El incremento del patrimonio civil y militar ante las amenazas contra Tenerife en la Segunda Guerra Mundial

 
A cargo de Emilio Abad Ripoll  (Pronunciada el 26 de marzo de 2019 en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife).
 
 
 
 PRESENTACIÓN
 
          Cuando desde la Secretaría de la comisión organziadora de este  Congreso se me solicitó por correo electrónico el pasado día 7 el título de la charla para incluirla en el programa, tengo que confesarles que, inmerso en otros asuntos, aún no había empezado a redactarla. Si a eso se le añadía que a mí me pedían hablar de “patrimonio militar”, pero otro buen amigo, con el que finalizamos hace un par de horas el ciclo matinal, Miguel Ángel Noriega, iba a tocar el patrimonio militar arquitectónico, pues su conferencia trataba sobre las fortificaciones que se habían ido levantando a lo largo de los 5 siglos de vida de Santa Cruz, me sentí un poco en el aire. Días antes había sostenido una breve charla con Miguel Ángel y luego otra con Diria y acordamos que yo hablaría del patrimonio militar “no arquitectónico”. Pensé entonces en las angustias que se tuvieron que vivir en la Segunda Guerra Mundial y propuse el título que tienen en pantalla, que fue aceptado.
 
          Luego, en los días que han mediado desde el 7 empecé a darle vueltas al tema y al final ha salido una charla que se ajusta a las dos partes del título. En la primera hablaré de un patrimonio que nace dirigido por militares, y en tiempos de la 2ª Guerra Mundial, pero que no es militar, mientras que en la segunda lo que se construyó en la misma época exclusivamente con fines militares.  Y, de acuerdo con lo que acabo de comentar, vamos a seguir el siguiente esquema de la charla:
 
 
SOBRE  EL  PATRIMONIO  CIVIL  LEGADO  POR  EL  ESTAMENTO  MILITAR
 
Canarias y la 2ª Guerra Mundial
 
          El tiempo transcurrido –casi 80 años desde que se inició la 2ª Guerra Mundial–, con la consiguiente desaparición por motivos biológicos de la gran mayoría de quienes vivieron aquellos momentos, ha hecho que se difuminara en la memoria histórica de la población del Archipiélago la difícil situación en que se encontraba España, y muy acusadamente Canarias, en los inicios de la década de los 40 del pasado siglo.
 
          En efecto, la declarada neutralidad de nuestra Patria en aquellos años, si bien por una parte implicaba la no participación en una tremenda contienda que se había iniciado exactamente a los 5 meses de que se diese por concluida nuestra devastadora Guerra Civil (1936-1939), por otra llevaba a pensar, ante la evolución de la situación bélica en Europa, que, antes o después, el Archipiélago, o al menos una de sus islas, sería invadido: bien por Alemania, si el Gobierno de España persistía en su idea de mantenerse lo más al margen posible del conflicto, o bien por los aliados, ya fuese Gran Bretaña, especialmente si los alemanes, como se presumía, tomaban Gibraltar, o ya fuesen los EE.UU., cuando entraron en la guerra, para los que una isla cercana al continente africano supondría contar con un inmenso portaaviones en sus planes de atacar a las fuerzas del Eje en su flanco sur, el Norte de África.
 
          Con respecto a los británicos, que supusieron la mayor amenaza, el propio Churchill escribiría en sus Memorias:
 
                     "Tan grande era el peligro (de perder Gibraltar) que casi dos años mantuvimos constantemente en alerta de pocos días una expedición de más de 5.000 hombres y sus barcos preparados para tomar las Islas Canarias, desde las cuales podíamos mantener el control aéreo y marítimo sobre los U-boats.”
 
          En esa situación, y ante el peligro de aislamiento del Archipiélago, el Gobierno español tomó la importantísima decisión de constituir el Mando Económico de Canarias, organización que superaba cualquier concepto preexistente, puesto que se conferían al Capitán General del Archipiélago no solo el mando absoluto sobre todas las fuerzas de Tierra, Mar y Aire en él desplegadas, sino también sobre todos los resortes del poder político, económico y social en las islas. 
 
El Mando Económico
 
          Cuando nació el MEC, el 5 de agosto de 1941, hacía sólo 28 meses que los españoles habían oído con alivio a través de los micrófonos de RNE que “la guerra ha terminado”. Pero también únicamente habían transcurrido 23 meses desde que, por el mismo medio, escucharon, con preocupación y temor, que los tambores de guerra resonaban de nuevo en Europa. La recuperación española, tras nuestra guerra civil, podría haber empezado a producirse mucho antes en una Europa en paz, pero, por desgracia, no fue así. La situación en España y en las Islas fue empeorando, llegándose a niveles extremos de pobreza, pues ni podíamos exportar, porque producíamos muy poco y no podíamos importar casi nada, porque ni teníamos divisas, ni la vida era ya normal en el resto del mundo. 
 
          Eso suponía que habría que plantearse la faceta económica de modo muy distinto a la diseñada para una economía de paz. Ya el Gobierno había promulgado las primeras disposiciones a escala nacional para el desarrollo de lo que se llamó la “autarquía económica”, pero en las Islas las circunstancias eran mucho peores que en la Península, pues existían 3 condiciones que los peninsulares no sufrían: lejanía (midiendo las distancias en tiempo, entonces estábamos mucho más lejos que ahora), aislamiento (no era nada seguro navegar por un Atlántico infestado de submarinos de uno y otro bando y de buques de guerra que exigían certificados de navegación, y a veces confiscaban la carga) y mayor posibilidad de guerra, pues las islas (o al menos una de ellas) podían ser atacadas incluso sin que España hubiese entrado en el conflicto. El resultado estaba claro: Canarias tendría que bastarse por sí misma en todos los aspectos de su existencia, no solo en el de la Defensa.
 
          La situación llevó a la Jefatura del Estado a promulgar un Decreto el citado 5 de agosto de 1941, ordenando que, respetando la legislación general del Estado, pero buscando la mejor adaptación a las necesidades de las Islas, se centralizaran en una sola persona todos los resortes de Mando, Vida y Organización Económica del Archipiélago. Se establecía, de iure lo que hubiera podido suceder de facto, un régimen excepcional que, al fin y al cabo, no era más que un anticipo o un ensayo de lo que habría que hacer si se entraba en el conflicto. 
 
          Se nombró Jefe del Mando Económico a quien era Capitán General de Canarias, el general don Ricardo Serrador Santés, quien, al fallecer, en 1943, sería sustituido por el general don Francisco García - Escámez Iniesta, hasta la desaparición del ente en febrero de 1946.
 
          Lo lógico, visto lo que ocurre hoy en día, es pensar que aquel nuevo organismo debería estar formado por una gran cantidad de personas, dada la responsabilidad que se le confería en todos los aspectos de la vida sobre las 7 islas, pero no fue así. En un libro titulado Memoria del Mando Económico se incluye un listado nominal de las personas que habían formado la cabeza y las delegaciones en las 7 islas. Lo resumí… y me quedé perplejo. En el MEC, con 8, llamémosles oficinas, abiertas (la “central” y las insulares), y durante 4 años y medio, trabajaron un total de 30 militares -no todos al mismo tiempo- (5 Generales, 7 Coroneles, 9 Tenientes Coroneles, 5 Comandantes, 3 Capitanes y 1 Teniente) y 36 funcionarios civiles (incluyendo auxiliares mecanográficos, ordenanzas, conductores, botones y motoristas). Es decir, 66 personas…  Que planearon y dirigieron todo lo que veremos a continuación, pues no me resisto a ponerles unas diapositivas, a fuer de prolongar un poco más la charla. Las iré comentando rápidamente y añadiré algunas fotos de la época.
 
Las realizaciones del Mando Económico
 
          En ésta relación vemos las mejoras en un aspecto social tan fundamental como es la vivienda
 
Barriadas obreras
     - García-Escámez (SC / TF) … 301 viviendas, más equipamientos.
     - Generalísimo Franco (LP / GC) … 176 viviendas más equipam.
     - Nª Sra. del Carmen (LP /GC) … 76 viviendas más equipamientos.
     - La Orotava (TF) …21 viviendas (colaboración con Ayuntamiento)
     - Para pescadores:
          . Güimar (TF) … 33 viviendas amuebladas.
          . San Marcos (Icod / TF) … 16 viviendas y escuela.
          . Puerto La Estaca (H) … 25 viviendas, escuela y centro instructivo.
          . Puerto Cabras (FV) … 12 viviendas
          . Arrecife (LZ) … 12 viviendas
 
          En total el MEC construyó 738 casas, por un importe de 22.820.204,14 pts. Cuando añado equipamientos me refiero a grupo escolar, mercado, iglesia, pequeñas tiendas para comercio,… en fin lo que se necesita para vivir en un barrio sin salir de él. Hago notar también que las casas eran de 2, 3 ó 4 dormitorios, con cocina y cuarto de baño con ducha y retrete. ¡Ah! Al menos, que yo  sepa, las casas de la Barriada García Escámez contaban con un patio trasero que se utilizaba como corral para mantener una cabra (regalada por el MEC) que proporcionaba leche para los niños de la familia. 
 
          Pasamos ahora a obras relacionadas con la SALUD, otra necesidad básica del ser humano. Éstas que se relacionan son las que construyó, o en cuyas mejoras colaboró, el MEC.
 
Obras sanitarias y de beneficencia
     - Edificios para la Cruz Roja:
          . Santa Cruz, La Laguna y Puerto de la Cruz en Tenerife.
          . Las Palmas de Gran Canaria
     -Sanatorios Antituberculosos:
          . Ampliación: 100 camas en los de Santa Cruz (TF) y Las Palmas (GC).
     - Leprosería Regional en Las Palmas de Gran Canaria.
     - Instituto Provincial de Sanidad en Las Palmas de Gran Canaria.
     - Hospital en Arrecife (LZ).
 
          El total invertido en ellas fue de 6.854.912,16 pesetas, 
 
          Vayamos ahora al apartado de las OBRAS PÚBLICAS. 
 
Obras públicas
      - Muelle pesquero en San Andrés (SC / TF), Embarcadero en La Graciosa  y  Dique de contención de aguas en San Sebastián (G)
      - Carreteras:
        . En La Gomera: Valle Gran Rey – Arure //  Vallehermoso – San      Sebastián //  Aguagilba – San Sebastián // Las Toscas - Benchijigua y Santiago - Las Toscas.
        . A San Salvador por Frontera (H)
        . Pista del Bailadero (TF)
     - Puentes: 
        . General Serrador (SC / TF)
        . Carretera de Mocanal a Guazoca (H)
        . Isora (H)
        . Valverde (H)
     - Asfaltado de cientos de kilómetros en todo el Archipiélago.
 
          A este capítulo se dedicaron 7.160.423,23 pesetas de las que casi 4,5 millones se invirtieron en la construcción del Puente Serrador, arteria fundamental de nuestra capital. 
 
          Le corresponde el turno ahora a las OBRAS HIDRÁULICAS y no hace ninguna falta explicar aquí la importancia del agua en las Islas. A continuación se recogen las aportaciones del MEC, que supusieron un total de 10.218.775,83 pesetas.
 
Obras hidráulicas
     - Embalses, presas…
          . Los Molinos, con colonia rural (33 viviendas), Las Peñitas  y La Herradura en Fuerteventura.
          . Ayagaures, El Conde y Cercado de Araña en Gran Canaria.
     - Depósitos:
          . Vergara, Tigaday, Sabinosa, Llanía, Valverde, Azofa y Fuente del Julán en El Hierro.
          . Las Palmas de Gran Canaria.
          . La Graciosa.
     - Conduciones, canales, acequias, galerías…:
          . Canal del Sur, Los Palomos, Tejina-Pta. del Hidalgo, El Porvenir,         La Matanza y El Rosario en Tenerife.
          . San Andrés y Sauces en La Palma.
          . San Sebastián y Valle Gran Rey en La Gomera.
          . El Gamonal y Camaretas en Gran Canaria
 
          Y también de capital importancia es la educación, con el pilar básico de la ENSEÑANZA. Nada menos que 7.840.975,33 pesetas dedicó el MEC a este fin, con la construcción de numerosas escuelas y la donación de material escolar, sin descuidar una señalada aportación a la Universidad de La Laguna. En el cuadro (incompleto pues no pude incluir, por ahorrar tiempo, los centros beneficiados con las ayudas de material escolar y libros para constituir bibliotecas), pueden ver un listado de estas.
 
Enseñanza
     - Terrenos adquiridos para la ULL (De Cruz de Piedra a edificio principal)
     - Grupos escolares:
          . En Tenerife: Barriada García Escámez en Santa Cruz (10 secciones), La Cuesta (6 sec.), Puerto de la Cruz (8 sec.), La Guancha, y en la Barriada de pescadores de Icod.
          . En Gran Canaria: Barriada Generalísimo Franco en Las Palmas (8 sec), San Mateo (8 se.), Santa Brígida (8 sec.) y Agaete (8 sec.).
          . En La Palma: Fuencaliente y Breña Baja (en colaboración con el Ayuntamiento).
          . En La Gomera: San Sebastián (8 sec.)
          . En Fuerteventura: Puerto Cabras (2 sec.) y Betancuria (2 sec.)
          . En el Hierro: San Andrés (2 sec.)
          . En Lanzarote: Arrecife (2 sec.)
     - Jardín escolar para infancia en Barriada García-Escámez (SC / TF)
     - Reformatorio de menores en Santa Cruz de Tenerife.
     - Adquisición de una casa para escuela en Puerto de la Estaca (H) con mobiliario y una casa para maestro en Vega del Río Palma (FV).
     - Muchas donaciones de material escolar, libros para bibliotecas…
 
           En unos momentos de exaltación religiosa, como los que se vivían entonces, lógico es que el Mando Económico no se olvidase de este aspecto. Como vemos a continuación también fueron numerosas las obras, incluidas las asistenciales, que se construyeron o reconstruyeron. 
 
Religión
     - Iglesias:
         . Construcción de las de San José y San Fernando en Santa Cruz (TF),   Sabinosa (H) y La Graciosa; y las Ermitas de San Marcos en Icod (TF)  y Santa Rosa en Agulo (G).
         . Reconstrucción de la de Frontera (H).
     - Cementerios:
         . Construcción de los de Playa Santiago (TF) y La Graciosa.
         . Reconstrucción de los de Tijarafe (LP), Teguise (LZ) y El Pinar y San Andrés (H).
     - Enseñanza y acción social:
         . Hogar Escuela María Auxiliadora en Santa Cruz (TF).
         . Colegio María Auxiliadora en Las Palmas (GC).
         . Ampliación de las Escuelas Pías en Santa Cruz (TF)
         . Reforma del Aula Victoria (TF) y ampliación con talleres de zapatería,        sastrería e imprenta.
         . Ampliación con talleres en los Padres Salesianos de Las Palmas (GC)
 
          Se dedicaron a estos menesteres 3.379.862,77 pesetas, incluyendo donativos a instituciones religiosas, cofradías, etc. para ayudarles en sus labores asistenciales.
 
          Para mí es sencillamente pasmoso que en los tiempos que corrían en la primera mitad de las década de los 40 del siglo XX,  saliendo nosotros de una guerra, con amenazas de entrar en otra y en medio de la mayor conflagración mundial de la Historia, cuando prácticamente todas las ciudades europeas eran arrasadas por tremendos bombardeos, el Mando Económico, con una visión de futuro asombrosa, apostara por la construcción de hoteles de lujo, como el Mencey o el Santa Catalina, por adquirir y poner a disposición del Cabildo de Tenerife el Gran Hotel Taoro, y por construir o poner en marcha Paradores. El Mencey fue construido en colaboración con el Cabildo, aportando el MEC 6.673.906,00 pesetas, En total, la cantidad desembolsada por el MEC para las obras hoteleras que se relacionan fue de 13.904.166,91 pesetas.
 
Hoteles de turismo
     - Hotel Mencey (Santa Cruz de Tenerife)
     - Hotel Santa Catalina (Las Palmas de Gran Canaria)
     - Compra del Gran Hotel Taoro (Puerto de la Cruz, TF) y cesión al Cabildo.
     - Paradores: 
          . Las Cañadas (TF)
          . Santa Cruz de La Palma
          . Lanzarote
          . Puesta en marcha del de Tejeda (GC) propiedad del Cabildo
 
          Pero, a la vez, no olvidaba las necesidades sociales y construía dos modernísimos Mercados, el de Nuestras Señora de África aquí en Santa Cruz, y el de Las Palmas de Gran Canaria.dotados de frigoríficos para los alimentos peredecederos, que costaron 4.976.010,66 pesetas (3.700.000 el nuestro, que sigue admirando a todo aquel que lo visita). 
 
          Me estoy alargando en demasía en este apartado, pero no quisiera cerrarlo aquí. Hubo muchas más realizaciones, como la Cooperativa Vinícola de Fuencaliente, en La Palma, las mejoras en el suministro de electricidad en todas las islas, el Monumento a los Caídos en Santa Cruz de Tenerife, con la urbanización de la bellísima, entonces, Plaza de España…etc. etc. Pero no tengo tiempo para hablar, ni es el momento, de la política de precios, ni del autoabastecimiento de patatas, ni de la creación de determinados consorcios, ni del apoyo al transporte terrestre, o a la industria tabaquera, o a la pesquera… Ni de las becas que se concedían a estudiantes o artistas, como por ejemplo, César Manrique, que estudió y se formó en Madrid primero gracias a los fondos del MEC, y, cuando éste desapareció, con apoyo de la familia García Escámez…
 
          Además, ni que decir tiene, y estoy seguro de que está en el ánimo de ustedes, que esas obras que hemos repasado, en plena crisis en la agricultura, en la escasa industria, en la pesca y el comercio que amenazaba con la ruina y el hambre, dieron trabajo a miles de obreros, que así abandonaron las negras listas del paro, y pudieron llevar a sus casas un jornal.
 
          Si al final hubiese tiempo, les podría contar de donde salieron los casi 100 millones de pesetas que el MEC invirtió en mejorar la vida en el Archipiélago, al punto que, como le escuché decir en una conferencia a un profesor universitario hace unos 20 años: “Con el Mando Económico, Canarias entró en la modernidad.”
 
          Como dije antes, el Mando Económico desapareció meses después del final de la 2ª Guerra Mundial, ya en febrero de 1946, cuando, más o menos, las aguas volvieron a su cauce y se desvaneció el peligro de aislamiento e invasión que pesó sobre las Canarias durante buena parte de aquellos difíciles casi 5 años. Y, sin embargo, y gracias a la actuación del Mando Económico, la dureza de la vida aquí fue inferior a la que se vivió en el resto de España.
 
          Y, además nos dejó un legado imborrable, y no me refiero al arquitectónico, o de cualquier otro aspecto material, sino el ético de cómo deben ser un buen gobierno y una buena administración. Hoy en día, cuando por desgracia, y pese a que con total seguridad yo defiendo que hay muchos más políticos honrados que corruptos, la televisión, la prensa escrita, las redes sociales, la radios, etc. nos atosigan con numerosos casos de corrupción, a todos, honrados y corruptos,  puede servir de ejemplo que el hombre por cuyas manos pasó durante su mandato (años 43-45) toda la riqueza de Canarias, y que luego seguiría ostentando el mando militar del Archipiélago hasta su fallecimiento en 1951, el general García Escámez, murió tan pobre que para pagar los gastos de su entierro “se pasó la gorra” por los despachos y oficinas de Capitanía, y lo que faltaba lo aportó un organismo militar, la Comandancia de Obras. Así lo entendió el pueblo tinerfeño, que le tributó en su despedida el mayor homenaje de cariño y gratitud que se recuerda en Canarias, cuando sus restos a hombros de las gentes que se disputaban el honor de cargar con el ataúd, fueron llevados a enterrar en la iglesia de la Barriada que lleva sus apellidos.
 
SOBRE EL PATRIMONIO MILITAR NACIDO  EN LA  2ª GUERRA MUNDIAL
 
          Hace ya una docena de años, y como consecuencia de la preocupación de un grupo de alumnos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria por el estado de deterioro en que se encuentran las pocas baterías y casamatas que perduraban en aquella isla de entre las que se levantaron para ejercer una función defensiva en los difíciles años de la 2ª Guerra Mundial, el Aula de Estudios General Ignacio Pérez Galdós (de colaboración entre el Mando de Canarias y la citada Universidad) abordó la realización de una actividad que se denominó «Localización y estudio de las fortificaciones construidas en Gran Canaria durante la 2ª Guerra Mundial».
 
          La citada actividad, cuyas finalidades principales se encaminaban a obtener resultados que sirviesen de apoyo a estudiosos e investigadores interesados en el patrimonio histórico y en la propia historia de las Fuerzas Armadas y de Canarias, a la vez intentaba llamar la atención de las instituciones locales acerca de la posibilidad de recuperación de estas fortificaciones como parte de proyectos de desarrollo local y empleo. Sus conclusiones se ofrecieron también al público en general, ya que se colgaron en la página web de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
 
          Vistos los resultados obtenidos, los Codirectores de la Cátedra General Gutiérrez, de colaboración entre el Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias y la Universidad de La Laguna (el General don Antonio Labalsa Llaquet y su sucesor en la Dirección del Centro, General don José Manuel Pérez Beviá, y el catedrático don Pedro Bonoso González Pérez, del Departamento de Historia de la Facultad de Geografía e Historia de la citada Universidad) decidieron que conjuntamente se llevara a cabo un trabajo similar en la isla de Tenerife, ampliándolo en aquellos aspectos que fuese posible, y con los siguientes objetivos:
 
         a) Dar a conocer aquella parte que aún se conserve del patrimonio histórico y cultural que suponen las fortificaciones de la isla de Tenerife, intentando, a la vez, evitar su posible destrucción ante el riesgo de una urbanización mal controlada del litoral.
 
          b) Rescatar del olvido una parte importante de la historia del Archipiélago en general, y de Tenerife en particular, durante la 2ª Guerra Mundial, y darla a conocer al público.
 
          c) Potenciar el desarrollo local al definir elementos de carácter histórico y cultural de interés para la actividad turística.
       
          d) Contribuir a la política social de los municipios y el Cabildo de Tenerife a través del desarrollo de actividades ocupacionales, como talleres de restauración.
 
Organización del trabajo
 
          Con tales objetivos, el trabajo se organizó en dos fases. En la primera, que podemos denominar “de gabinete” prevalecieron las labores de investigación, especialmente en los órganos dependientes de dicho Centro (Archivo Intermedio Militar de Canarias, Biblioteca Regional Militar y Museo Histórico Militar), así como en los fondos de las Unidades, sin olvidar, como es lógico, la consulta de abundante bibliografía.
 
          En una segunda fase o “de campo”, se visitaron todas las obras defensivas que fue posible localizar, con especial atención a lo que había llegado hasta nuestros días de las Baterías de Costa, y comprobar “in situ” sus posibilidades de restauración o conservación. Para la localización y comprobación del estado de casamatas y nidos de ametralladoras, la Universidad de La Laguna ofreció la participación de alumnos de los últimos cursos de Geografía e Historia.
 
          El resultado se plasmó en un libro, editado en 2013, y que me ha servido de base para la confección de parte de la charla que se me ha encomendado.
 
          Pero existe otra magnífica obra que recomiendo a  quienes quieran saber algo o mucho sobre el tema. Se trata de Canarias indefensa: los proyectos de ocupación de las islas durante la II Guerra Mundial, del doctor don Juan José Díaz Benítez, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En él podrán seguir el desarrollo de los diferentes planes ingleses para la conquista de Canarias, que llevaron los nombres sucesivos de Puma, Pilgrim, Breezy, Adroit y Tonic (éste enlazado con la Operación Torch estadounidense sobre el Norte de África). Y quiero resaltar también que el número de hombres que recoge Churchill en sus Memorias fue el más bajo asignado a esas operaciones, pues para la puesta en ejecución de la Operación Pilgrim, cuyo desencadenamiento estaba previsto para la segunda mitad de 1941, se designó la denominada Fuerza 110, constituida por 24.109 hombres, sin contar las tripulaciones de las fuerzas navales (1 acorazado, 3 cruceros, 7 destructores, 2 dragaminas y 20 buques de transporte), ni aéreas (150 aviones) lo que elevaría el total a unos 30.000 efectivos.
 
          Bueno, pues además de lo que hicieron y ya expuesto en la primera parte de la charla,  le cupo a las personas que ejercieron el cargo durante aquellos años, los citados generales Serrador y García Escámez, la tremenda responsabilidad de prepararse a mantener la integridad del territorio ante un, como hemos señalado, más que posible intento de ocupación de al menos una isla (la más probable era Gran Canaria, a la que seguiría Tenerife)
 
Los preparativos defensivos
 
Efectivos
 
          Los efectivos propios habían ido variando al hilo de los acontecimientos. A finales de junio de 1939, en plena desmovilización, los efectivos, incluyendo Oficiales, Suboficiales y Especialistas, superaban ligeramente los 12.000 hombres, pero la reorganización de septiembre del mismo año llevó a una nueva disminución, con una plantilla total en el Archipiélago de casi 5.500 hombres, incluyendo los Cuadros de Mando, de los que unos 2.200 guarnecían Tenerife.
 
          En abril de 1940 se aprobaron nuevas plantillas para el Ejército, quizás porque las de septiembre del año anterior eran demasiado exiguas ante la nueva situación creada con el inicio de la guerra en Europa. Ahora Canarias contaba con 10.036 hombres para su defensa,  de los que 5.114 guarnecían Tenerife.
 
          Los citados riesgos de un posible ataque británico al Archipiélago hicieron que, apenas tres meses después, en julio del mismo 1940, se decretase una movilización parcial. Los plantillas llegaron a 9.789 hombres en Tenerife, para un total aproximado de 23.600 en el conjunto de las islas), si bien hay que resaltar graves carencias en los Cuadros de Mando (que rondaban el 20% en Jefes, Oficiales y Suboficiales y el 50% en personal del CASE (Cuerpo Auxiliar Sublaterno del Ejército, lo que hoy llmaríamso "especialistas"). Pero la conversión del riesgo en amenaza seria impulsó el aumento de personal (con nuevas movilizaciones y refuerzos de Unidades peninsulares) que elevó el contingente a los totales que ven en el cuadro para septiembre de 1942, cuando se alcanzó un máximo de casi 34.000 hombres en toda Canarias, de los que unos 12.000 guarnecían Tenerife.
 
           Luego, el alejamiento del peligro hizo que paulatinamente (desde finales de 1943, en que las plantillas descendían a poco más de 13.100 hombres) fuese disminuyendo el global de efectivos, con la desmovilización de quintas y el regreso a la Península y a África de las Unidades expedicionarias. A principios de 1946 la guarnición volvía a sus plantillas de paz, eso sí, algo más elevadas que las de septiembre de 1939.
 
Los documentos básicos. Las órdenes de operaciones
 
           Con fecha 5 de junio de 1941, el Capitán General, que en aquellos momentos era el General Serrador, firmaba un documento titulado DECISIÓN DEL MANDO, en el que lo fundamental era la idea de DEFENSA A TODA COSTA que se transmitía a los subordinados, así como la decisión de detener al enemigo en las playas, pues el Mando era consciente en aquellos momentos de que iba a ser muy difícil el evitar, con los medios de defensa de costas disponibles, que el adversario pusiera pie en las mismas. 
 
          En consecuencia, de los tres escalones en que se basaría la defensa de los sectores en que se dividía cada isla, el más importante sería el primero, constituido por una red de islotes de resistencia y nidos de hormigón a pie de playa, mientras que el segundo y el tercero constituirían apoyos y reservas para coadyuvar a la acción de aquel. De ese documento nacerían los Planes de Defensa de cada una de las islas. 
 
          Ya sabemos que, tras la muerte de Serrador, fue nombrado Capitán General el General Francisco García-Escámez, quien, en agosto de 1943, modificó algo la Directiva de su predecesor, más no en lo fundamental (la defensa a toda costa y en las playas). 
 
La defensa lejana
 
          No he citado, y debía haberlo hecho, que prácticamente no había unidades de la Armada en Canarias (apenas un par de minadores) y algo similar ocurría con el Ejército del Aire, cuyos escasos aparatos basados en Gando no podrían coadyuvar con eficacia a la defensa. Por tanto, la defensa lejana debería basarse en la Artillería de Costa (tampoco en condiciones óptimas).
 
          Por la conferencia de don Miguel Ángel Noriega de hace 3 horas, sabemos que en 1939, al acabar nuestra guerra civil, las baterías de costa existentes en Tenerife eran las que se relacionan y dotadas con materiales anticuados.
     
     - El Bufadero
     - Anexa a Paso Alto
     - Anexa a Almeyda
     - Almeyda
     - San Carlos
     - María Cristina (Barranco Hondo)
     - Alfonso XIII (Barranco del Hierro)
 
          Pero inmediatamente se procedió al desartillado de la Anexa a Almeyda, San Carlos y María Cristina, y van a nacer nuevas Baterías, unas artilladas con los materiales de las desaparecidas y otras con nuevos materiales, a los que haremos un repaso dentro de unos momentos. Y esta es la relación de las nuevas Baterías de Costa
   
      - Con material de las desaparecidas
         . Las Rosas
         . Barranco de la Barca
         . La Quinta Roja
 
     - Con nuevos materiales
         .  San Andrés
         . Las Tiñosas
         . Los Moriscos
         . Punta de la Vista
 
          En consecuencia, la organización del Regimiento de Artillería núm. 7, que así se denominaba lq unidad artillera encargada de guarnición en Tenerife durante  la 2ª Guerra Mundial, es la siguiente:
 
     - Grupo Norte:                                                           
          . 1ª Batería (G-10): San Andrés
          . 2ª Batería (G-9): El Bufadero
          . 3ª Batería (G-8): Paso Alto
          . 4ª Batería (G-7): Almeyda
 
     - Grupo Sur:
         . 5ª Batería (G-6): Alfonso XIII
         . 6ª Batería (G-5): Las Tiñosas
         . 7ª Batería (G-4): Los Moriscos
         . 8ª Batería (G-3): Punta de la Vista
 
     - Grupo Complementario:
          . 9ª Batería (G-2): Las Rosas
         . 10ª Batería (G-1): Barranco de la Barca
 
     - Batería independiente (G-11): La Quinta Roja 
 
          Y ustedes se preguntarán, ¿qué queda de todo eso? Ciñéndonos exclusivamente a lo que “nació” durante la 2ª Guerra Mundial, aunque ya hablara de ello esta mañana don Miguel Ángel Noriega, pero en atención a quien no pudiera haber estado presente pero sí esté aquí ahora, vamos a hacer un repaso, por Baterías. Empecemos por las que se artillaron con materiales de las que se habían desartillado:
 
a) Las Rosas.
 
          Situada a unos 390 metros sobre el nivel del mar, en el término municipal de Candelaria, más arriba de las instalaciones deportivas del Círculo de Amistad, al Sur y en las cercanías de Barranco Hondo, eEstaba artillada con 4 obuses de 240 milímetros Ordóñez mod. 1891. La pieza, pesaba unos 7.000 kilogramos y disparaba proyectiles de 170 kilos con un alcance máximo de  9.000 metros. Se desartilló en 1956
 
          No queda nada del asentamiento ni de los obuses. 
 
b) Barranco de la Barca.
 
          Situada muy próxima  a la carretera antigua del Sur, a poca distancia del lazo de enlace de la TF-1 con la entrada a Caletillas, en el término municipal de Candelaria. Existen aún un par de asentamientos y alguna galería, llenos de basuras.
 
          Estaba artillada con 4 cañones Ordóñez 150/34, modelo 1885, que pesaban unas 6,4 toneladas y lanzaban hasta 9.000 metros proyectiles de 42 kilogramos de peso. No queda ninguna pieza de éstas en Tenerife. La Batería se desartilló en 1956.
 
c) La Quinta Roja.
 
          Estaba situada en los terrenos conocidos hoy día como “Entrecanales” (Paisaje protegido Costa de Acentejo) del término municipal de Santa Ursula, en las proximidades de la Punta de Barranco Hondo y entre los barrancos de La Cruz y La Plaza.
 
          Tenía 4 cañones Ordóñez 150/34, como la Batería de la Barca, y fue desartillada en 1957. En 2013 era la que mejor estado de conservación presentaba en el caso del PC y Estación telemétrica. Los asentamientos de piezas han desaparecido absorbidos por una urbanización.
 
          Y ahora vamos a seguir con los nuevas Baterías que se artillaron con nuevos materiales (cuando digo nuevos me refiero a que no estaban aquí antes, pues eran ya cañones “usados”)
 
d) San Andrés.
 
          Situada en la playa de Las Teresitas, en el término municipal de Santa Cruz, estaba artillada con 2 cañones Vickers 152,4/50 procedentes del desartillado de un crucero español.
 
          En la década de los 90 del pasado siglo se produjo su desartillado y hay que resaltar que es la única de las 11 Baterías que defendieron la isla en la 2ª Guerra Mundial de la que se ha podido conservar parte de su material artillero. Uno de los cañones fue trasladado e instalado en el Museo Histórico Militar de Canarias gracias al celo de su entonces Director, el Coronel don Juan Tous Meliá, mientras que el tubo de la otra pieza es hoy un monumento a la Artillería española, y especialmente a la tinerfeña, en el barrio de Santa Bárbara, en la localidad de Icod de los Vinos.
 
e)  Las Tiñosas.
 
          Estaba situada en terrenos por encima del túnel hoy existente en el ramal que une la zona del Auditorio y Recinto Ferial con la Autopista del Sur. No queda ningún rastro de ella. 
 
          Se artilló con 4 cañones Krupp 150 / 45, Mod. 1913, procedentes de un crucero alemán de la 1ª Guerra Mundial, y se desartilló en 1970. La pieza pesaba unas 3 toneladas y disparaba proyectiles de unos 45 kgs. de peso hasta unos 16.500 metros.
 
f) Punta de la Vista.
 
          Estaba en el interior y al sudeste de la Base de Hoya Fría, y muy próxima a la actual zona de cobertizos para vehículos. Aún se conservan dos asentamientos de piezas y el PC de la Batería. 
 
          Se artilló con 3 cañones Krupp 170 / 40, también procedentes de un crucero alemán de la 1ª Guerra Mundial, que disparaba hasta más de 17 kilómetros proyectiles de unos 65 kilogramos de peso. Se desartilló al principio de los años 60.
 
g) Los Moriscos.
 
          Estaba situada al E. de la actual Base de Hoya Fría, entre la Autopista del Sur y el mar, y a unos 500 ms. al norte de la urbanización Hespérides.
 
          Durante los años de la Guerra Mundial estuvo artillada con 2 cañones Vickers 152,4 / 50, pero hacia 1965, y tras sustituir los tubos por otros procedentes de nuestro crucero Almirante Cervera, se la dotó también de una torre doble del mismo material. Para los artilleros de la Plaza siempre se la conoció como “la 7ª” y fue desartillada al principio de la década de los 90. La pieza pesaba casi 10.000 kilogramos y podía enviar el proyectil de 45 kilos más allá de 21 kilómetros.
 
          Resumiendo, lo dicho para cada Batería, con la única excepción de los dos cañones (uno completo y otro solo el tubo) de la Batería de San Andrés no queda absolutamente nada de aquel material artillero y muy poquito y en muy mal estado de las instalaciones. Aunque no cabe en mi charla, pues habían nacido mucho antes de la 2ª Guerra mundial, a modo de recuerdo decir que sólo están bien conservados Almeyda y la plataforma superior de Paso Alto, y se podrían recuperar San Andrés, El Bufadero y San Francisco.
 
          Por otra parte, de los elementos auxiliares del tiro, direcciones, calculadores, proyectores, goniómetros, telémetros, etc., tanto en el Museo Militar de Almeyda como en la Sala del Regimiento de Artillería 93 se conservan bastantes ejemplares.
 
La defensa próxima
 
          Recordarán que cuando hablamos de las Órdenes de Operaciones dictadas por los Generales Serrador y García-Escámez dijimos que se ponía especial énfasis en detener, a toda costa,  al enemigo en las playas, y que por ello se constituía un importante primer escalón con islotes de resistencia y nidos y casamatas de hormigón.
 
          Nos olvidaremos de los islotes, pequeñas organizaciones defensivas para un pelotón (8 ó 10 hombres), en base a pozos y ramales de unión, rodeados de alambradas, de los que se llegaron a preparar al menos 250. Nos centraremos en los nidos de ametralladora (sencillos y dobles) y en las casamatas para cañones, de los que aún se pueden ver bastantes en nuestras playas.
 
           ¿Cuántos se edificaron? Es difícil saberlo, pues hubo un momento en que, seguramente por la falta de cemento, se paralizó su construcción y uno no sabe si lo que lee en los documentos era la realidad o el proyecto. De todas maneras, lo cierto es que su número fue creciendo, aunque creo que el máximo total no pasaría de 154 allá por  la primavera de 1943. Tras la guerra, se siguió controlando su número y su estado de conservación durante unos 30 años, tanto por el Ejército como por la Guardia Civil. A partir de los 70 se empezaron a conceder permisos de demoliciones por el desarrollo turístico del litoral y en los 80 todas esas obras defensivas fueron ya declaradas sin interés para la defensa
 
          Cuando el año 2010 se hizo el trabajo de campo por los alumnos de la ULL, localizaron un total de 36 obras, muchas utilizadas, pues algunas estaban habitadas, otras cerradas con cadenas o tapiadas las mirillas, posiblemente guardando en su interior elementos de pesca o navegación), incluso varias eran utilizadas como “segundas residencias” o para montar un negocio de alquiler de hamacas o un chiringuito. 
 
FINAL
 
          Terminemos, que ya es hora. Sólo me queda recordarles que hemos hecho un repaso, breve como es lógico, al patrimonio civil, social, religioso y monumental que nos dejó el Estamento militar, los militares, en los años de la Segunda Guerra Mundial. He intentado hacerles llegar la enorme importancia que tuvo el Mando Económico en la vida de las islas durante aquellos difíciles años que fueron del 1941 al 1946. Y a la vez, enseñar una muestra, circunscrita a la isla de Tenerife, pero extensiva a todo el Archipiélago, de los esfuerzos militares que se hicieron para proteger el territorio de una más que posible invasión.
 
          Invasión que, gracias a Dios, no se produjo, pues entre las muchísimas desgracias imaginables e inimaginables que hubiera traído, tendríamos que haber incluido que hoy no contaríamos con el patrimonio que nos legó el esfuerzo de unos dirigentes y de su pueblo. 
 
          Para final, recordarles lo que llamé el compromiso ético, de honradez en el cumplimiento de una misión o de un trabajo y de perseverancia en la ayuda a los demás, como parece representar cualquier humilde búnker perdido por las playas del sur de la isla que, tantos años después, fiel a lo que se le encomendó, parece un centinela vigilante, con sus grandes y pétreos ojos bien abiertos.
 
          Muchas gracias.
 
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