Canarias

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Traducción por Emilio Abad Ripoll de la parte relativa a nuestro Archipiélago del libro de Elizabeth Nicholas titulado Madeira and the Canaries  (The Travel Book Club, Londres, 1952).

Prólogo a la versión española de Juan Enrique Jiménez Fuentes

Ediciones Idea. Santa Cruz de Tenerife 2007. En la colección Escala en Tenerife
Número de páginas: 222

Se puede adquirir, además de en las librerías más conocidas, en Ediciones Idea:
    Calle San Clemente 24 (Edificio El Pilar), 6ª planta. 38002 Santa Cruz de Tenerife
    Calle León y Castillo, 39, 4º b.  35003 Las Palmas de Gran Canaria
    
         

       

 

           Elizabeth Nicholas era corresponsal de viajes del periódico inglés Sunday Times cuando visitó Canarias durante la primavera y el verano de 1952; este libro es el fruto de ese periplo. Aunque concebido fundamentalmente como una guía de viaje, hay momentos en que roza el lirismo impresionista. Escrita con un estilo que trasciende el meramente informativo y se acerca al diario personal, la autora adereza el texto con anécdotas, impresiones personales, el panegírico y la imprescindible pincelada de humor británico. Así, el texto de Nicholas inaugura un nuevo estilo de escritura a la hora de informar sobre las ventajas y bondades turísticas del Archipiélago que será profusamente imitado a partir de entonces por las guías turísticas.

          Quizá lo más impactante del libro para el lector actual sea percibir el carácter eminentemente rural de la Canarias de hace poco más de cincuenta años; sorprende igualmente su «clarividencia» a la hora de evaluar el futuro turístico de la Islas. Su sensibilidad, aunada a un fino olfato turístico, le hace preferir los paisajes áridos y desérticos de Fuerteventura y Lanzarote o del sur de las Islas. Ese conmoverse ante el vacío apunta hacia una nueva sensibilidad frente al paisaje, pues los viajeros victorianos siempre prefirieron la zona norte de las Islas, donde el clima resultaba más templado, a las ardientes llanuras del sur con sus campos yermos.

          Sin ningún género de dudas, el Archipiélago tuvo que causar una profunda impresión a Elizabeth Nicholas, como parece deducirse del último párrafo de su trabajo: “Cuando me acuerdo de Canarias recuerdo muchas cosas; pero creo yo que la primera que me viene a la mente es que son islas donde es posible ser feliz”