El agua en Santa Cruz de Tenerife: Las fuentes ornamentales
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 28 de marzo de 2021)
En las fuentes ornamentales que existen en distintas plazas de Santa Cruz de Tenerife, en las que el agua al ser impulsada al exterior a través de una bomba se pulveriza y produce diversos efectos estéticos, a través de distintas figuras alegóricas que hacen de surtidores, se vuelve a recoger en la taza inferior para comenzar de nuevo el juego del agua.
Fuente Los Delfines
La fuente que se colocó en la Alameda de Branciforte (Duque de Santa Elena) en 1787 recibiría el nombre de Los Delfines porque su remate estaba coronado por tres cetáceos, hoy desaparecidos. Además, este grupo escultórico ha sido destrozado, las conchas descabalgadas, y eliminado las escalinatas de su base, por los que parece semienterrada.
El conjunto arquitectónico, realizado en Genova (Italia) con mármol de Carrara, que descansaba sobre un basamento hexagonal en forma de escalinatas, estaba formado por tres cuerpos diferenciados: la pila, el pilar central, y el remate superior.
La pila de planta hexagonal que servía de receptáculo al agua presentaba una decoración simple a base de molduras lisas rehundidas que se alternan con cuerpos convexos, a modo de jarrón, con remates abocelados en el borde. El pilar central, con base triangular, mostraba en su centro una profusa decoración a base de gallones, hojas de acanto, roleos y lienzos colgantes. El remate de la parte superior, coronado por una taza compuesta por tres conchas, servía de base a tres gráciles delfines con las cabezas apoyadas en las citadas conchas y las colas por donde salía el agua, entrelazada en el aire.
Fuente de la Plaza Weyler
El conjunto arquitectónico de mármol de Carrara, que conforma la Fuente de la plaza Weyleer, realizado en Génova (Italia) en 1899 por Achille Canessa, está formado por el pilar central y la taza, que hace de función receptora y de surtidor.
Fuente de la Plaza Weyler
El pilar central, de 5,8 m de altura, que descansa sobre un basamento cilíndrico, tiene un gran desarrollo decorativo en los tres niveles en que está dividido. En el primero, cada cara lleva un mascaron que echa agua por la boca y conchas receptoras en los cuatro ángulos del pilar. En el segundo nivel, las caras cóncavas del pilar llevan una concha de peregrino incrustada en sus paredes. Además, en las cuatro esquinas, querubines sentados sujetan entre sus piernas bocas de delfines que hacen de surtidores por donde sale agua que cae en las conchas situadas en la parte inferior. En el tercer nivel, están dos niños coronando el fuste y, entre ambos, un delfín arrojando dos hilos de agua por sus ojos. Uno de los niños está arrodillado, mientras el que está de pie con los brazos en alto tiene una guirnalda de flores que rodea su cuerpo y le llega a las manos.
Fuente de la Plaza Veinticinco de Julio
En la glorieta de la avenida Veinticinco de Julio se inauguró en 1906 la plaza de la Piedra del Rey, cuando Alfonso XIII colocó la primera piedra del monumento a Leopoldo O´Donnell. Como el citado monumento no llegó a realizarse, el arquitecto municipal Antonio Pintor Ocete construyó en 1913 una fuente, formada por un promontorio de rocas volcánicas por las que manaba el agua, coronada por una garza de cerámica que lanzaba un chorro de agua por el pico. Como los vecinos fueron llevando patos al citado estanque, la Plaza sería conocida como de los Patos, nombre con el que pasó a ser popular.
Fuente de la Plaza 25 de Julio
En 1927, la asociación de Fomento del Barrio de los Hoteles, con el fin de darle un carácter burgués a la Plaza, encargó en Sevilla una réplica de la fuente del Parque de Maria Luisa, formada por un estanque circular, donde en su centro se alza la escultura de una oca de bronce, a lomos de una tortuga y ocho ranas de cerámica a su alrededor, pintadas de verde, por las que fluye el agua.
Fuente Central, Parque García Sanabria
En el espacio central del parque García Sanabria, donde convergen los dos paseos diagonales, se inauguró en 1942 el monumento al alcalde Santiago García Sanabria. Diseñado por el arquitecto José Enrique Marrero Regalado, está formado por una serie de prismas pétreos de color gris, siendo más ancho y de mayor altura el situado en medio.
Como complemento, el escultor Francisco Borges Salas incorporó un relieve del alcalde homenajeado, y dos esplendidos relieves en basalto, de recia musculatura y poderoso dinamismo, que simbolizan los atributos máximos que guiaron la gestión de Alcalde: el Trabajo y el Porvenir.
Fuente central del Parque García Sanabria
Presidiendo el Monumento se encuentra la escultura dedicada a la Fecundidad, realizada en dos bloques de mármol de Almoradi (Alicante), que representa la figura de una mujer desnuda y voluptuosa, en postura sedente.
En torno al estanque que lo circunda, en 1957 se instaló una verga de poca altura para evitar la evasión de los cisnes negros que lo poblaban; los cuales serían retirados en 1972 al instalarse la fuente luminosa con diferentes chorros de agua.
Fuente Cisnes Negros, Parque García Sanabria
Al realizar el Parque en 1938, en el costado que da a la calle Numancia se construyó una especie de estanque que, al ser de forma rectangular, se le catalogó como Piscina Infantil.
En 1957, el arquitecto municipal Enrique Rumeu de Armas le dio a esta zona un aire más acogedor, incorporándole paseos laterales y una gran pérgola en la parte superior, donde colocó cuatro bancos de madera para el descanso. Al poner en ella los cisnes negros que estaban en la fuente del monumento a García Sanabria, el lugar recibiría su nombre.
En 1972, se le incorporó una bonita fuente, proyectada por Carlos Bohigas que contiene un conjunto de géiseres que conforman un laberinto circular de agua.
Fuente de la Plaza La Paz
Cuando el lugar conocido como Cuatro Caminos pasó a denominarse Plaza La Paz, en 1919, en sus cuatro esquinas se le añadieron unas jardineras con plantas. En 1957, en el espacio central se colocó una fuente, a la que al año siguiente se le acoplarían efectos luminosos, siendo la primera fuente de la Isla en poseer los efectos de luz y agua.
Las obras realizadas para la instalación del tranvía darían lugar a la eliminación de la Plaza, en enero de 2006; por ello, y con el fin de salvar la Fuente, los vecinos llevaron a cabo una recogida de firmas y protestas ciudadana, de la que no obtuvieron resultado satisfactorio. La Fuente sería sustituida por otra de menores dimensiones que se colocó en el extremo de La Rambla. A partir de ese momento, el lugar pasaría a denominarse Glorieta La Paz.
Fuente de la Plaza del Príncipe
Aunque la plaza del Príncipe se abrió al público en 1860, el ornato de la misma se fue ejecutando gracias a las recaudaciones que la Junta de Mejoras y Ornato obtenía en las verbenas que celebraba, en las que instalaban tómbolas y bazares.
En 1871, la citada Junta mandó traer de Londres una fuente de hierro fundido, compuesta por un basamento exagonal que terminaba en un capitel corintio de 5 metros de altura. Sobre el capitel descansaba una gran taza circular, en cuyo centro se elevaban tres tritones con surtidores de agua que salían de sus narices. Estos tritones sostenían entre sus colas entrelazadas una taza más pequeña, también circular, que en su parte exterior tenía seis cabezas de león que arrojaban agua por sus bocas. En medio de esta taza se encontraban las figuras de dos niños abrazados que sostenían el juego del agua. La fuente permanecería en pie hasta 1929, en que fue sustituida por el actual quiosco de música. De ella sólo se conserva la taza, situada en el lado de la calle Villalba Hervás.
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