¿Patrimonio de Tenerife? ¿Fundación Nacional Tenerife?
Por Alastair F. Robertson (Publicado en inglés el 19 de abril de 2019 en el número 624 de Tenerife News. Traducción de Emilio Abad).
Un aviso al lector: este artículo es más una solicitud al cabildo y los ayuntamientos, a las autoridades insulares y a las autoridades locales de Tenerife que una de las historias que normalmente cuento del pasado de la isla, pero siga leyendo.
Los lectores habituales de Tenerife News se habrán percatado que soy bastante aficionado a la historia de Tenerife (este artículo es el sexagésimo primero que he escrito sobre el tema en los últimos seis años) pero no soy el único que tiene interés por el pasado. Allá, en Gran Bretaña, cada año millones de personas visitan lugares históricos que son propiedad o están bajo el control de diversas organizaciones, como Patrimonio Inglés, Escocia Histórica, Patrimonio de Gales o Fundación Nacional y otras. Yo creo que lo que falta en Tenerife es una forma similar de coordinar el turismo histórico. La mayoría de los ayuntamientos tienen sus propios atractivos patrimoniales, algunos promocionados con más fuerza que otros, pero no hay un esfuerzo común que englobe toda la isla.
Tenerife está dejando pasar una oportunidad. Hay que admitir que no hay tantas cosas que visitar como en el continente europeo: no hay grandes mansiones rodeadas de parques, tampoco castillos medievales ni restos prehistóricos como Stonehenge, ni fuertes romanos y poco, o ningún, patrimonio industrial. A primera vista, las únicas estructuras históricas que se observan son una gran cantidad de iglesias, capillas y ermitas y, sí, tienen un gran atractivo. Naturalmente, tampoco podemos olvidar las grandes casas de las ciudades más antiguas, especialmente en La Laguna, La Orotava y Garachico, pero la mayoría de ellas o están habitadas o algunas veces abandonadas en zonas rurales y no son accesibles al público.
Pero, ¿qué más hay aquí? Observe con detenimiento y se dará cuenta de que hay mucho más en la isla. En Internet podemos encontrar los “Centros Históricos” de varias ciudades invitando a los visitantes a recorrerlos, pero se necesita algo más especializado. A continuación les incluyo una relación aleatoria de potenciales atractivos: una locomotora de ferrocarril, una grúa que se movía por vías, y una línea de fuertes en Santa Cruz; La Casa Fuerte de Adeje, posiblemente la casa más antigua de la isla (parte de la cual su propietaria está deseando abrir al público), baterías de cañones de la Segunda Guerra Mundial, fábricas de tabaco, una casa en muy mal estado que perteneció al “pirata” Amaro Pargo, muelles antiguos, un faro en desuso, sin mencionar las cuevas guanches (aunque acceder a muchas de ellas puede resultar problemático). Hay muchos sitios a los que ir, más que suficientes para que la Consejería de Turismo del Cabildo publicase un catálogo de los atractivos históricos de toda la isla.
Muchos de esos atractivos históricos son publicitados por los ayuntamientos y sus propietarios privados, como la Casa de los Balcones y la Casa de las Alfombras (arena y flores), que se encuentran puerta con puerta en La Orotava; la Ruta de los Castillos (de momento solo en español), el Museo de la Naturaleza y el Hombre y el Museo Militar en Santa Cruz; el Museo de la Ciencia y el Cosmos y el Museo de Historia y Antropología en La Laguna; la Casa de Carta en Valle de Guerra; la Casa de las Mariposas en Icod y el castillo de San Miguel en Garachico. Y no mencionamos otros como, por ejemplo, dos pequeños yacimientos arqueológicos (uno oculto a la vista y otro bastante descuidado) en La Laguna y el pequeño tren minero en una rotonda junto a la autopista. También un folleto para facilitar una paseo a pie por Santa Cruz sería muy interesante.
La gran mayoría de turistas británicos y del Norte de Europa vienen aquí, al Sur de la isla, en busca de sol, pero también es cierto que existe un límite a la novedad y llega un momento en el que se necesita algo distinto, como, por ejemplo, conocer la cultura de Tenerife. Tomando como modelo el manual sobre el patrimonio de Inglaterra editado por la Fundación Nacional, puede diseñarse otro para Tenerife, dividiéndolo en capítulos similares a los de “condado por condado”, explicando el punto a visitar con una foto, una breve descripción, los horarios y días de apertura, forma de contactar y el coste de la visita. También se puede incluir si se trata de una propiedad privada y solo se puede visitar por el exterior. Y además existe la posibilidad de que una empresa turística organice los días de “Diversión Familiar” al aire libre, con temas históricos que son tan populares allá, de manera semejante a como lo hace la Asociación Nacional del Patrimonio Inglés. Y con la ventaja añadida de que en Tenerife el buen tiempo puede garantizarse, lo que, dicho sea de paso, no es siempre el caso en Gran Bretaña.
Como escribí al principio, esto es más una petición que un relato, pero si usted ha llegado leyendo hasta aquí y coincide conmigo en que sus vacaciones o su estancia en Tenerife podían suponer una experiencia más enriquecedora, exprese su opinión en las hojas de comentarios de sus compañías y guías turísticos y en su ayuntamiento local. La clave consiste en la coordinación. Mientras tanto, a continuación van unas pocas fotos para hacerle pensar. ¿Dónde podrá ver estas cosas tan atractivas y tan poco conocidas? La respuesta en el próximo número de Tenerife News.
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