Bienes de Interés Cultural en Santa Cruz de Tenerife (28). Castillo San Joaquín

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 17 de julio de 2022).
 
 
BIENES DE INTERÉS CULTURAL EN SANTA CRUZ DE TENERIFE – 28
 
CASTILLO SAN JOAQUÍN 
 
 
Declarado Monumento Histórico Artístico por Decreto del 22 de abril de 1949. Delimitado BIC por Decreto del 15 de febrero de 2000.
 
 Castillo San Joaquin Personalizado
Castillo  San Joaquín
 
 
          A partir del informe realizado entre 1584 y 1589 por el Ingeniero Militar Leonardo Torriani, enviado por Felipe II para preparar las fortificaciones defensivas de las Islas Canarias contra los ataques de las potencias extranjeras ávidas de apoderarse del Archipiélago, en 1586, el gobernador militar Juan Núñez de la Fuente ordenó levantar en La Cuesta una batería con cuatro piezas de artillería para defender La Laguna de los posibles asaltos de piratas y corsarios que hubieran traspasado la primera línea de playa, ya que desde esta cornisa o valonada se controlaba la subida desde el puerto a la capital de la isla. 
 
          En 1780, utilizando esta posición dominante, el Comandante General Joaquín José Ibáñez Cuevas, Marqués de la Cañada, ordenaría al Teniente Coronel Andrés Amat de Tortosa, Jefe del Real Cuerpo de Ingenieros, que construyera un Castillo, diferente a cualquier otro existente en la isla.
 
          El Castillo de San Joaquín, levantado en una parcela de 3.134,98 metros cuadrados, muy cerca del actual Mirador de Vistabella (La Cuesta), en la carretera general Santa Cruz-Laguna, con una superficie construida de 865,25 metros cuadrados, es de planta cuadrada, con un torreón circular en cada uno de sus ángulos, existiendo sobre sus explanadas dos crujías paralelas. 
 
          Consta de un patio central, situado entre los dos torreones que miran a la ciudad, desde donde se accedía a las distintas dependencias de las que constaba. En el citado patio estaban instalados los 4 cañones de a 24 de que disponía. 
 
          Su interior se ha reformado a lo largo de los años, según el uso al que iba a ser destinado. 
 
         En 1789, parte del Castillo se habilitaría como almacén para guardar 1.600 quintales de pólvora, descongestionando de esta manera la Casa de la Pólvora, situada junto al Castillo de San Juan (Negro) en Santa Cruz. A los citados almacenes se accedía por los dos torreones situados a ambos lados de la entrada, cuyas puertas estaban cubiertas por tambor para prevenir los incendios.
 
          En 1899, en sus instalaciones se instaló un palomar militar, dependiente de la Sección Colombófila del Ejército de Tierra, formado por especialistas en telecomunicaciones, utilizando palomas mensajeras que llevaban información confidencial en un tubo anular colocado en una de las patas, de forma semejante a la criptografía. Este servicio finalizaría en 1913, cuando las palomas mensajeras fueron sustituidas por la telegrafía sin hilos.
 
          En el citado año 1913, el Castillo fue entregado a la Comandancia de Ingenieros, siendo utilizado como Escuela de Prácticas y campo de entrenamiento. 
 
          En 1928 pasaría a ser Parque Regional del Arma de Ingenieros, siendo utilizado como almacén del material de obras y fortificaciones (picos, palas, carretillas, …. ). 
 
          En 1930 sus instalaciones acogieron un Taller profesional, donde los soldados realizaban reparaciones y mantenimiento.
 
         Desde 1944 a 1991 se usó como Prisión Militar “El Castillo”, teniendo que modificar de nuevo su interior para construir tres celdas para Jefes y seis celdas para Oficiales, así como habitaciones para suboficiales y el personal de tropa encargado de hacer cumplir las sentencias impuestas por las Autoridad Militar. También se edificaría una vivienda para el Comandante Militar y otro alojamiento para Cuerpo de Guardia.
 
          El Castillo de San Joaquin perdería su función militar en 1991, siendo enajenado en 1996. En el citado año pasaría a manos particulares por medio de subasta pública, cuyo precio de salida fue de 42,5 millones de pesetas (255.439 euros).
 
          Como en varios portales digitales se anunciaba que el nuevo dueño del Castillo vendía el “chalet-torre” por 3,6 millones de euros, a la vez que exponía las esplendidas vistas sobre la capital y el océano, para evitar que este espacio público fuera reconvertido en restaurante o algo similar, el Cabildo Insular de Tenerife le incoó expediente, ya que por Decreto del 22 de abril de 1949 estaba declarado Monumento Histórico Artístico, como todos los Castillos españoles.
 
          El 15 de febrero del 2000, la Consejería de Cultura, Patrimonio Histórico y Educación del Cabildo de Tenerife elevaría  expediente a la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, declarándolo Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento.
 
          Con el paso de los años, su aspecto externo y su planta no han variado, aunque se halla en estado de abandono y presenta deficiencias, tanto en las fachadas exteriores como en el acceso al mismo. Desconocemos el estado en el que se encuentra su interior. 
 
          Consideramos que debería ser rehabilitado por el Ayuntamiento de Santa Cruz para convertirlo en un centro dotacional y cultural para los jóvenes de la zona.
 
         El camino de acceso al Castillo de San Joaquín, construido en 1922, hoy conforma la calle Manuel de Cámara y Cruz, con entrada por la Avenida Los Menceyes, a la altura de la Vuelta de los Pájaros, en Villa Benítez. 
 
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