¿De espalda al mar? (Puerto y puerta - 93)

Por Rafael Zurita Molina  (Publicado en el Diario de Avisos el 20 de enero de 2013).

 

          Creo que fue a raíz de prohibirse el acceso al muelle Sur cuando comenzó a decirse que Santa Cruz le estaba dando la espalda al mar. Siendo así, parece más probable que tal impedimento nos alejara del puerto. Obviando el área metropolitana, la zona costera de la ciudad se expande desde Igueste de San Andrés hasta la de Añaza.

          Retrocediendo unos cuantos años, se halla un valido argumento en un artículo de Víctor Zurita, "Derroteros. El puerto de Tenerife" (Blanco y Negro, del 06.09.1926). Entre la descripción del paisaje portuario acorde con aquellos años, también se advierten algunas coincidencias con tiempos más cercanos: “Antesala de ese tráfico creciente de curiosos visitantes es el puerto de Santa Cruz, que recibe con regularidad cronométrica lindos vaporcitos o soberbios trasatlánticos de turismo, pulidos y recién pintados de claros colores, sobre los que resaltan los tonos vivos de las contraseñas y de las banderas, confundiéndose con los policromos atavíos de las girls esparcidas por las altas cubiertas”. Y añade que “para los habitantes de Santa Cruz, el paseo al puerto es algo imprescindible y obligado, y, singularmente a la hora del atardecer, siempre se ve el alto murallón del dique muy concurrido”.

          También se conjuga el mar, el puerto y la ciudad en las páginas del  libro Cincuenta años de una vida en la pintura del mar, de Esteban Arriaga, editado por su autor en 1999. A modo de presentación, Baltasar Peña Hinojosa, presidente honorario de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, en Málaga, nos advierte sobre su contenido. Refiriéndose al mar, dice que “es el modelo más apetecible, más movido y más vario para el pintor; atrae, idealiza y embruja”.

          Desea averiguar, a través de su prosa, cuando enlazó sus aficiones de pintor con su destino de marinista; unas y otro renacen en su instinto, y animan sus pinceles, en la misma fecha. “Tal vez su nacimiento en Tenerife nos lo explique todo”.

          En la parte del libro que describe la presencia en la Isla de los veleros participantes en la gran Regata Colón 1992, con un título en grandes caracteres diciendo que Santa Cruz volvió a mirar al mar, especifica que “durante los últimos días la ciudad se ha vuelto a reencontrar con su mar, y el puerto ha sido de nuevo ese lugar de cita donde pasear y poder contemplar la casi interminable sucesión de mástiles que dieron un aspecto mágico a la dársena de Los Llanos”.

          De cierta forma, se afirma que accediendo al puerto -fórmulas hay- se recupera el mar para la ciudad. Y no se olvide que la hermosa playa de Las Teresitas está en Santa Cruz. ¡Ya es hora!

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