La Riviera inglesa

 
Por Antonio Salgado Pérez  (Publicado en El Día el 7 de julio de 2018).
 
 
En la ciudad de Torquay, cuna de Agatha Christie, coronaron a la tinerfeña Alicia Navarro como “Miss Europa”, en 1935.
 
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Panorámica de Torquay
 
           
          “La Riviera Inglesa” está situada en el suroeste de las Islas cerca del Finisterre británico (Land’s End) y casi rozando en el mapa con Plymouth, ciudad que tanto recuerdo le traía siempre a mi admirado amigo Juan Antonio Padrón Albornoz, por aquello de “la gracia insuperable de las velas”, que desde dicho puerto partieron en inolvidable regata, con escala en Tenerife y Nueva York, en la primavera de 1976.
 
          En “La Riviera inglesa” aseguran que “si por las mañanas se puede ver en el firmamento un pedazo de cielo azul con el que se pueden hacer unos pantalones, esos días no lloverá”. The English weather! Dicen -y ya lo hemos recordado de forma reiterada- que el tiempo es malo, pero bueno el clima. Otros, más radicales, afirman que el clima del Reino Unido es terrible, horroroso y no muy bueno…
 
          Un periódico londinense se hacía estas interrogantes: "¿Dónde pasan la mayoría de los británicos sus vacaciones? ¿En Mallorca, en las costas, en el Sur de Francia?" (No mencionaba Canarias). Y respondía: "No; pasan sus vacaciones en el suroeste de Inglaterra, que se ha convertido en un 'imán, para millones de turistas en los últimos años."
 
          La hermosa y luminosa bahía de Torquay está situada, como esbozábamos, en el suroeste de Inglaterra, en el condado de Devon. Y en Torquay, y en 1935, fue coronada “Miss Europa”, la tinerfeña Alicia Navarro (1), tras sus etapas como “Miss Casino de Tenerife”, “Miss Santa Cruz”, “Miss Tenerife” y “Miss España”.
 
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Alicia Navarro
 
         
          Si Napoleón no hubiera pasado por aquellas costas camino de su exilio, posiblemente Torquay, llamada en la actualidad “La reina de la Riviera inglesa”, hubiese sido hoy un simple y sencillo pueblecito de pescadores. Napoleón, dicen los historiadores, “quedó prendado por el paisaje y el sol de aquel litoral”. Y desde aquella estadía, en el lejano 1815, Torquay comenzó a despertarse para el turismo porque las palabras del cautivo no quedaron en saco roto. Los reclamos publicitarios de Torquay no dejan de tener cierto atractivo y “gancho”. Veamos:
 
          “Tú probablemente has oído: Ver Nápoles y morir. Eso no significa que esa ciudad sea letal. Es justamente el camino que siguen los italianos para expresar que una vez que hayas visto Nápoles has visto lo mejor del mundo. Bien, nosotros tenemos una versión diferente; nosotros decimos: 'Observa, mira a Torquay, y gózala, disfrútala.' Torquay es igual que Roma y Lisboa. Sus casas brillan con blancura, “como un hueso en el sol”. Sus puertos deportivos son sacudidos por airosos, elegantes, modernos y lujosos yates; y las caídas de sus acantilados, donde éstos bañan sus pies, son de templadas aguas. Si usted tiene todo esto ¿por qué ir a Italia o a Lisboa?"
 
          “Venga a Torquay -siguen diciendo los folletos turísticos- en verano o invierno. Si usted desea gentío, tropel, multitud alegre y divertida; si desea empaparse de sol en las playas o encandilarse con las “luces nocturnas de cuentos de hadas”, elija el verano. Por el contrario, si desea la paz y la quietud de la desierta arena y el confort de un tiempo templado, elija el invierno. En ambos casos, amigo turista, será complacido”.
 
          Y terminan así: “Nos gustaría descubrir Torquay para ti; pero no lo podemos hacer con simples palabras. Tú podrías denominarla amable, amena, encantadora, fascinante; y en cada caso, estarías en cierto modo, acertado. Pero pon estos cuatro conceptos y añade luminoso, esto es Torquay, el más agradable lugar de vacaciones del Reino Unido”
 
          "¿Piensas que somos jactanciosos o exagerados? Bien, existe un fácil camino para averiguarlo: Visítanos y comprobarás que no regresarás ni decepcionado ni defraudado. ¿Te animas?"
 
          “Lo más hermoso que puede poseer una persona es tener una infancia feliz”, dice Agatha Christie (2) en su biografía. Ella la tuvo en Torquay, donde nació, cerca precisamente, del South Devon College, donde un grupo de estudiantes tinerfeños pasaron hace algunos años su estancia con familias británicas. Allí, en el museo de Torre Abbey, se pueden observar algunos objetos personales de la genial escritora, que según sus paisanos “excepto la Biblia y William Shakespeare, ha sido la más leída”, aunque presenten todo esto en un cuartito tan modesto como cuidado y ameno.
 
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Agatha Christie
 
 
          Allí, en Torquay, fue capturado un barco, Nuestra Señora del Rosario, de la Armada Invencible, cuyos tripulantes (casi cuatrocientos) fueron hechos prisioneros e introducidos en el granero del palacio Abbey, en 1588. Ahora el granero es otro motivo histórico de la ciudad y se anuncia de esta manera, “Spanish Barn”, e incluso tiene una romántica leyenda de amor con fantasma incluido.
 
          Dicen que una golondrina no hace verano; pero también conocemos aquello de que, para una muestra, basta un botón. Ellos, lo de “la Riviera inglesa”, pregonan sus siete colinas adornadas con hermosísimas mansiones rodeadas de árboles y pinos; sus puertos deportivos; sus pronunciados acantilados; sus templadas aguas, su luz, su alegría y sus riadas humanas por aquellas avenidas de verbena, sin olvidar su amplio y surtido “Town Centre”, pequeño paraíso de compras y enjambre de estudiantes de todas las banderas. Hay algo de verdad en todo esto. Como también que, durante nuestra estancia veraniega, el termómetro apenas subió de los quince grados Celsius -no Fahrenheit- y el intento de bañarse en aquellas amplias, limpias playas de arena ocre- que desaparecen cuando sube la marea- resultaba una auténtica odisea. De la que los alumnos tinerfeños fueron perfectamente informados por los amables guardias de tráfico y policía de la localidad.
 
          -Tengan mucho cuidado con el baño en la playa. A pesar del sol, nuestras aguas suelen ser muy frías. Esta frialdad podría causar inoportunos calambres a nuestros visitantes.
 
          El espectáculo se convierte en algo aceptado con exquisita resignación por todos aquellos turistas, la mayoría británicos. Pero a nosotros nos produce cierta desazón. El sol brilla, todo el mundo está tendido sobre la arena, en las terrazas y en los solariums. Pero casi nadie está bañándose en la playa. Lo invadido es la orilla, donde ocultar los tobillos bajo el agua no produce peligro alguno, pero sí cierta compensación ante tanta penuria en la zambullida.
 
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NOTAS
 
(1) La tinerfeña Alicia Navarro Cambronero (1915-1995 París) fue la primera mujer española que consiguió el título de Miss Europa compitiendo con las candidatas de Rumanía, Noruega, Dinamarca y Checoslovaquia. Tal certamen había sido creado en 1928. La tinerfeña fue coronada en aquella ocasión por el popular actor teatral y cinematográfico de la  época Ralph Lynn. Juan Pérez Delgado “Nijota” (1898-1973) en un breve poema publicado en “La Prensa” – hoy “El Día”- el 20 de abril de 1935 señalaba lo siguiente: La mocita/ Tenerife. Los daños del Teide agrava/ su cuerpo causa temblores/ y sus ojitos son lava.
 
(2) Un busto y una calle inmortalizan a la novelista Agatha Christie en el Mirador Paseo de la Paz, en el Puerto de la Cruz con motivo del 80 aniversario de la visita a Tenerife de la reina del suspense en 1927. Tal acto tuvo lugar en noviembre de 2007 siendo la alcaldesa de la ciudad Lola Padrón. La iniciativa de tal logro fue auspiciada por el CIT portuense que presidía Hortensia Hernández.
 
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