Cumpleaños de la Plaza de Toros. 120 Aniversario

Por José Méndez Santamaría  (Publicado en La Opinión el 3 de mayo de 2013).

  

          Treinta de abril 1893. Dentro del Programa de las Fiestas de Mayo, gran corrida de toros. Matadores, Luis Mazzantini y Eguía y Antonio Moreno Fernández "Lagartijillo". Toros de Banjumea.

          Ahora, por tanto, 120 años de la Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife.

          El primer presupuesto ascendió a la "enorme" cantidad de 93.036,99 pesetas. No hubo licitadores al principio. El contratista Salvador Marichal, se la adjudicó como único postor por la cifra de 105.558,07 pesetas. Tenía experiencia, ya que trabajó en la fachada del antiguo Hospital Civil, con más de un centenar de oficiales y peones e intervino en la reforma de la plaza de la Constitución.

          A una regular distancia del centro de la ciudad, en el conocido "Camino de los Coches", o Rambla "XI de Febrero", en un descampado, y casi en solitario, se levantó en un tiempo que podemos calificar de récord.

          Es de estilo mudéjar. Su fachada exterior tiene la forma de un polígono regular, de 32 lados. De hierro y mampostería. Diámetro total, 80 metros. 48 corresponden al ruedo, más dos al callejón. En los treinta restantes se levantan los tendidos. En las localidades de Sol hay gradas de madera y en la Sombra rematando los tendidos 50 palcos, donde se encuentra el destinado a la Presidencia.

          Cuando había festejos taurinos, los palcos contiguos estaban reservados al Capitán General de Canarias, Gobernador Civil y Alcalde de esta Capital. Otros para invitados de honor, ilustres visitantes a nuestra isla, y para la Reina de la Primavera en las tradicionales corridas del mes de mayo. Posteriormente, en las de Invierno o Carnavales, la respectiva Reina y su corte de honor.

          Las dependencias de la plaza, la componían la enfermería con acceso directo desde el callejón, que reunía las óptimas condiciones exigidas por el Reglamento taurino.

          Los corrales, amplios y bien divididos, podían admitir hasta tres corridas. Cuadra de caballos, siete chiqueros y otras dependencias necesarias, como habitación habilitada para capilla, oficina, etc. y una vivienda para el conserje.

          Dentro de las viejas paredes de la Plaza de Toros, de la Capital tinerfeña, se han celebrado en cerca de 100 años, acontecimientos, que creemos interesante sean conocidos, especialmente por las nuevas generaciones.

          Amigos, dejemos la Plaza de Toros en paz, en estos días de tanta y absurda polémica. Vamos a declararla de una vez como Bien Cultural para nuestra Ciudad, adecentarla y hacer muchas cosas dentro de la misma. Hay muchas y buenas ideas. Conservemos una joya del inmobiliario de nuestra querida ciudad.

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