Cromos británicos (5) Fósiles

 
Por Antonio Salgado Pérez  (Publicado en El Día el mes de septiembre de 1997)
 
 
FÓSILES
 
 
          Por estos contornos abundan las casas enormes con bonitas callejuelas y plazoletas. Por aquí se ruedan casi todas las películas de época que hacen en Londres y las caballerizas y establos de estas casas dispuestas en semicírculo, como granjas urbanas, son el escenario soñado de muchos realizadores cinematográficos. En esta parte de Londres, rico y elegante, entre Hyde Park Corner y Harrods, se encuentra el National History Museum, construido a finales del siglo pasado, tan largo de fachada como hermoso, donde sus tablas de terracota nos representan una gran variedad de animales. 
 
          Si en el interior de este concurridísimo museo uno se extasía con pájaros, ballenas, anfibios y reptiles; si contempla con curiosidad aquella galería de mamuts y primates y, cómo no, sigue asombrándose con los esqueletos de los antiquísimos dinosaurios, que nos acaba de resucitar en una segunda edición, la inmarchitable imaginación de Steven Spielberg; si todo aquel goce visual parece saciar nuestro interés, uno sigue recordando, entre rocas, gemas y meteoritos, lo que presenció en los jardines que festonean aquella impresionante fachada de terracota. A uno no se le aparta de la mente aquellos dos troncos fosilizados, procedentes de los bosques de Escocia que, según los eruditos en la materia, atesoran una antigüedad de trescientos millones de años, repetimos lo leído: “300 million years old”. Ustedes comprenderán que ante tal fenómeno botánico uno haya desplazado de su atención a aquellas otras secciones de zoología, ecología, paleontología y mineralogía que, con tanto lujo de detalles, se muestra en este museo cuyas galerías se ven invadidas por una peculiar romería de británicos y turistas de todas las razas y vestimentas y, sobre todo, niños, muchos niños, con sus progenitores; y grupos estudiantiles con sus tutores.
 
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