La Batería de San Francisco (Fortificaciones de Tenerife - 12)
Por Alastair F. Robertson (Publicado en Tenerife News en su número 483 - 6 a19 de septiembre de 2013). Traducción de Emilio Abad.
Tengo que confesar que al principio no tenía la menor idea de la existencia de la Batería de San Francisco, y por ello, cuando me dirigí caminado hacia el castillo de San Juan y pasé junto a unos viejos muros, no les presté la menor atención. Posteriormente fue cuando me dí cuenta que aquellas antiguas paredes eran de hecho una Batería.
Esta gran fortificación fue de tal importancia que, junto a los fuertes de Paso Alto, San Cristóbal y San Juan y las otras baterías de cañones de San Miguel y Almeyda, formó parte del sistema defensivo de Santa Cruz en los años finales del siglo XIX. Aunque los restos que perduran son relativamente modernos, los orígenes de la Batería se remontan al siglo XVII, cuando fue construida en algún momento entre los años 1665 y 1680, recibiendo el nombre de Nuestra Señora de Regla. En 1737 todavía era llamada “de Regla”, estando entonces modestamente artillada con tan sólo dos cañones; luego en 1740 se la rebautizó como Batería de San Francisco. En 1780 San Francisco estaba constituida por una almenada plataforma artillada, con una torre, y en algún momento del siglo XIX sufrió una profunda reestructuración, pero no mucho más tarde, después de 1850, se consideró carente de utilidad militar. Sin embargo, se reartilló en 1893, hasta que en 1924 se declaró innecesaria para fines militares.
La Batería de San Francisco, junto a la Avenida de la Constitución
No queda mucho en el lugar que nos pueda contar la historia de la Batería; sobresalen unas pocas paredes y algunos indicios inidentificables de las antiguas estructuras, porque lo demás ha sido rellenado y enterrado. Afortunadamente está oficialmente protegida de nuevas destrucciones, pero su situación de abandono es descorazonante. Es posible que la restricciones económicas impidan su mantenimiento y desarrollo, pero este asentamiento, históricamente importante, está en una ventajosa localización, dominado por el prestigioso Auditorio, y por lo menos algo se debería hacer por lo que respecta a la acumulación de desperdicios; no costaría mucho retirarlos y reciclarlos puesto que gran parte la constituyen plásticos, cristal y aluminio.
Sin embargo, hay esperanzas. La Tertulia Amigos del 25 de Julio de 1797 (el día en que los isleños derrotaron al gran almirante Nelson) ha propuesto un plan para convertir la Batería de San Francisco en un parque.
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