A Santa Cruz de Tenerife

                  A  SANTA  CRUZ  DE  TENERIFE

 

 La cordillera abrupta, árida, monstruosa,

cuya adustez refuerza la cruda luz solar,

parece, desde el puerto, guardiana recelosa

que a las naves intrusas quisiera rechazar.

 

 Ella oculta una tierra fértil, florida, hermosa…

Ella deja a sus plantas tranquila reposar

a un pueblo claro, alegre, de tonos blanco y rosa…

¡Paradoja magnífica sobre el azul del mar!

 

 A ti va mi homenaje, Santa Cruz bien amado;

tú tienes gesto amable para el recién llegado;

tú tienes gesta heroica: la que eclipsó a tu sol…

 

 Ciudad noble, te aguarda un futuro risueño.

Eres el arca santa del patriotismo isleño.

Yo a tu sombra me siento doblemente español.

 

  

 Manuel Verdugo

 

("Huellas en el páramo". 1945, pág.21)