Monumento de la Gesta del 25 de Julio de 1797

Por Pedro Ontoria Oquillas  (Publicado en El Día el 20 de julio de 2002).


No pensó en un fin así. Ha sido abatida hasta el extremo sin tener quién la consuele. (Lamentaciones 1, 9)

 

          Durante generaciones un murmullo jeremiaco se percibía en el ambiente tinerfeño: no tenemos un hito de la Gesta del 25 de Julio. ¿Para cuando el monumento que conmemore tan trascendental acontecimiento? ¿Será nuestro Ayuntamiento capaz de resaltar la mayor gloria de nuestro pueblo?

          En octubre de 1995 nacía la Tertulia Amigos de 25 de Julio con la intención de aportar ideas para celebrar el Bicentenario de la Gesta de forma digna y brillante. Ahí quedan plasmadas y hechas realidades muchas de sus ideas a pesar de las muchas dificultades. Sin embargo, la razón de ser de la Tertulia era la erección de un monumento a “La gesta de 25 de Julio de 1797” que después de varios meses de trabajo ofreció a la apatía del Ayuntamiento. Había relativa ilusión de que su inauguración fuese en tan memorable fecha (Nota 1), pero el 3 de agosto de 1997 el portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Santa Cruz pide explicaciones al alcalde y critica el retraso en la inauguración del monumento de la Gesta. Mostraba su preocupación por el incumplimiento dentro de la fecha prevista de un acuerdo plenario y aprobado en noviembre de 1995 (2). Ahora, desde el 24 de julio de 1998, se puede decir que el monumento es una realidad.

          Pero ¿podemos repetir el "exegi monumentum aere perennius" del poeta? Escucha, Ayuntamiento chicharrero, así nos luce el pelo. Erigido el monumento, se levantan lamentaciones y continúan los trenos. ¿No te produce desconsuelo y depresión su arrinconada ubicación? ¿Hasta cuándo su abandono y desolación? (3). ¿No te das cuenta que las tareas las tienes a medio hacer e inicias la conmemoración de otra efeméride, eco y consecuencia de la Gesta? Responde ¿quién o quiénes deben rematar el humilde monumento? No debes olvidar que el monumento no está acabado; falta uno de los elementos esenciales, la cartela o placa conmemorativa de los Héroes caídos por la defensa de la libertada de la Plaza y Puerto de Santa Cruz de Tenerife y la placa con el título del monumento. ¿No es el momento de plantearse una nueva y definitiva localización? ¿No sería su ubicación apropiada en el entorno del Castillo de San Juan?

          Mientras el entorno de su emplazamiento siga en condiciones tan denigrantes y funestas, como las actuales, es imposible contemplar y admirar el monumento en su conjunto. La impresión que produce es decepcionante a pesar de las magníficas piezas que lo constituyen. Pero ¿es que el pueblo de Tenerife se merece tal desidia a una ilusión de más de doscientos años? ¿Nos tenemos que contentar con ir observando cada uno de los elementos por separado? Y, por separado, los mencionaremos y anotaremos según los datos que nos proporciona el folleto o librito (4), aparecido en el mismo día de la inauguración y cuya divulgación ha sido escasa e insuficiente.

          En primer lugar, el basamento, es obra de los arquitectos Juan Manuel Palerm Salazar y Leopoldo Tabares de Nava y Martín. Lo han concebido como un elemento portante en hormigón armado de gran sinceridad estructural y marcado diseño, que se cierra en la parte que mira a la ciudad mediante una jaula acristalada, conformada con perfiles de acero cortén, y que es deslizante sobre carriles en el pavimento, para posibilitar su apertura y el acceso al interior.

          La labor escultórica es de Manuel Bethencourt Santana y ha consistido en la realización de tres elementos:

          - Dos medallones en altorrelieve con las efigies de Nelson y de Gutiérrez que figuran en el interior del basamento, junto a dos párrafos significativos de las cartas que se cruzaron tras la batalla, en sus respectivas cartelas o placas. Con ello se quiere destacar el gesto generoso y magnánimo del vencedor para con el vencido y el espíritu de concordia que, a partir de aquel suceso, se estableció entre ambos pueblos:

                “No puedo abandonar esta isla sin dar a V. E. las más sinceras gracias por su fina atención para conmigo, y por la humanidad manifestada con aquellos de nuestros heridos que estuvieron en su poder, o bajo su cuidado, y por la generosidad que tuvo con todos los que desembarcaron”. Horacio Nelson

               “Ningún lauro merece el hombre que sólo cumple con lo que la Humanidad le dicta y a esto se reduce lo que yo he hecho para con los heridos y para con los que desembarcaron, a quienes debo considerar como hermanos desde el instante que concluyó el combate”. Antonio Gutiérrez

          - Un gran escudo de la ciudad, que, como se sabe, lo obtuvo a consecuencia de aquella gesta, junto a su condición de Villa exenta y los títulos de Muy Leal, Noble e Invicta. Se ha optado por representar el escudo actual (es decir, incluyendo la Gran Cruz de Beneficencia, que supone además el título de Muy Benéfica), por cuanto es ahora cuando la ciudad ha saldado este débito histórico. Se ha colocado en la cara exterior que mira al puerto. El Ayuntamiento no posee la primigenia medalla de la Gran Cruz de la Beneficencia, por lo que Don José Delgado Salazar facilitó su ejemplar para efectuar su reproducción.

          - Una monumental figura femenina que corona el basamento. Esta figura fue concebida por Bethencourt en 1983, titulándola entonces “La Protesta”. El escultor entendió que ésta era la adecuada para simbolizar su sentimiento respecto de aquellos sucesos: una mujer del pueblo, que lleva en su vientre el germen de la vida -tema tan querido por el escultor- prorrumpe en un grito de protesta frente a lo que entiende como un inadmisible atropello y a lo absurdo que resulta el enfrentamiento y la muerte entre los hombres; pero también grita su firme decisión de no admitirlo, y su júbilo porque el resultado ha estado acorde con la razón. Bethencourt ha resumido ese recio plantado de la figura, ese enérgico gesto de ofrecer el pecho mientras lleva los brazos atrás apretando firmemente los puños y esa actitud de dirigirse hacia lo alto con la cabeza caída hacia atrás (en afán de superar su propia dimensión humana), en una palabra: “coraje”. Coraje destaca por su gran tensión y concentración expresiva, representa a la mujer plantada ante el invasor. Defiende la raza en el instante del parto, la propia subsistencia y la de los suyos, su libertad amenazada. No tenía sentido, según el escultor, hacer una escultura neoclásica, a lo Cánova, ni poner un brazo de Nelson en la boca de Gutiérrez, como algunos pretendían. Era necesario que la mujer mirase al cielo, desafiando al enemigo a la vez que pregunta “¿por qué?” (5).

          Todas estas piezas escultóricas han sido realizadas en bronce y fundidas en esta Isla, y excepto la última, las restantes (medallones y escudo) han sido cinceladas tras su fundición.

          Todavía no está colocada la cartela con los nombres de los fallecidos, cuyo número definitivo se ha podido concretar y precisar gracias a la exhaustiva investigación de don Juan Carlos Cardell Cristellys. ¿Cuándo estará colocada esta cartela y la placa que dé nombre oficial al Monumento? Ante el anonimato oficial, la picaresca y el proverbial sentido del humor de los chicharreros la denominan con otros alias y apodos. ¿Los tinerfeños en general y los santacruceros en particular se sienten orgullosos de tener un anónimo monumento, todavía sin denominación oficial, que honre la memoria de sus Héroes del 25 de Julio?

          Haciendo historia del monumento que es “un grito de triunfo y victoria, personificado en una mujer que mira al cielo” (6), mencionemos diversas opiniones aparecidas en los periódicos, no recogidas en el citado folleto por razones obvias, que nos manifiestan el sentir popular.

          Pocos días después de la inauguración oficial (7), aparecía el artículo "Adefesio nacional canario" de Francisco Ayala (8), que con un lenguaje crítico y soterrado manifestaba su desilusión. Esperaba un monumento más solemne y tradicional, un monumento que rivalizara con el erigido a Nelson en la Trafalgar Square londinense. La obsesión por rescatar del olvido la Gesta del 25 de Julio ha sido una constante del pueblo tinerfeño, pero no se decidía a prender la mecha, aunque se habían presentado diversos proyectos.

          Francisco Ayala quiere encontrar en esta ciudad y en esta Isla, aparte de "los promotores y sus comparsas", alguien que le hablara bien del invento conmemorativo. “Para desengañarme de que no soy el equivocado he cambiado impresiones con personalidades realmente enteradas en materia histórica y artística, entre las cuales mi amigo Juan Arencibia de  Torres, coronel de Artillería (9). Que conste que salvo del desastre al escultor, quien ha logrado una obra meritoria como escultura simple, no como significación de nada”. Con posterioridad, en "El gran monumento que sigue faltando" insistirá en un monumento que en volumen y majestuosidad sea algo parecido al monumento de Nelson en la plaza londinense de Trafalgar, ya que la gran zona de expansión de la ciudad se está construyendo y es tiempo oportuno para situar allí el gran monumento, el que enmiende la vergüenza y relegue al olvido el “Adefesio nacional canario” (10). Y… ¿esperaremos otros doscientos años en su ejecución? Y… ¿qué haremos con el actual?

          El escultor Bethencourt Santana contestaba, días después en una entrevista, a varias preguntas planteadas:

               -¿Le han llegado las primeras críticas del público? –“Toda obra de arte tiene su lectura. Creo que, en general, el público desconoce lo que significa este monumento. Por medio de El Día quiero llevar su mensaje, que es éste: una mujer germinada; un grito al cielo de desgarro, lamento y coraje; es el suyo un grito de defensa de las propias vidas frente al invasor. La escultura invita a bajar y leer los textos de Nelson y Gutiérrez. A partir de sus formas empieza a devanarse la madeja de la historia, la explicación de los motivos que guiaron la batalla y su dignificado intrínseco”.

               -¿Quizá pesa demasiado sobre el espectador la referencia canónica de la escultura monumental? –“El peligro de la escultura “referencial” es ése. Con lo abstracto no hay problema, nadie se atreve a juzgar. Pero en cuanto aparecen elementos figurativos se dispara la controversia. En mi caso no podía recurrir a una escultura neoclásica ceñida al patrón de Cánova ni tampoco a un motivo hiriente que recrease un momento de la confrontación. La plástica se guía hoy por otros parámetros. Necesita invocar al pueblo; y eso es lo que yo he pretendido mediante la figura de una mujer fecundada, imagen viva de subsistencia” (11).

          Son escasas las personas tinerfeñas que han emitido juicio alguno en la Prensa sobre el monumento (12). Ha sido una señora forastera, Carmen López Aguilera, quien se expresaba en estos términos:

               “Arribé a Santa Cruz de Tenerife el 14 de julio. Ya anochecido, la descubrí en la lejanía. Era bellísima. El viento ajustaba a su cuerpo el trapo que la cubría, como si de los paños de Fidias se tratara. Ya en su proximidad, me percaté que estaba tapada y, en mi ignorancia, pensé que la estaban restaurando. El 25 de julio, por la mañana, la admiré en total belleza. La escultura es magnífica. Es un grito desesperado al cielo de todas las madres, es una impotencia salvaje de loba herida. No hay guerra que no se lleve a un ser querido, que no nos mate a todos un poco. Desde luego, la figura no está “preñada”, porque si fuera así estaría a punto de “dar a luz”. El cuerpo femenino tiene formas, la mayoría de la mujeres tenemos “tripa”. Existen más mujeres en el mundo con las formas que pintaba Rubens que con los cuerpos de la supermodelos” (13).

          El 23 de agosto de 1998 aparecía el magnífico soneto del poeta tinerfeño Juan Marrero González (14), cuyo título “Coraje, victoria y perdón” iba encabezado con el dictado: "Ante la escultura “Coraje” de Manuel de Bethencourt en eterna memoria de la heroica gesta tinerfeña del 25 de Julio de 1797 frente a la escuadra del Almirante Nelson (S/C de Tenerife, Jul.-1998). “¡Vivaqueen vence! que es vencer perdonando, vencer dos veces”. (Calderón de la Barca)". Su transcripción es la siguiente:

               "No las regias vestimentas y armaduras  //  que vistieran los señores de la guerra;  //  vas descalza, con las pobres vestiduras  //  de los pobres campesinos de mi tierra.

                Tienes aires de amazona sin montura,  //  recios puños que el coraje abre y cierra,  //  la mirada interrogante hacia la altura  //  con un gesto vengador que al cielo aterra.

                ¡Isla mía hecha bronce femenino,  //  hija hermosa del Amor y la Victoria!:  //  quien se atreva a interponerse en tu camino

                brindará nuevos lauros a tu historia,  //  pues, si amores y victorias son tu sino,  //  el perdón a los vencidos son tu gloria."

          Por otra parte, ha habido alguna persona que parece confundir este monumento de la gesta del 25 de Julio con el humilde monolito, coronado con el busto del general Gutiérrez, que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife erigió en mayo de 1999 al vencedor de Nelson (15).

          Finalmente, Florilán en su artículo "Sobre monumentos" (16) expone una vez más la añoranza de un monumento de estilo clásico: “Algunos me preguntan ¿Y no siguen los héroes del 25 de julio de 1797 sin el monumento que les corresponde, insistiendo en la falta de mensaje de la escultura denominada por el escultor Coraje ya que “hay gente que no acaba de encajar la representación escultórica de la fecha”. En un tono jocoso llega a concluir, narrando una anécdota, que si la idea es del escultor hasta en la basura, el propietario de la obra (que es el Ayuntamiento) puede ponerla donde quiera: hasta en la basura. Le da la impresión de que con los defensores de Tenerife no hemos tenido suerte, porque, a su juicio, tampoco el monumento al general Gutiérrez está a la altura que se merece.

          ¿Qué hará nuestro Ayuntamiento? ¿Tirarlos a la basura? ¿No sería mejor adecentar la columna con el busto del general Gutiérrez con un pequeño parterre? ¿Llegará el día en que el monumento a los Héroes de la Gesta del 25 de Julio de 1797 esté en el entorno adecuado? Entonces si habrá tiempo de contemplar el monumento en su conjunto y los transeúntes podrán observar magníficos medallones y cartelas que les recordarán el ataque del almirante Nelson y sus barcos contra la plaza de Santa Cruz de Tenerife, heroicamente defendida por los tinerfeños. Pero, si el Ayuntamiento no lo remedia, ni transeúntes ni residentes podrán leer los nombres de los caídos que defendieron la libertad del pueblo tinerfeño. Cuatro años han pasado y la cartela de los Héroes no está patente.

 

NOTAS

1. Diario de Avisos, 17 de febrero de 1997, pág. 18.

2. El Día, 3 de agosto de 1997, pág. 16. Con anterioridad, diversos ciudadanos han insistido en la premura de la erección de un monumento. (Véase, p.e. El Día de 24 de julio de 1997 en el apartado “Cartas al Editor”).

3. Ya en agosto de 2000 (El Día, miércoles 2 agosto) en tono poético se lamentaban de la suciedad y abandono del “Regio Monumento al 25 de julio, diálogo entre Gutiérrez y Nelson". "Frente al regio monumento / del Veinticinco de Julio / pude escuchar un murmullo, / y me detuve un momento. / Gutiérrez se disculpaba, / ante el almirante inglés, / quien por enésima vez, / el mismo tema escuchaba. / …”Usted perdone, almirante, / pero es que hace más de un mes, / que aquí, como usted lo ve, / nadie ha pasado una escoba,/ y ya va siendo la hora, / de que barran de una vez. / Lo ordena el Ayuntamiento, / dijo Gutiérrez al inglés, / y cual si fuera de oropel, /brillaría el monumento…” / “A mi me da mucha pena, /cuando me pide disculpa / sé que no es suya la culpa, / y siento vergüenzaajena…” / “…Algún turista, yo espero / pase un día frente a mi, / y al verme encerrado aquí / mande a limpiar este suelo, / y acabarán sus desvelos, / y disculpas ante mi…”. (Manuel Escuela Herrera).

4. El Monumento a los Héroes del 25 de Julio de 1797. Museo Militar Regional de Canarias/Tertulia de Amigos del 25 de Julio, Santa Cruz de Tenerife 1998. 32 pp.

5. El Día, jueves, 21 de diciembre de 2000 pág. 17; martes, 9 de enero de 2001 pág. VIII y sábado, 13 de enero de 2001 pág. 71.

6. El Día, martes, 7 de octubre de 1997 pág. 34 y miércoles, 8 de octubre de 1997 págs. 1 y 60.

7. EL DÍA, viernes, 24 de julio de 1998 pág. 53 y sábado, 25 de julio de 1998 págs. 1 y 61.

8. El Día, domingo, 2 de agosto de 1998 pág. 4.

9. Diario de Avisos, domingo, 25 de julio de 1999 pág. 24.

10. El Día, martes, 20 de julio de 1999 pág. 2.

11. El Día, domingo, 16 de agosto de 1998 pág. 74.

12. El Día, sábado, 29 de agosto de 1998 pág. 3.

13. El Día, sábado, 22 de agosto de 1998 pág. 4.

14. El Día, domingo, 23 de agosto de 1998 pág 54.

15. El Día, jueves, 1 de octubre de 1998 pág. 14: "El monumento de la gestación del 25 de Julio";  domingo, 8 de agosto de 1999 pág. 6: "Nelson en Tenerife".

16. El Día, sábado, 17 de julio de 1999 pág.2.

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