Noticias antiguas de Canarias (y 47). La batalla de Santa Cruz de Tenerife (y 5)

Por Alastair F. Robertson  (Traducido del inglés por Emilio Abad Ripoll y publicado incompleto*en el Diario de Avisos el 7 de agosto de 2022).

 

NOTICIAS ANTIGUAS DE CANARIAS

(En el British Newspaper Archive)

 

 XLVII y último- La batalla de Santa Cruz de Tenerife (y 5)

Más críticas, recordando a los caídos y el regreso de Nelson a casa

 

A lo largo del siglo XVIII, de vez en cuando aparecían en la prensa británica noticias relacionadas con las Islas Canarias y otras zonas cercanas. Disponemos de una maravillosa fuente “on line”, el British Newspaper Archive (Archivo de prensa británica) (www.britishnewspaperarchive.co.uk) que proporciona una información fascinante sobre hechos que ocurrieron hace cientos de años y de la que hemos extraído las noticias recogidas en esta serie, iniciada el 5 de septiembre del pasado 2021, con eventos de 1720, y que termina hoy, poco después de las celebraciones del 225 aniversario de la Gesta del 25 de Julio.

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         En general, los periódicos publicados el 9 de septiembre recogían críticas contra la expedición y la subsiguiente información oficial, y parecía que el gobierno abriría una investigación. También se expresaba la simpatía por Nelson, mientras que en lo referente al comandante general Gutiérrez la admiración era unánime.

         El 9 de septiembre el Stafford Advertiser exageraba la entidad del adversario, cuando como, por ejemplo, decía que a la llegada de Nelson a Santa Cruz “encontró casi 8.000 soldados españoles”

         Pero también que “la sinceridad nos exige decir que la espléndida magnanimidad del comandante español brilló en el más alto grado.” “Una conducta como ésta es la que hace que el soldado sea admirado por los hombres civilizados y suaviza las duras penalidades que acompañan al flagelo de la guerra”

           Y a continuación seguía el relato del ataque recogido en el Diario de a bordo.

        

         En el Cambridge Intelligencer del 9 de septiembre se leía:

                  Londres

                    Mientras la Gazette es generalmente muy minuciosa en el relato de apresamientos de pequeños corsarios y bergantines, está siendo demasiado concisa en el de la desafortunada expedición a Tenerife, y los extractos de las cartas aparecen tan mutilados que difícilmente se pueden entender.

                     La Gazette tan solo nos informa de que se realizó un intento, que fracasó y que perdimos muchos valientes; pero nos deja absolutamente a oscuras por lo que respecta a la actuación de nuestras tropas. Si la carnecería se produjo en el desembarco o en la retirada, si se alcanzó una tregua entre los comandantes español y británico, o cuales fueron las circunstancias que llevaron al desgraciado resultado, no lo conocemos a través de fuentes oficiales. Cartas particulares, aunque difieran en algunos aspectos, parecen estar de acuerdo en los puntos principales.      

         (A continuación se publicaba un relato similar al de los demás periódicos, hasta llegar al párrafo final que figura a continuación)

                   Se dice que la guarnición militar de Santa Cruz, aún en tiempos de paz, llega a casi 1.000 hombres, unos 600 pertenecientes al Ejército regular y entre 200 y 300 artilleros, cantidad que se debe haber incrementado considerabl3mente con refuerzos llegados de España desde el comienzo de las hostilidades. (De hecho, Gutiérrez no había sido reforzado y tenía que confiar en gran manera en las milicias locales). La milicia isleña está formada por unos 5.000 hombres, encuadrados y disciplinados desde el momento en que España se unió a la alianza contra Francia. En consecuencia, era imposible que cualquier intentona contra la isla se viera favorecida con el éxito sin la cooperación de un importante contingente de fuerzas terrestres.

         También el 9 de septiembre de 1797 el Northampton Mercury y el Ipswich Journal informaban de la llegada del capitán Waller junto a un relato del ataque, finalizando de la siguiente manera:

                   La expedición contra Tenerife no se llevó a cabo, como erróneamente se ha asegurado, como consecuencia de órdenes superiores. Lord San Vicente, consciente de que su fuerza era más que suficiente para mantener el bloqueo de Cádiz, decidió, muy acertadamente, que parte de ella podía empeñarse en otras misiones. Solo hay que lamentar que la información referente a los efectivos españoles en Tenerife no hubiera sido más precisa.

Foto 47 - 1

Un navío de línea y una fragata de la escuadra de Nelson. Fotomontaje de Víctor Ezquerro. (Fondo: Tertulia Amigos del 25 de Julio)

        

         El Chester Chronicle del 8 de septiembre y el Dublin Evening Post del 9 repetían las informaciones del día 5, aunque los editoriales diferían ligeramente. El Dublín Evening Post era el más claro:

                   “Teníamos la esperanza de que la Gazette del sábado expusiera al público un detallado relato del ataque a la isla, y que se nos dieran al menos unas plausibles razones para llevar a cabo una empresa que, incluso desde el mercenario punto de vista con el que se consideran expediciones semejantes, parece, vistos los resultados, tan poco justificada. Sin embargo, en su lugar tan solo encontramos el frío y cuidadoso extracto de una carta de Lord San Vicente, que reproducimos fielmente de la Gazette. Todo lo que pueda parecer información se evita meticulosamente. La razón por la que se llevó a cabo la intentona contra una pacífica localidad - empezando por dónde se concibió el plan - de qué información se disponía - de qué forma se dirigió el ataque - o que gracias a la generosidad del enemigo pudo escapar nuestra gente, nada de ello aparece en la Gazette; y solo llegamos a conocer que mil hombres valientes fueron enviados a estrellar sus cabezas contra el Pico de Tenerife ¡de los que doscientos o trescientos fueron muertos o heridos en aquel desesperado intento! Si el corazón de la gente se ha degenerado tanto como para soportar un abuso de autoridad como el que supone el informe, solo podemos decir que Inglaterra, bajo los auspicios de Mr. Pitt, no es la Inglaterra que él encontró.” (1)

         Llegaba más información sobre el ataque a través de fuentes particulares que del gobierno, como demostraba el Gloucester Journal del 11 de septiembre:              

                   Un buen número de cartas particulares procedentes de varios barcos de la flota del almirante Nelson que participaron en la reciente y malhadada expedición contra Santa Cruz, algunas de las cuales son dirigidas a, o remitidas por, amigos de los caídos en acto de servicio, circulan de mano en mano por la ciudad.

                   De acuerdo con esas fuentes de información, se deduce que la expedición se decidió de repente, y por una causa que explica el escaso tiempo dedicado a su preparación, a diferencia de lo que sucede normalmente en acciones similares. Parece que al conde de San Vicente le habían llegado noticias de que los esperados galeones, sabedores de que Cádiz estaba bloqueado por la flota inglesa, habían puesto rumbo a Santa Cruz, donde se esperaba que se convertirían en un fácil botín. Lo que siguió probó que la inteligencia estaba basada en datos erróneos y sus consecuencias son demasiado bien conocidas.

                 Lamentamos conocer que el capitán Fremantle sigue muy grave en Portsmouth a consecuencia de la herida que recibió en Tenerife, y que este valiente oficial se encuentra tan débil, por esta causa y la anterior herida que sufrió al atacar las cañoneras en Cádiz, que es incapaz de levantarse del lecho.

                

         La mención al capitán Fremantle nos dirige a nuevas informaciones relativas a algunos otros oficiales que fueron muertos o heridos en el ataque. Las bajas de soldados rasos se recogen únicamente en cifras.

                 Kentish Weekly Post y Canterbury Journal del 12 de septiembre:

                 Lamentamos saber que el capitán Fremantle, que fue gravemente herido en Tenerife, continúa en muy grave estado en Portsmouth. La bala penetró por la parte superior de su brazo. Este valiente oficial había recibido otra seria herida en Cádiz, y ha sufrido tanto por esta doble desgracia que le ha sido imposible levantarse de la cama desde el asunto de Tenerife, del que hace ya más de seis semanas.

                 Norfolk Chronicle, 9 de septiembre:

                El teniente Basham, de la fragata Emerald, que perdió la vida en Tenerife, en acto de servicio a su país, era hijo de Mr. C. Basham, vecino de esta ciudad (Norwich)

                   Chester Chronicle, 15 de septiembre:

                   El valiente capitán Bowen, que cayó en la desafortunada expedición contra Tenerife, tuvo un presentimiento tan fuerte de lo que el destino le deparaba que, unas pocas horas antes del desembarco, hizo testamento y dijo al oficial al que se lo entregó: “Amigo mío, soy consciente de que no te volveré a ver: Dios te bendiga. Aquí van (dándole el documento) expresados mis últimos deseos”. (2)

                   Norfolk Chronicle, 16 de septiembre:

                   El teniente John Weatherhead, muerto a bordo de la fragata (Sic. Era un navío de línea) Theseus en el ataque contra la isla de Tenerife, era hijo del reverendo Thomas Weatherhead, de Brancaster, en este condado. Era muy estimado entre sus compañeros de armas por su entusiasmo y energía.

                 Ipswich Journal, 16 de septiembre:

                 Además de los muchos aspectos de la expedición contra Tenerife que ya hemos publicado, hoy les ofrecemos los siguientes detalles extraídos de la carta de un oficial fechada en las afueras de Cádiz el 16 de agosto:

               “Aunque ya estaba a punto de cerrar mi carta, en la que te contaba el tema del almirante Nelson, no puedo evitar hacerlo sin añadir otros hechos que acabo de conocer de este acontecimiento tan extraordinario. Los he sabido a través de mi capitán, que acaba de regresar del Villa de París (3), donde ha recibido información de labios del capitán Waller, de la Emerald, portador de un informe sobre el asunto. Nelson se hizo a la mar, hace algunas fechas, en el Theseus, acompañado por los Culloden, Zealous, Leander, Emerald, Seahorse, Terpsichore, el cúter Fox y una cañonera.

                   Desconozco cual era el objetivo específico de la expedición, pero el almirante decidió apoderarse de Santa Cruz, la capital (sic) de Tenerife, con un contingente de soldados, infantes de marina y marineros de los barcos que mandaba. La mayor parte de los oficiales, con él mismo a la cabeza, intentaron desembarcar de noche a espaldas de la ciudad y tomar posesión de las alturas que la dominan, pero las corrientes procedentes de tierra eran tan fuertes que amaneció antes de que pudieran efectuar el desembarco; sin embargo, esa circunstancia no desanimó a nuestro almirante, que continuó la navegación con los botes y tanto hombres como podía transportar el cúter Fox. Se llevó a cabo el desembarco con la pérdida del Fox y 84 hombres de los que llevaba a bordo, incluyendo el capitán Gibson, su comandante; el resto fue recogido del mar.

Foto 47 - 2

Hundimiento del Fox. Fotomontaje de Víctor Ezquerro. (Fondo: Tertulia Amigos del 25 de Julio)

 

                   Fue alcanzado por un desafortunado disparo exactamente en la popa, que, por el peculiar diseño de estos barcos, es la ‘piedra angular’ de la que dependen todas las tablas, y se fue a pique inmediatamente. Sin embargo, pese a los inconvenientes, que hubieran sido realmente insuperables a no ser por el valor y la constancia de los marineros británicos, las alturas fueron ocupadas. Los barrancos que tuvieron que escalar eran tan profundos y extensos que el capitán Troubridge, del Culloden, se desvaneció de cansancio y un infante de marina falleció por el esfuerzo.”

           (Y aquí termina este, aparentemente incompleto, informe.)

 

   * TODO LO QUE SIGUE A CONTINUACIÓN (INCLUIDAS LAS FOTOGRAFÍAS) NO FUE PUBLICADO EN EL PERIÒDICO

       

           Quizás por razones de moral nacional, las críticas al ataque sobre Santa Cruz desaparecieron repentinamente cuando Nelson, el héroe herido, que había perdido un ojo y un brazo sirviendo a su patria, había llegado a casa.

         Leemos en el Kentish Weekly Post y el Canterbury Journal del 5 de septiembre y en el Dublin Evening Post del día 9 lo siguiente:

                   El contralmirante Nelson arribó el viernes a Portsmouth a bordo de la fragata Seahorse, procedente del Mediterráneo. Al desembarcar recibió la unánime bienvenida de la gente. El valiente almirante ha perdido por completo su brazo derecho, pero por lo demás parece gozar de buena salud. El sábado se envió la noticia de su llegada a Lady Nelson, que reside en Bath.

         El 6 de septiembre en el Hereford Journal:

                   El viernes por la tarde arribó a Spithead, procedente de Tenerife, la fragata Seahorse, en la que ondeaba la enseña del almirante Nelson. El almirante desembarcó en Portsmouth entre las cinco y las seis, siendo recibido por la gente con tres vivas, lo que él les agradeció cortésmente. Parece encontrarse en buen estado.

         El 9 de septiembre en el Northampton Mercury:

                 El contralmirante Sir Horacio Nelson se ha dirigido a Bath, donde se encuentra Lady Nelson. Este valiente y muy importante oficial ya es capaz de escribir con su mano izquierda. En verdad es curioso que durante algún tiempo hubiese practicado la escritura con la mano izquierda en previsión de que cualquier accidente pudiera sucederle a la derecha.

         Y también el 9 de septiembre de 1797 en el Norfolk Chronicle:

                   En la tarde del pasado domingo llegó a Bath el contralmirante Sir Horacio Nelson, en buen estado de salud y de moral, para la gran alegría de Lady Nelson y su venerable padre.

Foto 47 - 3

Lady Fancy Nelson. acuarela en papel por Daniel Orme

        

         Finalmente, después de descansar, aunque aún sufría fuertes dolores por causa de la herida, Nelson tuvo que viajar a Londres para rendir su informe. Lo último que oímos de Tenerife apareció en la Bath Chronicle and Weekly Gazette del 21 de septiembre de 1797, cuando informaba que…

                   El almirante Nelson acudió ayer al Almirantazgo, por primera vez desde que llegó de Tenerife.

Foto 47 - 4

Columna de Nelson en Trafalgar Square, Londres

          

          El almirante Nelson dejó atrás su derrota y alcanzó el más alto escalón de la fama; el comandante general Gutiérrez siguió al frente de la defensa de las Islas Canarias hasta su muerte en 1799; la batalla de Santa Cruz desapareció de las páginas principales de la Historia de Gran Bretaña, y en Tenerife se convirtió en el hito más famoso de la Historia de la Isla

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NOTAS:

(1) William Pitt (1759-1806). Era el Primer Ministro en los momentos del ataque contra Tenerife. Segundo hijo del Conde de Chathm, entró en el Parlamento en 1781 y dirigió el gobierno durante muchos años, siendo quien estableció el cargo de Primer Ministro asignado a quien fuera el principal ministro del gabinete.

(2) El testamento, firmado el 20 de julio, fue abierto el 7 de noviembre de 1797.

(3) El barco insignia del almirante Jervis.

 

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