Las cruces de Santa Cruz (y 2) (Retales de la Historia - 160)

 
Por Luis Cola Benítez  (Publicado en La Opinión el 11 de mayo de 2014).
 
 
          Entre las cruces de la ciudad pervive una en el callejero urbano, que da nombre a la céntrica calle de la Cruz Verde, conocida también en alguna época como calle de las Tiendas. No son pocos los vecinos que relacionan esta cruz con el ataque de Nelson de 1797, ya que en aquella zona tuvieron lugar encarnizadas luchas callejeras en las que los milicianos tinerfeños acosaron a las tropas inglesas, hasta obligarlas a refugiarse en el cercano convento dominico de la Consolación. Dejó escrito el coronel Güinther, que mandaba el batallón de Infantería, que por estas calles los milicianos canarios cayeron sobre los ingleses como unos leones. Esto es cierto, pero está documentado, que la Cruz Verde ya existía antes de 1730, por lo que su existencia debe más bien relacionarse como descanso en algún Vía Crucis callejero que se celebrara entre la parroquia matriz y la iglesia de San Francisco. La cruz original se perdió no hace muchos años y hay que agradecer al chicharrero espíritu del vecino don Melchor Alonso su reposición, y el homenaje que todos los años se le rinde en su fecha conmemorativa.
 
          Y todavía nos queda una cruz histórica más: la de mármol, conocida como Cruz de Montañés. Actualmente se encuentra en un espacio ajardinado de la Plaza de la Iglesia y rodeado de una verja metálica, y fue donada a la entonces villa por el capitán Bartolomé Antonio Méndez Montañés en 1759. Labrada en Málaga por Salvador de Alcaraz y Valdés, autor también de la pila bautismal de la Concepción de La Laguna, su emplazamiento original estuvo en la parte alta o cabecera de la llamada entonces Plaza de la Pila, dando frente a esta, que entonces estaba situada en su centro, y al monumento conocido como Triunfo de la Candelaria, que también fue donación suya. Cuando se llevó a cabo la remodelación de aquel espacio en 1929, se trasladó a la plaza de San Telmo, en el barrio de El Cabo, y al desaparecer esta plaza con la apertura de la calle Bravo Murillo se pasó a su actual emplazamiento. Este sagrado símbolo, que se corresponde con el nombre de la ciudad, y que en su situación actual parece algo postergado dentro del entramado urbano, recibe todos los días 3 de mayo, antes del comienzo de la función religiosa en el cercano templo de la Concepción, el homenaje y ofrenda floral de la Tertulia Amigos del 25 de Julio.
 
          Y llegamos al barrio de la Cruz del Señor. Y cabe preguntarse, ¿cuál es el origen de la cruz que le da nombre, situada en el margen izquierdo del camino a La Laguna? ¿Desde cuándo existe? ¡Buena pregunta!
 
         No se ha encontrado ninguna pista, nada que pueda orientarnos sobre su origen ni sobre la fecha en que se colocó, pero se da una circunstancia acorde con la tradición histórica que puede facilitar alguna explicación. Era costumbre inveterada, impulsada por la devoción popular, establecer pequeñas capillitas, calvarios o cruces, en lugares que servían de descanso a los viajeros, y generalmente se establecían coincidiendo con cruces o confluencia de caminos, en los que al tiempo de recobrar el aliento y reponer fuerzas para continuar el viaje, se musitaba una oración pidiendo la protección divina para alcanzar en paz el destino deseado. No olvidemos que el único camino que desde Santa Cruz comunicaba con el interior de la isla, era el antiguo camino de San Sebastián, que siguiendo aproximadamente por lo que es hoy la Avenida de Bélgica, venía a morir, o más bien continuar, por la llamada Cuesta de Piedra en dirección a La Laguna y al resto de la Isla.
 
          Este camino, con ser el único, era verdaderamente infernal. El primer tramo correspondiente con San Sebastián, discurría sobre puro risco, y continuaba por terrenos pedregosos y desiguales de dificultoso tránsito. Cuando a partir de 1754 se construyó el puente Zurita se dispuso de un nuevo camino, no demasiado mejor que el anterior, que venía a unirse con el primero precisamente a la altura de nuestra Cruz del Señor. Es decir, desde entonces en dicha zona confluían ambos caminos y aproximadamente de estas fechas son las primeras menciones que se encuentran sobre esta Cruz del Señor... ¿Explicará esta circunstancia la razón de su existencia? Es una hipótesis que dejo esbozada, pero que posee una lógica difícilmente rebatible dentro del contexto social de la época.
 
          Las primeras citas sobre esta zona conocida como barrio del Perú, son siempre relativas al camino de La Laguna, que precisaba de continuos arreglos especialmente después de las lluvias. Su estado era de verdad lamentable y son numerosas las noticias sobre este particular. En una ocasión, después de unas torrenciales lluvias, el regidor lagunero Anchieta y Alarcón llegó a decir irónicamente que el problema que representaba el camino había dejado de serlo, "porque ya no había camino".
 
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