El patrimonio histórico de Santa Cruz (09). El antiguo Cuartel de San Carlos

El patrimonio histórico de Santa Cruz se cae…  y no hay quien ponga una mano (9)

 

EL  ANTIGUO  CUARTEL  DE  SAN  CARLOS

 

Emilio Abad Ripoll  (La Opinión, 24-05-2010)

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            La historia de este edificio -o de lo que hoy queda de él- se remonta a 1785, cuando el comandante general marqués de Branciforte creó en aquel lugar un asilo u hospicio como centro de acogida para ancianos y desvalidos, en el que los que podían valerse contribuían a su sostenimiento con la venta del producto de sus trabajos, especialmente de telares, aunque existía un patronato de socios cuyas aportaciones eran fundamentales para el funcionamiento de la institución. Retirado del mando Branciforte y habiendo pasado la administración a manos municipales, comenzó a decaer hasta el punto de ser trasladado a otro local de menores dimensiones para aminorar gastos. Al poco tiempo fue arrendado como cuartel, hasta que en 1849 se vendió para el mismo uso a la Real Hacienda, dedicándose su producto de más de 81.000 reales a la construcción del teatro municipal. Por tanto, fue la administración militar la que le dio su actual forma al edificio, terminado en 1875, del que solo se conserva la crujía de fachada, realzada posteriormente con una segunda planta, bajo el molde del clasicismo romántico.

           El Ejército lo cedería en 1978 al Ayuntamiento de Santa Cruz, pero en la actualidad es propiedad del Gobierno de Canarias, que da la impresión de que no tiene muy claro el uso a que debe dedicarse, dado el tiempo transcurrido desde que se inició su remodelación. Hoy presenta un aspecto deplorable, con las obras paralizadas desde hace años frente a una de las vías de mayor tráfico de la ciudad, deteriorándose lo que aún se conserva, que se ve invadido por los yerbajos y la suciedad. Además, devalúa el edificio el dislate cometido al pasar la vía del tranvía a escasos metros de su fachada, cuando por detrás del mismo, en lo que fue patio del cuartel, había suficiente espacio para hacerlo, con lo que al mismo tiempo se hubiera ganado amplitud en el frente de la cercana ermita de San Telmo.

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           Y, sólo por curiosidad, uno se pregunta: ¿Dónde estará el escudo de España que coronaba la fachada?

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