El Asilo Victoria - Los Salesianos
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 11 de abril de 2021).
La Sociedad Benéfica creada para acoger a niños de familias humildes, en la que además de alimentación y cuidados recibían educación y les enseñaban un oficio, fue fundada el 22 de marzo de 1906 por doña Aurea Díaz Flores Hernández, esposa del alcalde de Santa Cruz de Tenerife don Pedro Schwartz y Matos, con la ayuda de la Junta de Damas de la Ciudad, encargadas de llevar la administración, tesorería, ropero, alimentación, etc. (1).
Para concienciar a las distintas autoridades y personalidades tinerfeñas de la necesidad que había de crear esta Institución Benéfica, les invitaron a compartir el almuerzo que le ofrecieron a 500 niños pobres de la ciudad, en los salones del Círculo de Amistad XII de Enero, cuyos gastos fueron costeados por la sucursal del Banco de España. La comida consistió en sopa de pastas, carne con papas y verduras, arroz con leche, plátanos, naranjas y pan. El servicio de mesas estuvo a cargo de distinguidas señoras y señoritas de esta ciudad.
El edificio donde se instalaría el Asilo se construyó en un solar de 3.000 metros cuadrados, cedido por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Estaba situado al borde del barranco de Santos, en la confluencia de las calles Galcerán y Noria Alta (Ramón y Cajal), y fue levantado según el proyecto del arquitecto municipal Antonio Pintor. Su coste ascendió a 70.000 pesetas.
Edificio (1955)
La nueva Institución Benéfica, inaugurada el 16 de abril de 1911, recibiría el nombre de Asilo Victoria, en honor de la Reina Victoria Eugenia, la cual sería nombrada Presidenta Honoraria; por ello, cuando sus hijos, el Rey Alfonso XIII y la infanta María Teresa, estuvieron de visita en Santa Cruz (1906), donaron para su construcción las cantidades de 1.000 y 500 pesetas, respectivamente.
La inauguración del Asilo Victoria resultó muy brillante, pues a ella asistieron todas las autoridades civiles, religiosas y militares, junto con las personalidades más significativas de esta Capital. La representación de S. M. la Reina Victoria recayó en doña Mercedes Manzanares de Molins, esposa del Gobernador Civil, la cual llegaría en un carruaje precedido de una sección de caballería, mientras una compañía del Regimiento de Infantería, con bandera y música, interpretaba los acordes de la Marcha Real.
Una vez bendecido el nuevo edificio por el Sr. Obispo, don Nicolás Rey Redondo, la numerosísima concurrencia visitó las instalaciones, mientras la Banda Municipal actuaba en el patio central.
La dirección pedagógica de los 180 primeros alumnos fue encomendada a los hermanos de las Escuelas Cristianas -La Salle-, los cuales alternaban las clases teóricas con las enseñanzas de carpintería y zapatería. Los hermanos de La Salle abandonarían las instalaciones en 1941.
Doña Aurea Díaz Flores ocuparía la presidencia de la Institución hasta su fallecimiento, ocurrido en Santa Cruz de Tenerife en 1944.
Los Salesianos
En septiembre de 1943, la Junta de Damas del Asilo Victoria le encargó a la Congregación Salesiana que se hiciera cargo del acondicionamiento del edificio, que se encontraba en un estado de abandono total.
En el curso escolar 1944-45 se inauguraría la Escuela Profesional Salesiana San Juan Bosco, dando lugar al inicio de la formación profesional y promoción obrera en el Archipiélago, pues además de la Enseñanza Primaria también se encargaban de instruir a los alumnos en un oficio que les garantizara un futuro digno.
Seis años más tarde, la matricula alcanzaba los 300 alumnos, tanto internos como externos. En el internado también se encargaron de recoger a chicos procedentes de la Casa Cuna, mayores de 9 años, los cuales eran becados por el Cabildo Insular.
Los alumnos mayores de 14 años, denominados artesanos, recibían clases de mecánica, carpintería, electricidad, imprenta, encuadernación, zapatería y sastrería, delineación, teatro y música; precisamente la enseñanza musical daría lugar a que el centro tuviera su propia banda de música y otra banda de cornetas y tambores, las cuales solían acompañar a las procesiones y asistir a las fiestas populares.
La mayoría del profesorado eran Salesianos coadjutores; es decir, laicos consagrados que profesaban los votos de obediencia, pobreza y castidad, pero sin llegar a ser sacerdotes; aunque también, bastantes ciudadanos seglares solían colaborar con la institución impartiendo distintas asignaturas. Cada final de curso, los Coadjutores solían exponer los mejores trabajos que realizaban sus alumnos.
En el interior del histórico y legendario edificio que albergó el Asilo Victoria y la Escuela Profesional Salesiana, demolido en 1982, se encontraban las imágenes de María Auxiliadora, patrona del barrio Duggi; San Juan Bosco, fundador de la Orden Salesiana; y Doménico Savio, un alumno de Don Bosco que se propuso ser santo y murió a los 15 años de edad, siendo uno de los santos, no mártires, más joven de la iglesia católica. En la pared del edificio que hacía esquina con la calle Galcerán y Ramón y Cajal se encontraba un mural con la imagen de María Auxiliadora, realizado con mosaicos sevillanos.
En 1979, los Salesianos se trasladarían al barrio de la Candelaria, en la Cuesta, instalándose en un edificio construido a expensas de la Junta de Damas, en el que invirtieron todo el capital que habían recibido de la venta del antiguo Asilo Victoria. Al no quedarles dinero para continuar becando a los alumnos necesitados, la comunidad religiosa salesiana se encargaría de finalizar las obras pendientes y ayudar a los alumnos necesitados. Aún, muchas familias chicharreras siguen colaborando con esta Institución, becando a chicos con dificultades económicas.
Con la Reforma del Sistema Educativo LOGSE, los Salesianos comenzaron a impartir clases de Educación Secundaria, Bachillerato y Programas de Cualificación Profesional Inicial, dirigido a los jóvenes de 16 a 21 años.
- - - - -
(1) Junta de Damas del Asilo Victoria
Presidenta: Áurea Díaz-Flores de Schwartz.
Vicepresidentas: Manuela Bethencourt de Clavijo y Mercedes Izquierdo de Hardisson.
Secretarias: Rosario Mandillo, viuda de Paredes, y Mercedes Pinto y Armas.
Tesorera: Rosario Clavijo de Lojendio.
Contadora: Robertina Dehesa de Marti.
Vocales: Genoveva Guezala de Bethencourt, Francisca Trinidad, Marquesa viuda de la Florida, Severa Oramas, viuda de Solano, Juana Rodríguez, viuda de Yanes, Julia Gough, viuda de Ibáñez, Carolina Pizarroso de Hardisson, Carmen Suárez González de Mesa, Andrea Oramas de Tenes, Felisa Hardisson de Rumeu, Isabel Soto de Miranda, María Lecuona de Armas Clós y Dolores Espinosa de Mandillo.
- - - - - - - - - - - - - - - - -