El General don Antonio Gutiérrez

 

Por Baltasar Pérez Bles  (Publicado en El Día /La Prensa el 17 de marzo de 2012).

 

          En mi última “Carta al Director” recordaba los tres ataques que Santa Cruz sufrió, repelió y venció de los famosos almirantes ingleses Blake, Jennings y Nelson. Creo que es de justicia resaltar la figura del teniente general don Antonio Gutiérrez de Otero y Santayana, verdadero héroe de aquellos días que van desde el 22 al 25 de julio de 1797, que tanta gloria dio a Canarias y a España en guerra contra Inglaterra.

          Este bravo y valiente militar nació el 8 de mayo de 1729 en Aranda de Duero, Burgos, y ya en el año 1770, siendo teniente coronel , derrotó a las fuerzas inglesas en las Malvinas, y con el grado de general de Brigada en 1782 las vuelve a derrotar al conquistar de nuevo para España la isla de Menorca.

          El 30 de enero de 1791 es nombrado comandante general de las Islas Canarias, con residencia en Santa Cruz de Tenerife, en el castillo de San Cristóbal, plaza que se puede decir que carecía de unidades militares cuando fue atacada por la escuadra de Nelson, y fue defendida por las milicias formadas por sus propios vecinos, y cabe destacar el gran mérito que tuvo el general Gutiérrez al repeler todos los intentos de Nelson para apoderarse de nuestra ciudad, entre los días 22 y 25 de julio del mencionado año 1797.

          Nelson no abandonó sus intenciones de doblegar la eficaz defensa de los isleños a pesar de sus fracasos anteriores, e intenta personalmente iniciar otro desembarco el día 25, y ya sabemos el resultado: que le costó la pérdida de su brazo derecho por disparos del cañón “Tigre”, precisamente emplazado en el castillo de San Cristóbal, y al verse derrotado decide firmar su rendición, con unas condiciones que figuran en las capitulaciones, donde el general Gutiérrez muestra su caballerosidad con los vencidos, como queda demostrado en las cartas que ambos contendientes se cruzan; las de Nelson, escritas con su mano izquierda. Con la promesa formal de que nunca más las Islas Canrias serían atacadas por Inglaterra, se da por finalizado el ataque a Santa Cruz.

          No obstante, en Madrid el secretario de Defensa de la Guerra, no conforme con las capitulaciones que se firmaron, le pide al general Gutiérrez explicaciones por no haber sacado más provecho de su victoria, cuando bien claro quedó no ser atacada Santa Cruz, ante la potencia que por aquella época era Inglaterra con su poderosa escuaddra, como se vio en Trafalgar, y lo mal que nos fue estar aliados con los franceses. Haciendo honor a la verdad, nuestro rey Carlos IV sí reconoció y premió la gesta del general Gutiérrez concediéndole el Hábito de Caballero de la Orden de Alcántara con la encomienda de Esparragal y una pensión de 5.500 reales de vellón que él repartió entre sus fieles subordinados el teniente coronel Creagh y el teniente Vicente Siera, que tanto se distinguieron en esos días memorables.

          El general Gutiérrez falleció el día 14 de mayo de 1799 y sus restos mortales reposan en la iglesia de la Concepción, en la capilla de Santiago Apóstol. Todos los años, el 25 de julio se celebra una función religiosa en dicho templo, donde las autoridades civiles como militares depositan una corona de laurel como recuerdo y agradecimiento de todos los canarios a este ilustre militar que fue uno de los mejores del siglo XVIII.

          Recuerdo que en mis tiempos de estudiante de náutica pasaba por La Caleta, lugar poco acogedor y retirado de la ciudad, donde se encontraba una calleja con el nombre de este ilustre militar. ¿Es que de tantas avenidas y calles espléndidas que tiene Santa cruz no pudieron dedicarle una?

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