Palabras pronunciadas en la presentación del libro "Rosacruces, Historia y Personajes"

 
Por Carlos Hernández Bento (Palabras pronunciadas en la presentación del libro de David Suárez Rosacruces, Historia y Personajes  el 26 de mayo de 2019, en la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife). 
 
 
          Señoras y señores, buenas tardes,
 
         Hoy estoy aquí para presentar el libro de un amigo, David Suárez Dorta, quién me ha pedido que le lea algunas líneas introductorias.
 
          Cuando digo "amigo", no es gratuitamente, me estoy refiriendo al significado exacto que apunta el diccionario. Por eso para mí este acto, como comprenderán, es al mismo tiempo un gusto y una responsabilidad, pues deseo lo mejor para él.
 
         David nació en 1971 en Tenerife, aunque también tenga bastante de gomero. (¡Uy!… ¡Hasta medio parientes somos!) Es un investigador y escritor que se formó como gestor cultural y diseñador gráfico. Como trabajador ha sido multifacético, pues ha desarrollado labores en prensa y radio, y en los ámbitos de la educación y el diseño gráfico. Ha escrito ya varios libros, y jugó un papel importante en el malogrado “Instituto de Estudios Colombinos” de La Gomera, lo que le permitió relacionarse con profesores universitarios de ambas orillas del Atlántico.
 
          Toda su afición por las cuestiones históricas, simbolistas, sobre sociedades secretas, y por la cultura en general, le vienen de cuna. Las lleva oyendo casi desde que nació, de boca de su padre don Antonio Víctor, quién lo bien crio en la lectura continua, incidiendo en el despertar de su conciencia y su curiosidad.
 
          Cualquiera que haya tenido un mínimo de conversación con él, advierte a las primeras de cambio que David es un tipo “noblito” -como decimos mucho por estas tierras-, culto y excelente conversador –lo segundo jamás conllevó lo tercero-.
 
          Pero estas virtudes, amigos míos, no son suficientes para sacar adelante la publicación de un libro. ¡Qué va! Hacen falta, además, otras capacidades como la buena expresión, el tesón o la concentración. Todas ellas han quedado sobradamente demostradas con la presente publicación.
 
          La lectura del libro, de estilo directo y muy cercano, ha sido para mí como una de esas noches de conversación con una bolsa de pipas en el paseo de San Sebastián de La Gomera. Hoy, esos fantásticos momentos y todo lo que nos aportó David, se ven plasmados en la realidad de un libro que yo objetivamente me compraría, pero si es un amigo como él el que lo ha escrito, pues... más aún, ¿no creen?
 
          Cuando abordé su lectura, me pareció oír a David hablándome con el paquete de Churruca en la mano y, entonces, ante mis ojos y mi imaginación desfilaron una legión de personajes por los que siempre he sentido admiración: un Newton, un Descartes o un Leibniz; gentes que dieron forma a nuestro mundo actual. Además, aparecieron algunos nuevos para mí: como Ashmole -el hombre de los museos-; Comenio -el de las escuelas- o uno que me hizo mucha gracia: el "palanquín" de Cagliostro, una especie de Giacomo Casanova monógamo, que recorrió Europa entera de Corte en Corte.
 
          Asombra que toda una galería de sabios de primera fila queden relacionados entre sí por documentos clave como: La Fama Fraternitatis (1614) de los rosacruces (¡Ay, el historiador… siempre pensando en el documento!). Relacionados, digo, en pro del intercambio de conocimientos, y con el fin último del bienestar y el progreso de la humanidad.
 
          Todo lo demás, estimados asistentes, lo que caiga en el terreno del misterio y lo que no, nos lo va a contar David a continuación.
 
          Muchas gracias, frater.
 
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