Cromos británicos (12) Los artistas (buskers)

 
Por Antonio Salgado Pérez  (Publicado en El Día el 20 de noviembre de 1997).
 
 
 
LOS ARTISTAS (BUSKERS)
 
 
          Fue durante siglos y hasta hace unos trece años el mercado de las verduras, frutas y flores más importante de Londres. Ahora, en vez de bubangos, calabazas y berros, aquí proliferan las esculturas vivientes, los payasos, los violines y los acordeones. Nos referimos, of course, al Covent Garden, cuyo nombre le viene de los jardines de un convento que allí había.
 
          Los artistas de la calle, los buskers, se prodigan por todo Londres, pero en Covent Garden son una institución. Como nos recuerda Tim Grimwade, los nuevos aspirantes han de superar audiciones rigurosas y someterse a serias restricciones. En general, se intenta mantener un alto grado de calidad, cosa que no sucede en los pasillos del metro, donde muchas veces las condiciones acústicas consiguen que algunos suenen mucho mejor que tocan. La aludida criba y selección se nota al instante. Se percibe, por ejemplo, en aquel torrente de voz que parece salida del amplio tórax de Pavarotti cuando quien emite es un amateur que ahora solo consigue calurosos aplausos y muchísimas monedas en aquella especie de gorra que yace en el pavimento, bajo las arcadas y los faroles de lo que murió como mercado para nacer como trampolín artístico y como zona de sinfín de restaurantes, cafés, tiendas y salas de exposiciones por donde merodean personajes con las vestimentas más estrafalarias, cuajados de medallas, anillos, pañuelos multicolores y zarcillos, que te pueden parar para, mostrándote unos ojos desorbitados, recitarte versos de William Shakespeare.
 
          Donde antes abundaban zanahorias, guisantes, coliflores y espinacas; donde se rodaron muchas escenas de My Fair Lady, hoy, ahora, puedes conseguir hamburguesas, pizzas, helados y postales. Puedes reírte con los “Gorgoritos”, que vemos en nuestro parque García Sanabria; nunca verás a un hombre luciendo una corbata y jamás una sola hoja de papel en un suelo limpio como una patena, como un alfiler. 
 
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