¿Qué hay del monumento conmemorativo?

Por Luis Cola Benítez   (Publicado en El Día el 7 de mayo de 1993)


          Pasa el tiempo, transcurren los años, y las autoridades responsables guardan impenetrable silencio sobre este asunto. Ya tenemos en puertas nuestro particular Centenario, el quinto, de la fundación de nuestra Ciudad. Ya faltan sólo cuatro años para que se cumplan doscientos de aquella memorable acción, y nada se dice, nada se sabe, en cuanto a proyectos, posibles concursos, lugar de emplazamiento, ni de cualquier otro detalle que evidencie con hechos la decidida voluntad de nuestro Ayuntamiento de realizar lo que la opinión pública reclama y el pueblo desea. Son doscientos años de buenas palabras, de apenas vislumbradas mejores intenciones, de declaraciones que sólo parecen encaminadas a salir del paso, que hacen pensar -y ojalá nos equivoquemos- que el desinterés sobre el tema y la apatía de quienes deben y tienen la obligación de impulsarlo, alcanza cotas preocupantes para el ciudadano.

          Habrá que reiterar, por lo visto, lo ya dicho sobre la vergüenza que representa para Santa Cruz, entonces Capital de Canarias, el que aún esté pendiente de saldarse la histórica deuda contraída, va a hacer doscientos años, con cuantos supieron defender gloriosamente nuestra integridad. Habrá que insistir en el oprobio que ello representa. Resulta incomprensible para muchos tamaña ingratitud, que ha llevado a algunos a decir que si los hechos hubieran tenido lugar en otra ciudad de las Islas, ya se hubiere erigido el monumento.

          No se pierda de vista que, según las mejores autoridades en nuestro pasado, lo sucedido en torno al 25 de julio de 1797 constituye el más importante y glorioso acontecimiento de la historia de Canarias. Sin embargo, ni una simple lápida en el escenario de los hechos existe que lo recuerde.

          ¿Cuándo nos darán los que deben hacerlo alguna señal de esperanza?