San Sebastián de La Gomera. Un puerto cargado de Historia Universal

 
Por Carlos Hernández Bento  (Publicado en el mejicano Diario de Colima el 3 de mayo de 2020).
 
 
          El pueblito en el que nací, es el pequeño puerto del Atlántico del que partió Cristóbal Colón el 6 de septiembre de 1492, justo antes de unir para siempre las dos mitades de la Tierra. Fue de aquí, y no de Palos, desde donde saltó a lo ignoto.
 
          Después del Navegante desfilarían por él muchos otros nombres sobresalientes de la historia universal, antes de pasar al Nuevo Mundo: Juan de la Cosa, que lo cartografió por primera vez; Américo Vespucio, que le dio nombre; Hernán Cortés y Pizarro, que conquistaron sus mayores imperios, integrándolos a Occidente; o Núñez de Balboa, que descubrió el “todavía más allá” que representaba el océano Pacífico.
 
          Destacados visitantes fueron también: don Álvaro de Bazán, uno de los más grandes marinos de todos los tiempos, “rayo de la guerra y jamás vencido”, según El Quijote de Cervantes; así como García Jofre de Loaysa, quien se dirigía a las islas Molucas, acompañado por Juan Sebastián Elcano, el “Primus circundedisti me”; y Andrés de Urdaneta, el audaz descubridor del tornaviaje del Pacífico.
 
          En el siglo XVI sufre los ataques navales de los franceses Le Clerq y Capdeville, y el del holandés Van der Does; en 1618, uno dantesco del argelino Tabac Arráez, al mando de 4.000 hombres y 63 bajeles; y en 1743, el del inglés Charles Windham, quien recibió la brava respuesta de don Diego Bueno, comandante de la Isla: “Por mi patria, por mi ley y por mi rey, he de perder la vida y, así, el más fuerte vencerá”; una frase que, como ejemplo de gallardía, daría la vuelta al mundo europeo en siete idiomas cultos, hasta la entrada del siglo XX.
 
          Otro hecho notable es el nacimiento de don Antonio Ruiz de Padrón, en 1757, en la casa que hoy lleva su nombre. El amigo de Washington y Franklin. El político y sacerdote -¡Sí, sacerdote!- que acabó con la Inquisición española y su miseria intelectual, gracias a sus intervenciones y razonamientos en las Cortes de Cádiz.
 
          San Sebastián yace literalmente a la sombra del pico Teide, faro de marineros de muy alta mar. Para comprender lo que escribo, hay que subir sus 3.715 m y contemplar desde él un amanecer. Ante nuestros ojos una pirámide de sombra se alarga sobre la redondez de la Tierra, dando abrigo a La Gomera. ¡Sublime estampa!
 
Gomera Teide Personalizado
 
El Teide visto desde La Gomera  (Fotografía de Abel Hernández Bento)
 
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