Iconografía de los Patronos de los tres Ejércitos españoles en Tenerife
Por Ana María Díaz Pérez (Publicado en El Día / La Prensa el 20 de abril de 2014).
Este estudio iconográfico se centra en los patronos de los tres Ejércitos españoles, cuyas imágenes se custodian en sus respectivas sedes en Tenerife, pero dado que los conjuntos militares se dividen en distintas especialidades, hemos realizado una selección de ellas, ya que el resto de cuerpos será motivo de una futura tarea.
Para abordar la temática que da título a este artículo hemos elegido como hilo conductor el repaso cronológico anual a las respectivas festividades de los mencionados abogados, narrando, en consecuencia, aspectos de las hagiografías o vidas de los santos y las historias teológicas de las vírgenes con sus correspondientes iconografías, es decir la forma de representarlos, pero ha de ser la iconología la que nos desvele el motivo que los llevó a tales consideraciones patronales.
San Fernando Rey. Patrono del Arma de Ingenieros
(Cuartel de Ingenieros. La Cuesta)
La primera festividad nos conduce hasta el 30 de mayo para conmemorar la del patrón del Arma de Ingenieros del Ejército de Tierra, San Fernando Rey, término de raíz germánica, pues a Frad, que significa “inteligencia”, se le añadió el sufijo “nand”, que se traduce por “audaz”, dando paso al Ferdinand latino, que a su vez fue una transformación de Fredenand. Fernando III El Santo fue monarca de León y Castilla, padre de Alfonso X El Sabio y fundador de la catedral burgalesa y de la universidad salmantina. En 1248 conquistó Sevilla y en 1250 Cádiz, expulsando así a los árabes de esas poblaciones andaluzas. Dejó de existir, a la edad de 54 años, el 30 de mayo de 1252. Este santo, cuya imagen se halla en el Cuartel de Ingenieros La Cuesta (Ejército de Tierra), va ataviado con la indumentaria que corresponde a un monarca, con túnica y manto de armiño, y en virtud de ese poder de soberano, como guía de las tropas para las citadas conquistas, porta la espada con la mano diestra, la corona en la cabeza y la esfera en la mano opuesta.
Nuestra Señora del Carmen. Patrona de la Armada
(Cuartel de Los Rodeos)
Bien entrado el verano, el 16 de julio, toma el relevo festivo Ntra. Sra. del Carmen, a la que se dirigen los marinos de guerra españoles para pedirle protección en sus travesías por los mares y océanos. Su etimología, que se halla en el monte Carmelo presenta tres significados de lingüísticas diferentes: “Viña de Dios” (del hebreo Kar-mel), “canto” (del latín) y “jardín” (de la traducción de la lengua musulmana). En el siglo IV a. de C., el norte de Israel padeció una sequía, por lo que el profeta Elías ascendió hasta la cumbre de la referida montaña para pedir que cayese lluvia, de manera que, en respuesta a su ruego, brotó del mar una nube y comenzaron a caer abundantes precipitaciones; de la mentada cordillera arranca la Orden del Carmelo, la cual sintió gran devoción por Ntra. Sra. del Carmen. Su festividad recuerda la aparición de la Virgen al clérigo británico San Simon Stock, a quien le entregó el conocido escapulario del Carmen en el referido día y mes. Hay que hacer hincapié en que en el transcurso del tiempo esta advocación mariana fue ganando popularidad en detrimento de otros patronos del mar, tales como, “Virgen de la Estrella”, “Virgen del Buenviaje”, e incluso San Telmo.
No puede decirse que su iconografía sea antigua, pero sí sencilla, principalmente en las obras escultóricas, de tal manera que en las representaciones anteriores al siglo XVIII se la aprecia con túnica y manto; sin embargo, a partir de dicha centuria fueron los carmelitas los que pronto la vistieron con el hábito propio de su Orden y adornaron el escapulario con el escudo que los distingue, por lo tanto, con el atuendo de esos religiosos, más el manto y el tocado, se observa esta advocación mariana en una obra que se localiza en el Cuartel de Los Rodeos, sin soslayar que sujeta con su brazo izquierdo al Niño Jesús que dirige la mirada a sus protegidos de la Armada, en tanto que pende de la muñeca opuesta el mentado distintivo carmelitano. El día de su fiesta se traslada la imagen a la Comandancia de Marina, en la capital tinerfeña, al objeto de homenajear su patrocinio.
Nueve días después, el 25 de julio, los miembros del Arma de Caballería del Ejército de Tierra se dirigen a Santiago Apóstol, Patrón de España y compatrono de la capital tinerfeña (Santa Cruz de Santiago de Tenerife). No obstante, en la guarnición de Tenerife no se cuenta con Unidades de esta Arma, por lo que el Ejército no tiene en la isla una representación propia de este taumaturgo, aunque quien lo desease podría acudir, por citar algún ejemplo, a la talla homónima que se exhibe en el santacrucero templo de Ntra. Sra. de la Concepción en la que el hijo de Zebedeo aparece galopando sobre su caballo blanco, reprimiendo con su espada a los infieles (musulmanes) que yacen a los pies del animal, siguiendo el relato de lo acontecido en la Batalla de Clavijo (844), lo que le valió el sobrenombre “Santiagomatamoros” y motivó que su imagen acompañara a los ejércitos españoles en la conquista del Nuevo Mundo.
Deseamos aprovechar la ocasión para abrir un paréntesis y decir que, como es sabido, en la mencionada fecha se rememora la victoria de Canarias sobre el contralmirante británico Horacio Nelson, Gesta que debe valorarse in extremis, porque en aquellos tiempos un aguerrido pueblo al mando del General burgalés Antonio Gutiérrez venció a uno de los marinos más famosos de la Historia, propinándole su primera y única derrota, lo que le otorga mucha más relevancia a este triunfo, que deberá permanecer siempre entre los hechos más relevantes de la Historia de España, en general, del Archipiélago Canario, en particular, y de Tenerife, en especial.
Santa Teresa de Jesús "La Andariega". Patrona de Intendencia
(Edificio de la JAEMCANA. Santa Cruz de Tenerife)
Continuando con el tema que nos ocupa, las restantes conmemoraciones se concentran en la estación de otoño. El 15 de octubre el santoral señala la de una monja de Ávila, Teresa de Cepeda y Ahumada, o Santa Teresa de Jesús (1515-1582), lectora de libros de caballerías, poeta, la primera Doctora de la Iglesia y a la que se le destinó el patronazgo de Intendencia. La relación de la santa abulense con el mencionado cuerpo militar se explica por la conocida frase que Ella pronunció: “Dios también está entre los pucheros”, aunque bien es cierto que entre los distintos significados de su nombre, encontramos el de “la cosechadora” o “la que recoge”, de ahí que desde hace mucho tiempo la Intendencia Militar española decidiera buscar su amparo. En el bello edificio santacrucero que alberga la Jefatura de Asuntos Económicos del Mando de Canarias (JAEMCANA) se custodian dos modelos de su figuración: uno, como escritora, con hábito, pluma, libro, y el Espíritu Santo, en forma de paloma, sobre su hombro, el otro, que es el que aquí incluimos, “La Andariega”, por lo que la vemos con tocado, túnica, capa y bastón, aludiendo a su peregrinación por España en su empeño de fundar conventos.
Santa Bárbara. Patrona de Artillería
(Cuartel de Los Rodeos)
En el último mes del año, que dará paso al invierno, tienen lugar las tres últimas celebraciones. El 4 de diciembre, los artilleros del Ejército de Tierra veneran a su protectora, Santa Bárbara, una joven del siglo IV d. de C., natural, para unos, de Turquía (Nicomedia, actual Izmit), y, para otros, de Egipto (Heliópolis, ciudad que estuvo situada cerca de El Cairo). Debido a que su progenitor no la pudo hacer desistir del cristianismo, la encarceló en una torre, que en un principio tenía dos ventanas y en la que Bárbara mandó abrir la tercera, trío de vanos que representan la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Finalmente, tras padecer varios suplicios, fue decapitada, de modo que por esta terrible acción un rayo mató a su padre y por ello, y desde muy antiguo, esta doncella es la auxiliadora del Arma de Artillería. Es necesario desplazarse hasta el Cuartel Los Rodeos para llegar hasta ella. En este recinto militar encontramos dos esculturas, siendo una la titular de la capilla; ambas efigies la muestran con la habitual construcción defensiva, sin embargo, nos hemos decantado por un lienzo al óleo dado que presenta una iconografía menos común en lo que a su atributo personal se refiere. En esta obra cubre su cuerpo un suntuoso vestido acompañado del manto con numerosos pliegues, al tiempo que eleva su brazo derecho para mostrar las llamas y sostiene la palma del martirio con su mano siniestra; su juvenil rostro, la corona sobre su cabeza de larga melena y el halo de santidad completan su figuración.
La Inmaculada Concepción. Patrona del Arma de Infantería
(Capilla de la Base de Hoya Fría)
Transcurridos cuatro días, el 8 del citado mes, los componentes del Arma de Infantería (Ejército de Tierra) acuden hasta la imagen de Ntra. Sra. de la Concepción para celebrar su patronazgo. El origen de su denominación deriva del vocablo latino Inmaculata, que quiere decir “sin mancha”. La Virgen María nació sin pecado original, debido a su futura condición de Madre de Dios, lo que constituiría un dogma de fe por decisión del Pontífice Pío IX el 8 de diciembre de 1854. Su día se empieza a festejar en Oriente, y luego en Occidente, en el sur de Italia, en zonas bajo el dominio de Bizancio, mientras que Roma lo hará a partir de 1476. Así pues, retrocediendo en el tiempo y aunque su festividad es muy antigua, desde el siglo VIII y hasta el Cuatrocientos se celebraba su fiesta con diferente contenido teológico, primero, con el nombre de la Concepción de Santa Ana, que significaba que María había sido concebida por su Madre, más tarde, como la Concepción de María Virgen, haciendo referencia a su Inmaculada maternidad, y, después, con la denominación de la “Concepción de la bienaventurada Virgen María”.
En la capilla de la Base de Hoya Fría la Inmaculada Concepción se yergue sobre un cúmulo de nubes con túnica y voluminoso manto que cubre su cabeza y que parece movido por el viento. Con dulce semblante mira hacia sus manos que une sobre el pecho, aplasta con el pie derecho la serpiente, animal símbolo del pecado original, mientras asoman los rostros de tres querubines. No debemos soslayar que algunos soldados dejan su impronta en el acuartelamiento en el que han servido a la Patria, por lo que a la anterior imagen se suman otras dos de ejecución más moderna.
Seguidamente, el 10 de diciembre, los aviadores militares honran a Ntra. Sra. de Loreto, cuya festividad se celebra en la Base Aérea de Gando ubicada en la isla de Gran Canaria. Igual que ocurre con Santiago El Mayor, en nuestra isla no existen unidades aéreas, por lo que no se dispone de la imagen protectora de la aviación militar en el ámbito castrense tinerfeño, sin embargo, no podemos resistirnos a hacer una breve referencia a este nombre mariano por el encanto de su historia, ya que la tradición cuenta que la Casa de María en Éfeso fue trasladada por ángeles hasta el monte de Loreto en Italia. La aviación descubrió en ese angelical traslado la razón de su patronazgo.
Antes de finalizar, es de obligado cumplimiento manifestar que esta interesante labor investigadora no hubiera sido posible sin la ayuda del General de Artillería Excmo. Sr. D. Emilio Abad Ripoll, un caballero constantemente interesado por la cultura canaria que, con la profesionalidad impregnada de sencillez, gentileza y simpatía inherentes a su persona, se convirtió en un excelente cicerone en nuestro recorrido por las unidades militares a las que acudimos al objeto de fotografiar las imágenes que son la base del contenido de estas páginas, sin obviar al personal de los distintos establecimientos y acuartelamientos visitados, a los que damos las gracias por su receptiva acogida y colaboración prestada. Como se diría en el estamento castrense: “Mi General, nuestro más sincero y efusivo agradecimiento público”.
A modo de conclusión de esta líneas, hemos podido constatar que los militares que velan por la seguridad de nuestro país por tierra y mar, acogen en los establecimientos castrenses de Tenerife, señalados en los párrafos anteriores, a los abogados de sus respectivas misiones, representaciones escultóricas y pictóricas que hemos querido dar a conocer en este artículo por no estar expuestas al público, y que demuestran que la vertiente iconográfica del patronazgo de los tres Ejércitos españoles es variada y de gran difusión entre la cristiandad.
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