Dialogar (Puerto y puerta - 86)
Por Rafael Zurita Molina (Publicado en el Diario de Avisos el 2 de diciembre de 2012).
Eliseo Izquierdo elaboró -Introducción y selección- un extraordinario libro que, con el título Pico de Águilas, contiene una serie de artículos de Alfonso García-Ramos que se publicaron en el periódico La Tarde, entre marzo de 1974 y febrero de 1980.
En la Introducción, magistral síntesis sobre la conjunción afectiva y doctrinal del recordado periodista con el entrañable diario vespertino, entresaco unas líneas relacionadas con el puerto que estimo actuales. Dice que Alfonso García-Ramos, “entre los temas siempre en el candelero de sus preocupaciones máximas estaba el de Santa Cruz de Tenerife. Conocía a fondo la historia de su crecimiento y los obstáculos que se han ido interponiendo en su desarrollo. Se opuso con firmeza en todo momento, a cualquier proyecto que careciera de la suficiente proyección de futuro, y luchó en favor de la compenetración plena de la ciudad y el puerto”.
Eso es, en sentido figurado, identificarse “la ciudad y el puerto en ideas y sentimientos“. Como quiero advertir que se verifica ahora, sin tener, por fuerza, que estar de acuerdo con los planteamientos del nuevo proyecto del Plan Especial del Puerto que tramita el Ayuntamiento a propuesta de Puertos de Tenerife.
En la calle, a nivel coloquial, se barajan muy variadas opiniones sobre lo que puede o debe hacerse en la dársena de Los Llanos y en el Muelle de Enlace; y no está mal que la ciudadanía se interese por los asuntos del puerto. Otra cosa es el debate político; mal el que todo niega en lugar de dialogar para conseguir lo que más interesa a la gente, “empujando el mismo carro”.
Por mi parte, recupero lo dicho en junio del pasado año sobre la dársena de los Llanos. Tras dialogar con gente experta, afirmaba que no hay otra tan abrigada y en el centro de una ciudad, que puede tener cerca todos los servicios; y la comodidad para el navegante que aquí recala; y certificar que el turista que más gasta es el náutico, por encima del turista de golf; y que su influencia alcanza a todos los sectores económicos.
De cierta forma, encuentro alguna similitud con lo expuesto en el Ayuntamiento sobre el proyecto de una marina de "megayates", que será un atractivo más para los ciudadanos, además de generar una actividad económica y turística de primer orden para Santa Cruz.
Y en cuanto al espacio que se propone dedicar a tinglados para al tráfico de tomates, papel y otros graneles en una terminal polivalente, pienso que mejor estaría en el muelle de Ribera. No lo sitúo con el paisaje que domina el Auditorio y el Parque Marítimo. ¡Dialogar!
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