El patrimonio histórico de Santa Cruz (07). El cementerio de San Rafael y San Roque

El patrimonio histórico de Santa Cruz se cae… y no hay quien ponga una mano (7)

 

CEMENTERIO  SAN  RAFAEL  Y  SAN  ROQUE


 Luis Cola Benítez  (La Opinión, 10-05-2010) 
           

          La terrible epidemia de fiebre amarilla que padeció Santa Cruz entre 1810 y 1811, causó en año y medio 1.622 muertos, lo que representaba el 24 por ciento de la población. Las iglesias, en las que tradicionalmente se efectuaban los enterramientos, quedaron saturadas y el obispo facilitó la ermita de Regla para este fin exclusivo, pero no fue suficiente. La situación obligó al Ayuntamiento a crear el primer cementerio civil del Archipiélago, en lo que entonces eran las afueras de la población, único existente en Santa Cruz hasta 1916, año en que comenzaron los enterramientos en el actual de Santa Lastenia.

           En San Rafael y San Roque se dio sepultura a los restos de los más importantes personajes del Santa Cruz decimonónico, algunos de los cuales fueron posteriormente trasladados a Santa Lastenia, pero entre otros que allí permanecen quedaron sus sepulcros y lápidas que daban testimonio de una etapa imborrable de la historia de la ciudad. El ser un recinto cerrado sin la debida vigilancia ni el mantenimiento adecuado, ha facilitado hechos vandálicos repetidos a lo largo de los años, y en la actualidad se encuentra en un lamentable estado de abandono y ruina, con muchos de sus sepulcros rotos, estatuas y símbolos funerarios destrozados, y todo ello a pesar de gozar de protección oficial administrativa.

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           La situación en que se encuentra, inaudita en una ciudad que se vanagloria de sus valores cívicos y culturales, no es sólo achacable a las recientes  corporaciones municipales. Los responsables políticos de los últimos sesenta u ochenta  años deberían asumirla con vergüenza y entonando el más sincero mea culpa. Martínez Viera ya denunciaba en 1920 el estado de abandono en que se encontraba y sólo hacía cuatro años que se había inaugurado el nuevo cementerio. Existen proyectos de rehabilitación que se retrasan años y años, sin que se observe la voluntad de llevarlos a la práctica.

           El cementerio San Rafael y San Roque es hoy, sin duda, un baldón vergonzante que salpica y mancha la imagen de todos los responsables políticos.

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