advertía que las cuotas se pagarían mensualmente, según el número de lámparas instaladas en la vivienda. 
 
          Cuando aún faltaban seis meses para finalizar la red de alumbrado, el Ayuntamiento le pidió a la Compañía Eléctrica que las calles más céntricas se iluminaran los días 23, 24 y 25 de julio para celebrar los actos conmemorativos del Centenario de la victoria sobre la flota británica. El Casino aprovecharía esta efeméride para iluminar sus salones de baile utilizando 200 lámparas de 10 bujías (unidad para medir la intensidad de la luz eléctrica). 
 
          La inauguración del alumbrado público en Santa Cruz de Tenerife tendría lugar el 7 de noviembre de 1897. Las plazas de la Constitución (La Candelaria) y San Francisco, y las calles del Castillo, Barranquillo (Imeldo Serís) y la Marina se iluminaron con 34 arcos voltaicos con 1.000 bujías, mientras que la Alameda de la Libertad (Plaza del Príncipe) y las calles de San José, Sol, Cayo Blanco (Pí y Margall) y La Rosa con 350 lámparas de 16 bujías cada una.
 
          El día anterior, el alcalde Pedro Schwartz Matos publicaría el siguiente Bando: “Con motivo de inaugurarse mañana el servicio de alumbrado eléctrico en esta Capital, se hace saber al público que por la noche se permitirán que las parrandas recorran las calles y plazas de la población, desde el toque de oración (8 de la noche) hasta la una de la madrugada, siempre que guarden el orden y la compostura debida.”
 
          A la ceremonia de inauguración asistieron todas las autoridades civiles y militares, los accionistas de la Compañía y los representantes de Corporaciones, Sociedades y de la Prensa.  El Obispo de la Diócesis, Nicolás Rey Redondo, bendijo las instalaciones donde se encontraban las máquinas de vapor, dinamos, calderas, bombas de alimentación, cuadros de distribución, etc.
   
          La llegada de la luz eléctrica a Santa Cruz daría lugar a que la palmatoria, las velas, el quinqué y el petromax se guardaran en el desván de las casas, mientras que los hachones, mechas de aceite, faroles, reverberos y la belmontina que habían iluminados las calles pasaban a la historia. 
 
          La primera moción aprobada por la Corporación fue dotar de alumbrado eléctrico al Teatro Municipal (Guimerá) y a la Casa Consistorial, situada entonces en la plaza San Francisco. También aprobó ponerle el nombre de Julio Cervera a la plaza llamada de la Carnicería, como testimonio de agradecimiento al Ingeniero que había traído la luz a esta ciudad.
 
Fabrica de la Luz en la avenida Marítima 1931 Personalizado
 
Fábrica de la Luz en la Avenida Marítima (1931)
 
         
          La Compañía Eléctrica Industrial de Tenerife ampliaría sus instalaciones en 1910, comprándole al Ayuntamiento el solar que utilizaba como Matadero, el cual sería trasladado al barrio de Los Llanos, al edificio conocido como almacenes de Petróleo, de la compañía Elder. 
 
          En enero de 1919, cuando la Compañía Eléctrica anunció la suspensión del servicio por falta de carbón, debido a la Primera Guerra Mundial, la Cía. Transmediterránea le cedería todo el mineral que tenía guardado en sus almacenes, logrando de esta manera que no se suspendiera el suministro público.
 
          Como la citada crisis bélica daría lugar a que el Ayuntamiento no le pudiera pagar a la Compañía Eléctrica las 223.000 pesetas que le adeudaba, ésta tuvo que aumentar las tarifas a los ciudadanos en un 50%, desde el mes de septiembre de 1920 hasta agosto de 1921.
 
          En julio de 1933, la Compañía de Electricidad sería adquirida por la Unión Eléctrica de Canarias S.A. (UNELCO).
 
           Debido a que el suministro eléctrico no era suficiente para las necesidades de la población, a mediados de septiembre de 1962 llegó al puerto de Santa Cruz de Tenerife la central eléctrica flotante Nuestra Señora de La Luz, desde donde comenzaría a suministrar electricidad a gran parte de las ciudades y pueblos de la Isla, mientras en Las Caletillas (Candelaria) se levantaba una central térmica capaz de suministrar energía eléctrica a todo Tenerife, la cual sería inaugurada el 12 de mayo de 1973, por lo que los servicios del barco ya no eran necesarios.
 
          En 1989, la compañía ENDESA comenzaría el montaje de la central térmica de Granadilla, inaugurada el 24 de agosto de 1990.
 
  
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