Cromos británicos (17) Los sombreros de copa de Eton
Por Antonio Salgado Pérez (Publicado en El Día el 26 de septiembre de 1998).
LOS SOMBREROS DE COPA DE ETON
Desde el punto de vista trivial, Eton es sinónimo de alumnos ricos con sombreros de copa. Pero, en la actualidad, esa prosaica imagen está desfasada porque, entre otras cosas, esa espectacular prenda, que lucían, incluso, los alumnos más jóvenes, fue erradicada en 1940.
Lo que aún distingue a los alumnos del Eton College, que comienzan sus estudios a la edad de trece años y permanecen cinco más en dichas aulas, es su distinción, su prosapia, que no necesariamente surge de la opulencia.
Los “etonianos” o pops pueden ahora ser fácilmente reconocidos por el variopinto color de sus chalecos, su frac azabache y sus pantalones spongebag, término británico que aún esperamos que alguien nos lo traduzca. Por supuesto que, en época estival, que es la de nuestra vista a este centro, esta vestimenta no se ve por ninguna parte a causa de las vacaciones. Vestimenta que se complementa con una corbata de pajarita blanca; una flor en el ojal y un calzado no precisamente uniforme. Dejar constancia que el chaleco es distinto en cada alumno; por eso, cuando estos mocetones se hacen la clásica foto, de orla, de fin de estudios, ésta recobra un carácter muy heterogéneo.
Pero Eton, of course, no es solo chaleco y frac. En el pequeño y curioso museo instalado en los aledaños de este famoso colegio –que está a quince minutos de paseo del Castillo de Windsor- se puede observar con todo lujo de detalles, el “hábitat” de estos alumnos en épocas pretéritas, donde la comodidad y el confort eran bazas fundamentales.
Un “etoniano” que se precie debe ser, fundamentalmente, un buen deportista, un polideportista, así se consigue cierto rango. Y tiene que demostrarlo en la práctica, con este amplio abanico de facetas: rugby, futbol, cricket, remo, atletismo, natación, golf, squash, tenis, frontenis, esgrima, judo y karate.
Pero claro que hay otras actividades donde se emplea más la mente que el músculo. En el Drawing School se imparte arte, escultura, cerámica y grabados; en el Schools of Mechanics, artesanía en madera, metalistería y trabajos en plata; cualquier instrumento musical puede ser enseñado a tocar en el Music School. En fin, el nivel académico del colegio es alto y se asegura que a pesar de sus vetustos edificios y pintoresca vestimenta, en Eton se facilita una excepcional enseñanza en ramas tan importantes como la ciencia, el lenguaje, la informática y el diseño.
Dicen los “etonianos”, con “no disimulado entusiasmo”, que cada año, tanto en el Farrer Theatre como en el Caccia Centre, se representa alrededor de veinticinco piezas teatrales. Y también dicen estos pops con el pecho pero que muy henchido que de estas aulas han salido, hasta la fecha, treinta y seis alumnos que, luego, lograron la Victoria Cross, la más alta condecoración al valor que se otorga en Gran Bretaña.
Por cierto, si al visitar este famoso colegio de Eton se tiene la oportunidad -como la tuvimos nosotros- de sentarse con tranquilidad en los bancos de la hermosísima capilla y oír, de pura carambola, un ensayo del coro, pues el broche resultará de brillantes.
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