Santa Cruz, Bandera Amarilla. Interesante exposición en la Biblioteca Municipal Central

 
Por Ana María Díaz Pérez (Publicado en El Día el 12 de noviembre de 2021).
 
 
 
  
          El pasado 27 de octubre se inauguró una magnífica exposición bajo el título de Santa Cruz Bandera Amarilla, tomando como referencia el libro escrito por el  inolvidable Cronista Oficial de la Ciudad y querido tertuliano de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, Luis Cola Benítez (Santa Cruz de Tenerife, 1933 – 2016), que versa sobre las epidemias y las calamidades que tuvieron que soportar los habitantes de nuestra ciudad entre 1494 y 1910, siendo aquellos padecimientos con carácter epidémico el epicentro de la muestra que la Biblioteca Municipal Central nos ofrece repartida en cinco vitrinas, además de las consecuencias que se derivaban de esas aterradoras dolencias, como las medidas preventivas, la invocación a los santos sanadores, etc…
 
 
 Expo B. amarilla Personalizado
 
Fotografía de Elsa González Tabares
         
 
          Se inicia la visita al detener nuestros pasos ante la lígnea vitrina “fundacional”, de bello diseño, que data de la década de los 30 de la pasada centuria, (cuando la sede de la Biblioteca se trasladó desde el antiguo convento de San Pedro Alcántara al edificio proyectado por el arquitecto Eladio Laredo -en la calle José Murphy-, pertenencia del Excmo. Ayuntamiento capitalino), y que se halla flanqueada por un par de expositores enrollables, los llamados roll-up, el de la izquierda, desde la óptica del observador, publicita la exposición, mientras que en el de la derecha contemplamos un eje cronológico que abarca desde finales del siglo XV hasta las postrimerías del XIX, en el que se indican los años en los que los barcos dejaron  aquellas temibles dolencias en Tenerife, su etiología, e incluso algunos personajes que fueron víctimas de las mismas. Este primer mueble acristalado acoge referencias bibliográficas del último cuarto del XVIII, del XIX y principios del XX, material médico del Ochocientos, del mismo modo que réplicas de los respectivos vectores transmisores de la peste y la fiebre amarilla.
 
          La segunda vitrina, rectangular, encierra diferentes documentos municipales, es decir, bandos y edictos de los distintos alcaldes que presidían la Corporación Municipal en los momentos en que la fiebre amarilla y el cólera-morbo asiático invadieron la ciudad, a lo que hay que añadir  algunos ensayos  sobre cómo curar la enfermedad epidémica, una copia manuscrita de la carta del Dr. Halphen acerca del citado mal y, por último,  una circular de la Jefatura Provincial de Beneficencia en la que se solicita  la aportación vecinal de limosnas, ropas y enseres con el fin de afrontar futuras epidemias.  
 
          Las dos siguientes vitrinas exhiben dos asuntos contrapuestos, así pues, en la tercera, apreciamos la ciencia médica: las obligaciones del barbero sangrador, Ordenanzas Municipales de 1852,  material sanitario y fotografías de dos de los facultativos condecorados por su labor humanitaria durante la epidemia de cólera-morbo (1893-94), el Tratado Histórico Práctico de la vacuna de la viruela (1803), Bando del Ayuntamiento llamando a los vecinos a inocularse la vacuna variólica en el exconvento de San Francisco (1870) e incluso un discurso en contra del citado preparado de antígenos y, finalmente, remedios curativos, entre otros aspectos. Debido a que la medicina no ofrecía la solución deseada, los ciudadanos recurrían a la religión y es en esta cuarta vitrina en la que aparecen imágenes y datos hagiográficos de tres santos sanadores: San Roque, San Lázaro y, uno fortuito, San Juan Bautista, debido a que no se halla en la relación de santos protectores propiamente dichos, sino que en determinado momento se erigió como tal, sin soslayar que en este habitual ritual se han dirigido rogativas a cristos y a vírgenes.
 
          Por venir a colación, y aludiendo de nuevo al mencionado ejemplar de nuestro siempre recordado Luis Cola Benítez que aborda también otras calamidades,  hacemos hincapié en que desgraciadamente tenemos ahora dos paradigmas en sendos contextos:  la Covid-19 y la candente erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma, así pues, al mes de su explosión, para implorar el cese de este fenómeno geológico acogieron una misa rogativa y procesionaron la patrona palmera, la Virgen de las Nieves, y la imagen mariana de El Pino en El Paso,  dirigiendo también las plegarias a una representación muy venerada en la Isla Bonita, la de Las Angustias.  Aprovechamos la ocasión para enviar, desde las páginas de este diario, a nuestros hermanos palmeros todo el afecto tinerfeño y nuestros mejores deseos para que acabe pronto esta atribulada situación. 
 
          La quinta vitrina custodia el original de la Cruz de la Beneficencia, propiedad del Excmo. Ayuntamiento santacrucero, cedida por Protocolo de esta Corporación Municipal, al igual que el Escudo Heráldico de Santa Cruz, junto al que reza una explicación de su simbología y los títulos de la ciudad, a lo que se suma una reproducción de la Gaceta de Madrid (1894) en la que consta que se concede a nuestra urbe el título de Muy Benéfica.
 
          Para concluir, completan todo este conjunto expositivo otras cuatro vitrinas, que acopian las publicaciones más recientes (siglo XX) relacionadas con la temática en cuestión, susceptibles de préstamo externo.
 
          Pero la selección de esta documentación, extraída del Fondo Antiguo Canario (libros y folletos), Fondo de Manuscritos, y del Fondo Documental Antiguo, que ha supuesto un ingente trabajo, no hubiera sido posible sin la extraordinaria labor del equipo integrante de la Biblioteca Municipal Central,  al que deseamos expresarle públicamente nuestro sincero agradecimiento, no solo por la realización de esta rigurosa y didáctica  muestra, sino también por la tarea cotidiana que desempeña, facilitando siempre con excelente profesionalidad y absoluta amabilidad  la actividad indagadora a los investigadores que allí acudimos, por ello nuestro cálido reconocimiento a  D. Francisco Sáenz de la Cruz, Director del Sistema Bibliotecario Municipal, a Dª Mª Mercedes Amador Monteverde  y a Dª Mª del Carmen Mendoza Bencomo, Ayudantes de Biblioteca, y al resto de componentes en la persona de Dª Elsa González Tabares, Auxiliar de Biblioteca. De un modo especial, queremos manifestar nuestra gratitud a las dos comisarias de la exposición, las Sras. Mendoza Bencomo y Amador Monteverde, responsables del Fondo Patrimonial Histórico de la Biblioteca, por su minucioso y exquisito quehacer para disfrute de la mente y la mirada de todos los visitantes.
 
          En definitiva, una gran exposición en un reducido espacio, que recomendamos no dejen de ver, pues permanecerá abierta al público hasta el 24 de enero de 2022, incluso se brinda la oportunidad de visitas guiadas en el siguiente horario y en dos turnos con un máximo de 8 personas en cada uno de ellos: martes, en horario de mañana:  de 10 h. a 11 h. y de 11 h. a 12 h. y miércoles, en horario de tarde: de 16 h. a 17 h.  y de 17 h. a 18 h., mediante inscripción, debido a la Covid -19, llamando al número de teléfono: 922 84 90 60. Para los ciudadanos que deseen ampliar información, en la Web está colgada una revista digital al respecto, además de un vídeo promocional, no obstante, tras la clausura de la muestra, los investigadores podrán consultar, previa petición, los documentos expuestos.
 
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BIBLIOGRAFÍA Y ARTÍCULO DE PRENSA
 
- Luis COLA BENÍTEZ: Santa Cruz Bandera Amarilla. Epidemias y calamidades (1494-1910). Organismo Autónomo de Cultura. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, 1996. 
 
- Ana María DÍAZ PÉREZ: Iconografía  de  los  Santos Protectores de Epidemias y Enfermedades en Canarias. Tesis Doctoral dirigida por la Dr. Dª María del Carmen Fraga González. Presentada en la Universidad de La Laguna el día  3  de  julio de 1991, (Inédita).
 
- Sergio LOJENDIO: “Cuando la fe apaga volcanes”. El Día/La Opinión de Tenerife, 25 de octubre de 2021.
 
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