Fortificaciones de Tenerife. Introducción

 
Por Alastair F. Robertson  (Publicado en inglés en Tenerife News en su número 479, 12-25 de julio de 2013. Traducción de Emilio Abad).
 
 
          Quienes visitan Tenerife lo hacen para tomarse unas vacaciones relajados al sol, y muchos británicos se sienten tentados, debido al agradable clima, a residir en la Isla. Pero el sol no lo es todo; Tenerife tiene muchas facetas interesantes, una de las cuales es su rica historia. Aunque no sea muy extensa, pues sólo podemos retroceder 500 años hasta encontrarnos con los "guanches", cuya cultura neolítica no había variado en mil años, la situación de las Islas Canarias, en el camino hacia América del Sur con sus tentadoras riquezas, hizo de Tenerife, durante siglos, un centro de atracción para comerciantes, viajeros y visitantes de muchos países, no todos los cuales venían con buenas intenciones. De hecho, y en particular durante el siglo XVIII, Santa Cruz se encontraba muy fuertemente defendida contra invasores con más de 17 fortificaciones. Para vergüenza de los británicos, al tratar este tema, muchas de las mejoras militares de esas fortificaciones se llevaron a cabo como reacción ante la amenaza de los piratas, que a menudo eran ingleses, y por la guerra, de nuevo frecuentemente contra los ingleses.
 
          Si bien el Almirante John Hawkins realizó visitas comerciales amistosas a la Isla entre 1560 y 1567, su pariente Sir Francis Drake fue una constante amenaza contra la paz y la tranquilidad de las Canarias. Tenerife fue atacada unos años después, en 1571, por William Winter, luego por Robert Blake en 1657, John Jennings en 1706, Woods Roger en 1708 (aunque se puede discutir si lo suyo fue un ataque o simplemente desembarcó para cargar vino) y el Almirante Sir Charles Winston en 1743, durante la que curiosamente se llamó “la guerra de la oreja de Jenkins”. Para nosotros, los ingleses, esos personajes eran unos héroes, pero, como es natural, los isleños no opinan lo mismo.
 
          En concreto, el inglés más famoso que atacó Tenerife fue el Almirante Horacio Nelson, en julio de 1797, y los tinerfeños tuvieron el descaro de derrotarle. Por cierto, ¿cuántos británicos saben que fue aquí donde Nelson perdió su brazo? En la actualidad, la Tertulia Amigos del 25 de Julio, un grupo compuesto exactamente por 25 miembros, está desarrollando un proyecto para colocar placas informativas en los puntos de Santa Cruz donde se produjeron enfrentamientos cuando tuvo lugar la fallida invasión.
 
          Todo lo anterior suena a muy poco amistoso, especialmente si se tiene en cuenta que civiles ingleses, durante siglos, habían mantenido amigables relaciones comerciales con los canarios, por lo que las hostilidades debieron ser un quebradero de cabeza y un inconveniente para los comerciantes y residentes de ambas nacionalidades.
 
          Todavía permanecen en pie algunas de esas fortificaciones, en diferentes, y a veces sorprendentes, localizaciones. Esta serie de artículos se referirán a todas las anteriores al siglo XX, comenzando por el Museo de Artillería en Almeyda, para girar luego alrededor de la isla, en el sentido de las agujas del reloj, y visitar la Casa Fuerte de Adeje, el castillo de San Miguel en Garachico, el encantador pequeño fortín de San Fernando de Castro, cerca de San Vicente, el castillo de San Felipe y la batería de San Telmo en el Puerto de la Cruz, el castillo de San Joaquín en La Cuesta, entre Santa Cruz y La Laguna, el castillo de San Andrés, la batería del Bufadero y, en Santa Cruz, el castillo de Paso Alto, el castillo de San Cristóbal, la batería de San Francisco, el castillo de San Juan Bautista, con su depósito de armamento y el semáforo de Igueste.
 
          En este viaje desde el sillón, todas las opiniones que se viertan, así como los errores, serán achacables a mí y no al editor. Finalmente, si los lectores se sienten atraídos y desean visitar estos fascinantes lugares, creo que la mayoría querría viajar en coche, pero les puedo recomendar de corazón que utilicen el transporte público, que en Tenerife es tan eficiente y económico y que supone una manera muy interesante de desplazarse, además de que viajando en guagua podrán ver todos los lugares de la lista.
 
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