Edificio de la Sociedad de Socorros Mutuos y Enseñanza Gratuita

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 20 de junio de 2021).
 
 
 
          Las Sociedades de Socorros Mutuos, autorizadas por Real Orden de 28 de febrero de 1839, eran entidades sin ánimo de lucro en la que sus socios contribuían a su financiación aportando una cuota periódica, a cambio de recibir cobertura médica, farmacéutica, jubilación, inutilidad, sepelio, o educación de sus hijos.
 
          La Sociedad de Socorros Mutuos y Enseñanza Gratuita fue instituida en 1869 por Bernabé Rodriguez Pastrana (Santa Cruz de Tenerife, 1825- 1892), con la finalidad de disponer de un fondo para conceder subsidios a los trabajadores que por enfermedad  dejaban de percibir sus salarios, a la vez que establecía un centro educativo para que sus hijos pudieran  recibir una enseñanza en condiciones dignas.
 
          Aunque don Bernabé fracasó en la Sociedad de Socorros Mutuos, seguramente por el excesivo optimismo en que barajó las previsiones, el Centro Educativo sería su gran obra social en favor de la comunidad, a la que dedicó todos sus desvelos y en la que se dejó sus caudales y su vida. 
 
          Dado su espíritu altruista, pronto se granjeó el apoyo de los ciudadanos, de manera que ochenta y cuatro firmas comerciales gravaron sus mercancías para ayudarle en este cometido; también recibió donativos de indianos de México, Cuba, y Puerto Rico, así como suscripciones de particulares. El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife aportaría las becas para los alumnos sin posibilidades económicas.
 
          Para llevar a cabo esta Sociedad, don Bernabé donó el solar donde se levantaría el edifico, además de comprar la casa aledaña. Las obras comenzaron en 1869, aunque serían suspendidas por el gobernador civil durante ocho meses, por haber deportado a don Bernabé, en unión de otros republicanos, aunque el destierro no llegaría a cumplirse, pues fue imposible encontrarlo. Los trabajos volverían a renovarse hasta que sobrevino una nueva paralización, ahora por problemas económicos.
 
          Sería en 1881 cuando el edificio comenzó a levantarse, según el proyecto de Manuel de Oráa. En 1885 tomaría la dirección de la obra el arquitecto Manuel de Cámara, el cual renunciaría a los honorarios al ser socio de la Institución. En 1890, sería el arquitecto Antonio Pintor el que se encargaría de finalizar la obra, hecho ocurrido en 1894, según la fecha que se inscribe en el montante de la puerta principal. 
 
Asociación de Socorros Mutuos y Enseñanza Gratuita Personalizado
 
Sociedad de Socorros Mutuos y Enseñanza Gratuita
 
 
          Para edificarlo, los bloques se trajeron de la cantera de Jagua; las vigas de madera fueron obtenidas de varios edificios demolidos en Santa Cruz, La Orotava y La Palma; la cal se trajo de La Gomera; las tejas vinieron de Francia. También, las piezas prefabricadas de hierro para el cubrimiento del gran salón llegaron de Londres, mientras que las columnas de hierro procedían de la fundición Pérez Hermanos de Sevilla.
 
          La fachada, de claro signo romántico, presenta tres alturas, aunque interiormente el edificio sólo dispone de dos, ya que la superior es un espléndido salón de actos de 27 metros de largo por 10 de ancho, al que dan luz las dos series de vanos. Disponía de seis aulas para impartir las clases, la más pequeña para 60 alumnos.
 
          En su interior destaca el amplio vestíbulo y la escalera de sillería, cuyo primer tramo se bifurca a la manera imperial. Del vestíbulo parten anchas galerías con elevadas columnas de hierro que rodean el patio principal, donde en 1916 se colocó una de las alegorías que conformaban el triple arco de la Alameda del Muelle. 
 
          El conjunto escultórico que sirve de remate a la fachada, dedicado a las alegorías del Comercio y la Industria, fueron realizadas por Gumersindo Robayna en 1890,  mientras que el reloj francés fue un regalo de Eduardo Domínguez Alfonso (Arona, 1840 – Santa Cruz de Tenerife, 1923). Sus campanas sonaron por primera vez a las 12 de la noche del 31 de diciembre de 1900, por lo que Santa Cruz recibió el siglo XX desde la plaza de La Constructora, situada delante del inmueble. En 1919, la citada plaza pasaría a denominarse Ireneo González, sacerdote y profesor de lengua española, lengua latina, retórica y poética del Establecimiento de Segunda Enseñanza. 
 
          Como los estatutos aprobados en 1872 estipulaban que el inmueble siempre debería estar dedicado a la enseñanza, y que en caso de disolución su administración pasaría al Municipio, a la muerte de don Bernabé Rodriguez Pastrana, ocurrida en 1892, y ocupar la presidencia don Eduardo Dominguez Alfonso, pasaría a denominase Institución de Enseñanza; por tanto, este  Centro Educativo está considerado el precursor del primer Instituto Nacional de Segunda Enseñanza que tendría la Ciudad. 
         
          El edificio fue catalogado Bien  de Interés Cultural en la categoría de Monumento, el 7 de abril de 1982.
 
          En la actualidad se denomina Edificio de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, y en sus dependencias tiene su sede la Real Academia  Canarias de Bellas Artes de San Miguel Arcángel, y en un futuro próximo lo será de las  Reales Académicas de Lengua, de Medicina y de Ciencias. 
 
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