Los 100 años del COTIME (2)

 
Por Antonio Salgado Pérez (Retazos de su libro Los 100 años del COTIME (1908-2008). Remembranzas de la Escuela de Comercio).
 
 
 
José Molowny Real (II)
 
 
molowny Personalizado
 
          José Molowny Real, que nació en Santa Cruz de Tenerife el día 22 de agosto de 1893, "en una casita de la chicharrera calle de La Noria", falleció el 6 de noviembre de 1969. Sus biógrafos han recalcado que fue “un hombre íntegro, un patriota cabal y un perfecto caballero”. Fue Profesor Mercantil, título que obtuvo “con las mejores calificaciones” en la Escuela Superior de Comercio de Santa Cruz de Tenerife. A los veinte años de edad, José Molowny hizo oposiciones al Cuerpo de Oficiales Técnicos de Hacienda, obteniendo en las reñidas pruebas de competencia el número uno de su promoción, que le daba derecho a escoger destino, pidiendo entonces una de las vacantes existentes en la Delegación de Tenerife, donde ocupó el cargo de jefe de Contabilidad. Después de quince años ininterrumpidos en el mencionado puesto, José Molowny fue designado, por méritos profesionales, interventor de Fondos en la misma dependencia, sirviendo el cargo por espacio de diez años. Entonces, el Ministerio de Hacienda lo eligió para desempeñar el alto cometido de delegado en Las Palmas de Gran Canaria, en cuyo ejercicio permaneció otra década, hasta venir nuevamente a su tierra natal, esta vez como delegado del ministerio de Hacienda en la provincia de Tenerife. En este cargo y hasta su jubilación, permaneció durante nueve años, haciendo un total de cuarenta y cuatro los servidos al Estado en una fecunda labor administrativa digna de todo encomio.
 
         Pero no fue esta sola la tarea que se impuso a sí mismo Molowny Real, “inquieto siempre en todo aquello que significara el engrandecimiento de su isla”. Su actividad le llevaba a cooperar en cuantas obras humanitarias fueran necesarios los servicios desinteresados de su persona. Así pues, fue el primer secretario del Consejo de Alto Patronato de los Exploradores de España, cuando esta benemérita institución fue consolidada en Tenerife y presidida honoríficamente por el duque de Santa Elena, Alfonso María de Borbón y Castellví; y dirigida con efectividad por Rafael Hardisson y Espou. Fue tanto el entusiasmo que desplegó José Molowny en el desempeño de sus funciones, que por el Consejo Nacional le fue otorgada la “Medalla de Oro a la Constancia”, una de las pocas condecoraciones escultistas de este carácter que se concedieron por entonces.
 
          José Molowny Real fue uno de los componentes de la Corporación presidida por el llorado alcalde santacrucero García Sanabria, y fácil es presumir que la presencia de aquél en tal conglomerado de hombres útiles y honrados, que colaboraron con el gran alcalde, tuvo que ser, como efectivamente lo fue, de un valor extraordinario, dadas las carismáticas dotes administrativas que concurrían en Molowny Real.
 
          Quizá una de las más destacadas facetas de la vida pública de nuestro personaje fue su actuación como presidente de la Junta Provincial del Paro Obrero, en plena contienda nacional, donde resolvió agudos problemas creados con motivo de la guerra en cuanto a la situación que se había creado en la clase trabajadora. Aquel hondo problema fue paliado por José Molowny “con notable acierto, nivelando con su certera visión y la experiencia de sus conocimientos profesionales todo el estado de cosas derivado de la situación bélica, salvando a la provincia de un cisma económico que hubiera tenido grandes consecuencias sin su valiosa intervención”.
 
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