Noticias antiguas de Canarias (19). El desgraciado destino del capitán Glas (2)

Por Alastair F. Robertson (Traducido del inglés por Emilio Abad Ripoll y publicado en el Diario de Avisos el 9 de enero de 2022).

 

NOTICIAS ANTIGUAS DE CANARIAS

(En el British Newspaper Archive)

 

XIX- El desgraciado destino del capitán Glas (2)

 

A lo largo del siglo XVIII, de vez en cuando aparecían en la prensa británica noticias relacionadas con las Islas Canarias y otras zonas cercanas. Disponemos de una maravillosa fuente “on line”, el British Newspaper Archive (Archivo de prensa británica) (www.britishnewspaperarchive.co.uk) que proporciona una información fascinante sobre hechos que ocurrieron hace cientos de años y de la que estamos extrayendo las noticias que recogemos en esta serie, que finalizará cuando el próximo verano vayamos a celebrar el 225 aniversario de la Gesta del 25 de Julio.

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         El capitán George Glas, un comerciante escocés que comerciaba con Canarias y la costa occidental de África, tradujo al inglés en 1764 'La historia del descubrimiento y la conquista de las Islas Canarias', escrito por Juan de Abreu Galindo en 1632 (1). Pero, como vimos en el capítulo anterior, tan solo un año después, el capitán Glas, su esposa e hija tuvieron un final trágico. Una serie de artículos periodísticos contó lo sucedido.

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Tribunal Penal Central “The Old Bailey”, Londres. (Fuente: ianvisits.co.uk)

                   Caledonian Mercury, 28 de diciembre de 1765.

                   Dublín, 14 de diciembre. Los tres malhechores, que están detenidos en Newgate (2) acusados del asesinato del capitán Cochrane, comandante del Earl of Sandwich, que navegaba de Tenerife a Londres, el capitán Glas, su esposa e hija, otros pasajeros y el resto del personal de la dotación, fueron interrogados por separado; de sus declaraciones se deduce lo siguiente: Primero atacaron al capitán Cochrane golpeándolo con una barra de hierro y rompiéndole el cráneo, y luego fueron a por los dos marineros, a quienes eliminaron rápidamente; cuando el capitán Glas oyó el ruido, subió corriendo a cubierta y, al percatarse de lo ocurrido, regresó a su camarote, como se imaginaban, a por su espada; sabiendo que era un hombre de gran resolución, uno de los asesinos lo siguió escaleras abajo, y cuando el capitán, con la espada ya desenvainada, volvía, lo atacó por la espalda agarrándolo por los brazos e inmovilizándolo. Llamó inmediatamente a sus compinches, quienes consiguieron desarmarlo con gran dificultad; uno de ellos lo atravesó con la espada y, al intentar una segunda estocada, hirió en el brazo a uno de sus infernales compañeros. Una vez asesinado el capitán Glas, solo quedaban la señora Glas, su hija y dos jóvenes criados. Le dijeron a la señora Glas que iban a arrojarla por la borda; ella, de rodillas suplicó clemencia, mientras la hija, al oírlo, corrió hacia su madre y la abrazó. Entonces, aquellos bárbaros las lanzaron juntas al mar. Luego bajaron el bote confiando en que el barco se hundiría en breves momentos, pues habían abierto la compuerta de lastre. Uno de los muchachos, que era buen nadador, saltó al mar por el costado del barco, y como el bote navegaba lentamente por la carga de hombres y dinero, pronto lo alcanzó y suplicó con todas sus fuerzas que lo dejaran subir mientras se sujetaba al borde, pero fue en vano; aquellos salvajes soltaron sus manos y vieron a la criatura hundirse junto a ellos. El otro chico cayó por la borda en un vaivén del barco y se ahogó

                   Se dice que arrojaron al mar una gran cantidad de dólares para aligerar al bote de peso; que desembarcaron cerca de Broomhill, en el puerto de Waterford, donde enterraron un cofre de dinero en la arena a media marea, y el resto de la bolsa de dólares que no pudieron llevar con ellos lo escondieron en agujeros en las rocas; Después de haber desembarcado en el río Ross, descansaron y se recuperaron en un pueblo llamado Ballybrazzil, donde les robaron 1.300 dólares.

                  Uno de los infernales desgraciados que asesinó al Capitán y a los pasajeros del Earl of Sandwich, según se relata en los informes de Irlanda, al ser detenido en Castledermot, se enfureció, blasfemó horriblemente y amenazó a los agentes que lo apresaban; pero pronto consiguieron atarlo y lo trasladaron en una silla de posta a Carlow, donde, cuando aún no había pasado mucho tiempo en la posada a la que lo llevaron, agachó la cabeza y se echó a llorar desconsoladamente diciendo: "Soy uno de los infelices malhechores que llevó a cabo aquel malvado acto". También declaró que era el único de ellos que estaba casado, que había nacido en Devonshire y lloró amargamente pensando en su esposa y sus dos hijos (quienes contó que estaban en Londres). Luego exclamó: "Me colgarán, y será poco castigo para lo que merezco”. Los asesinos fueron dos ingleses, un holandés y un irlandés.

                   Ipswich Journal, 28 de diciembre de 1765 (página 1):

                   George Galley, cocinero, el cuarto criminal en cuestión, fue capturado en Castledermot y encerrado en la cárcel de Carlow. Cuando lo detuvieron llevaba puesto un traje azul con botonadura de oro, (que supuestamente pertenecía al capitán Glas) y había acordado pagar 12 guineas por su posta y cuatro caballos para trasladarse a (la ciudad de) Corke; en su poder se encontraron más de 50 guineas en oro.

                 Stamford Mercury, 13 de marzo de 1766:

                   Cartas remitidas desde Dublín y recibidas ayer informan que George Gidley, Richard St. Quentin, Peter McKinlie y Andres Zekerman, marineros pertenecientes al bergantín Earl of Sandwich, fueron juzgados el lunes pasado ante un tribunal en King's Bench por el asesinato del capitán Cochrane, el capitán Glass, la esposa e hija de éste, y Charles y James Pinchent, y luego robar el barco; fueron sentenciados a la pena de muerte y, en consecuencia, ejecutados en St. Stephen's Green, y posteriormente colgados juntos.

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St. Stephen’s Green, Dublín, Irlanda, en la actualidad (Fuente: Wikipedia)

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NOTAS

 1.- El libro sobre Canarias en la versión inglesa de George Glas se publicó una vez más en 2010, con una biografía de Glas y una introducción y notas a cargo de don Pedro Nolasco Leal Cruz.

 2.- Una prisión junto a la famosa sede judicial llamada The Old Bailey, en Londres.