Bienes de Interés Cultural en Santa Cruz de Tenerife (24) Hacienda de Las Palmas de Anaga

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 19 de junio de 2022).
 
 
BIENES DE INTERÉS CULTURAL EN SANTA CRUZ DE TENERIFE – 24
 
HACIENDA DE LAS PALMAS DE ANAGA
 
 
Declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento por Decreto de 22 de mayo de 2014 
 
 
Hacienda de Las Palmas de Anaga Personalizado
 
Hacienda de Las Palmas de Anaga
 
 
 
          Las primeras referencias históricas de esta Hacienda, que se encuentra en el Valle de Las Palmas de Anaga de Santa Cruz de Tenerife, se remontan al año 1610, cuando Gonzalo Fernández de Ocampo le compró las tierras donde estaba situada a la familia Armas, sus primeros propietarios que la habían recibido del Adelantado Alonso Fernández de Lugo como Suerte de Tierra por su colaboración en la conquista de la Isla. 
 
          La familia Fernández de Ocampo, establecida en Tenerife desde la Conquista, adquirieron esta finca situada entre la costa y las medianías de los barrios de Benijos y Las Breñas porque producía un vino de excelente calidad al estar cultivado en bancales con un 40% de pendiente, utilizando la Hacienda como centro de explotación agrícola y vivienda temporal de su propietario.
 
          Debido a su aislamiento y la ausencia de caminos, la producción vinícola que exportaban a Europa la enviaban al puerto de Santa Cruz a través de los embarcaderos existentes en el Roque de las Bodegas, Tachero y Tamadiste.
 
La  Hacienda 
 
          La vivienda constituye un magnífico ejemplo de arquitectura rural de la isla de Tenerife al estar construida en un único nivel de altura, mostrando una planta en U, y los techos con cubiertas de teja a dos y cuatro aguas.
 
         El edificio, de 36 m de largo, 28 m de ancho y 3,7 m de altura máxima, tiene la fachada principal orientada al norte, mientras que la portada enmarcada en  sillería y puerta de dos hojas de madera se encuentra  en su extremo occidental. 
 
          Las paredes son de piedra, cal y barro, con un grosor de 50 cm. Las de la fachada norte y los muros de los tres cuerpos del edificio orientados hacia el patio central están recubiertos con una capa de cal y arena, mientras que los otros muros se dejaron con la piedra al descubierto. Los sillares esquineros de la fachada noroeste están reforzados con sillares de toba roja procedente de una cantera situada en el cercano Roque de Aderno. 
 
          Al patio central, que hace de elemento articulador de la vivienda, se accede a través del zaguán. Este patio principal, donde todavía existen dos dragos, estaba cubierto de parrales según lo testifican los soportes que aún se pueden ver junto a los aleros del tejado. 
 
          La edificación, con un total de 11 dependencias,  estaba dividida en  área doméstica y área de servicios. En el área doméstica o noble, cuyas  habitaciones estaban comunicadas por medio de una galería, su  artesonado era de calidad y el pavimento estaba formado por losetas de piedra y barro cocido. El área de servicios tenía el pavimento de tierra batida.
 
          La cocina, situada en el otro ángulo de la casa, a la que se llega a través del patio central, aún conserva dos hornos labrados en la piedra; sobre ellos hay una gran viga a modo de dintel utilizada para sustentar la campana rectangular de la chimenea. 
 
Otras edificaciones
 
          En los alrededores de la vivienda principal se encuentran seis grupos de casas conformadas por varios módulos simples adosados, todas con rasgos constructivos de la arquitectura tradicional canaria. La mayoría de ellas fueron utilizadas como vivienda de los trabajadores agrícolas vinculados a la Hacienda, mientras que otras estaban dedicadas a colgadizo, granero y cuarto de aperos.
 
          En la parte trasera de la Hacienda existe un lagar excavado en un afloramiento rocoso que aún conserva el depósito con la biquera y la tina con su piedra labrada de dos toneladas de peso. Los elementos de madera han desaparecido, quedando sólo los soportes de la viga.
 
          En los terrenos de cultivo que se encuentran en dirección a la costa existe otro antiguo lagar labrado en una gran piedra y asociado a una cueva natural que hacía de bodega auxiliar. 
 
          En todo este contorno localizamos también elementos relacionados con las prácticas agrícolas y ganaderas que se desarrollaban en este lugar, como son aljibes, estanques, dornajos, etc.
 
La ermita
 
          Anexa a la Hacienda se encuentra una ermita construida en 1681 por el capitán Pedro Pereira Fernández de Ocampo y Guerra, heredero de este Mayorazgo. Está dedicada a San Gonzalo de Amarante, aunque su altar está presidido por un cuadro al óleo de la Virgen de Candelaria. En ella, los vecinos del lugar celebraron los servicios religiosos durante muchos años.
 
          El exterior de la ermita presenta una cubierta a cuatro aguas, con teja curva. Su única portada de medio punto en cantería y espadaña del mismo material.
 
          En el interior posee un interesante artesonado ochavado, con pinjante esquematizado, cuyas decoraciones florales y geométricas son características del barroco. El pavimento es de losetas de barro cocido. 
 
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