La guerra hispano-estadounidense de 1898 y las Islas Canarias

 
Por Alastair F. Robertson  (Publicado en inglés el 21 de febrero de 2020 en el número 645 de Tenerife News. Traducción de Emilio Abad).
 
 
 
          En España, al año 1898 se le conoce sencillamente como el del “Desastre”. Fue el momento en que España perdió definitivamente su imperio ante otra potencia imperial emergente, los Estados Unidos de América del Norte.
 
          Desde hacía varios años se venía desarrollando una guerra civil en Cuba, a la vez que las Filipinas vivían en un estado de permanente agitación, pero la tensión alcanzó su cénit como consecuencia del apoyo de los Estados Unidos a los insurgentes cubanos y filipinos, los luchadores por la libertad, que querían independizarse de España. Cuando un acorazado americano, el Maine, voló por los aires en el puerto de La Habana, en Cuba, la prensa americana reaccionó inmediatamente de forma virulenta y acusó a España de traición. Se alcanzó un punto de ruptura y los Estados Unidos declararon la guerra el 25 de abril, aunque posteriormente se retrasara sospechosamente al 18 para intentar legalizar las hostilidades que ya habían iniciado.
 
          La guerra por tierra y mar se desarrolló en las Filipinas, Cuba y Puerto Rico, a la vez que los Estados Unidos se anexionaban el reino independiente de Hawai, en el Pacífico, aunque no tuviese la menor relación con España.
 
          La Armada Española, ya de por sí envejecida y en clara decadencia, se debilitó aún más cuando tuvo que ser dividida para actuar en dos zonas, las Filipinas, en el Extremo Oriente, y las posesiones en América, mientras, además, mantenía una reserva para proteger las aguas territoriales. Esta reserva se justificaba ante el temor de que los Estados Unidos pudiesen atacar territorio español, incluidas las Islas Canarias, por lo que había que contar con fuerzas navales en el Atlántico Occidental.
 
          Las Canarias fueron puestas en estado de máxima alerta, mejorándose rápidamente las defensas ya existentes y aumentando las existencias de municiones. El Illustrated London News fue uno de los periódicos británicos que informaron de la evolución de la situación aquí.
 
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El Muelle, Tenerife                                                                           Santa Cruz
 
 
         
          El 23 de abril el periódico informaba desde el Archipiélago: “Las baterías defensivas y las guarniciones de Tenerife y de las Islas Canarias se han reforzado considerablemente…  Entre los preparativos para la guerra emprendidos por España desde que la situación con los Estados Unidos alcanzó su estado más crítico, se cuenta la incautación por las autoridades gubernamentales de los más importantes edificios públicos y almacenes de Tenerife y Gran Canaria para ser utilizados, si hiciese falta, como alojamiento paras las tropas y el almacenamiento de municiones y pertrechos. En ambas islas se han desembarcado ya importantes cantidades de carga, y más apoyos se encuentran en camino hacia ellas. El número de efectivos españoles con que se estima se podrá contar casi inmediatamente en Tenerife y Gran Canaria es aproximadamente de unos doce mil.  Se ha acelerado la construcción de fortificaciones y hasta las iglesias se han convertido en cuarteles y almacenes en aquellos lugares en que faltaban edificios adecuados."
 
          El 9 de mayo se declaró el estado de guerra, pasando la administración civil bajo control militar.. Cualquier crítica al gobierno o la difusión de falsos rumores serían castigados.
 
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El Castillo, Santa Cruz
 
 
          Informes desde Las Palmas ocupaban un lugar destacado  en el Illustrated London News: “Las Palmas, capital de Gran Canaria y la ciudad más importante del Archipiélago, está protegida por una montaña de cierta elevación desde la que una poderosa batería costera domina el amplio puerto, que se ha construido en los últimos años. Tenerife, la isla más grande del grupo, también está siendo reforzada con la instalación de baterías en los lugares más dominantes."
 
          Para aquellos lectores que no estuvieran familiarizados con las Canarias, el periódico añadía alguna información básica: “Las Islas Canarias han sido una provincia española desde finales del siglo XV. Su propia historia se remonta a la antigüedad y generalmente se cree que fueron las Islas Afortunadas de la antigua leyenda. Eran conocidas por los fenicios y fueron visitadas por los navegantes de tan alejada nación. Destacan sus producciones de aceite, tabaco, frutas tropicales y otros, pero ahora parece que van a convertirse en un importante punto  fuerte de España en caso de guerra. En Gran Canaria, La Isleta es el lugar principal para el adiestramiento militar. Se ha emprendido la construcción de carreteras y se han instalado dos baterías de cañones."
 
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Escenas en la isla de Gran Canaria, que está siendo fortificada y aprovisionada por España
Tropas construyendo carreteras en La Isleta --- Un soldado español del 17 de Cazadores --- La hora del desayuno en La Isleta ---
La Santa Misa celebrada en la Plaza de Santa Ana en Las Palmas --- El puerto de Las Palmas y la Isleta, donde está a punto de concluirse la instalación de dos baterías 
 
         
          Durante la guerra, la parte de la Armada española mantenida en reserva para proteger las aguas territoriales no participó. Pero cuando se conocieron los reveses de Filipinas, el gobierno decidió enviar refuerzos, por lo que la Escuadra de Reserva, que incluía destructores torpederos, bajo el mando del Almirante Cámara, zarpó de Cádiz y puso rumbo a Port Said a través del Mediterráneo
 
          España tenía razón al sentir preocupación por las Islas Canarias. El 27 de junio, del Departamento de Marina de los Estados Unidos anunció la creación de una Escuadra naval oriental con la misión de atacar las costas españolas. Unos pocos días después, cuando la Escuadra del Almirante Cámara se encontraba a punto de cruzar el Canal de Suez, se recibió la orden de que la mitad de los barcos, incluido el del Almirante volviesen a España, mientras el resto debía continuar su viaje.  El Almirante Cámara creía que pronto entraría en combate con la muy superior fuerza americana que, mandada por el almirante Watson iba a cruzar  el Atlántico.
 
          Sin embargo, antes de que ello pudiera suceder, los combates se detuvieron en julio. El 12 de agosto se declaró un armisticio y comenzaron las negociaciones de paz que culminarían con la firma del Tratado de París el 10 de diciembre de 1898.
 
          España había perdido su imperio y los Estados Unidos habían ganado uno. Entre las pocas islas que España mantenía se encontraban las Canarias. Pero todo hay que decirlo. Si los Estados Unidos hubiesen amenazado Canarias, los europeos, con sus intereses financieros, especialmente Gran Bretaña, el mayor inversor en Tenerife, podían haber tenido algo que decir sobre el tema y la guerra entonces hubiera tomado un rumbo muy diferente.
 
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Agradecimientos
 
Las fotos y los textos entrecomillados se han reproducido de ejemplares del Illustrated London News con la amable autorización de José Manuel Padilla Barrera, Bibliotecario del Real Casino de Santa Cruz, y con la ayuda de la Auxiliar de la Biblioteca María Esther Tubia Pérez
 
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