Un trofeo

 
Por Guillermo Perera y Álvarez  (Publicado en el número extraordinario de La Tarde el 25 de julio de 1980).
 
 
 
UN  TROFEO
 
 De Tenerife en un templo
existe vieja bandera *
que enarbolar quiso un día
el inglés en las almenas
de los castillos de Añaza,
baluartes de independencia.
 
No está allí cual noble insignia
que a una nación representa;
ni en señal de desafío
tremola altiva y siniestra;
ni de alianza está en recuerdo
ni como adorno de fiesta.
 
Allí de Albión atestigua
la derrota y la vergüenza
y al mismo tiempo pregona
el valor y las proezas
de los tinerfeños bravos
que, de esta roca en defensa,
dieron al mundo alto ejemplo
en su lealtad más suprema.
 
       En ese templo hace un siglo
está la orgullosa enseña
como expresión elocuente
de dos contrarias ideas:
de gloria para nosotros,
para Britania, de mengua.
 
Allí está, muda y sombría,
sin que izarla nadie pueda,
que cercenado fue el brazo
que tremolarla pudiera.
         
          
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   * La bandera a que hace referencia la poesía se exhibe hoy en día en el Museo Histórico Militar de Almeyda, en Santa Cruz de Tenerife.