In Memoriam. Sebastián Matías Delgado Campos

 
Por Antonio Salgado Pérez  (Publicado en el Diario de Avisos el 18 de abril de 2024)
 
 
           Pregúntaselo a Sebastián Matías, él, seguro que lo sabrá. Y quienes se dirigían a aquella fuente del saber, siempre salían con la satisfacción de haber despejado aquella incógnita que había gravitado durante algún tiempo en su mente. Aquella fuente del saber, que siempre escondía su sapiencia bajo un exquisito manto de modestia se llamaba Sebastián Matías Delgado Campos que, desgraciadamente, nos acaba de dejar, de puntillas, para siempre.
 
          Éramos escolapios pero como le aventajábamos en el calendario, nunca compartimos las aulas en aquel colegio que con aspecto de castillo medieval respondía por Quisisana. Cuando abandonamos aquellas ventiladas instalaciones, Sebastián Matías siempre tuvo un recuerdo gratificante y amable hacia aquellos sacerdotes de sotana y buenos modales. Su acrisolado fervor religioso se iba a incrementar con el tiempo. Y es que como avezado arquitecto se especializó, entre otras facetas, en rehabilitar un buen número de capillas, ermitas e iglesias de nuestro Archipiélago Canario. Por ende, conocía las historias de todas aquellas imágenes. Y lo demostraba, con creces, cuando le daban la oportunidad de comentar a través de los canales de televisión las más importantes procesiones del orbe.
 
          De impecable vestir, nunca dejó la corbata en el armario. Aún recuerdo su malestar cuando la implacable piqueta municipal se propuso –y lo consiguió– demoler aquella joya de la arqueología industrial que respondía por Fábrica de Gas, ubicada muy cerca de la ermita de Regla y entre la Estación de Guaguas y la Dársena Comercial. Aquella Fábrica de Gas cuya estructura no dañaba la vista, fue única en Canarias y de las poquísimas que se habían montado en España. En los albores de este siglo, y a través del desaparecido Canal 7 del Atlántico, que lideraba Paco Padrón, Sebastián Matías Delgado, junto a Juan Arencibia, Pedro Doblado y Luis Cola Benítez, crearon el espacio “Canarias Siglo XX” que tuvo una enorme audiencia porque de una forma muy coloquial y amena, aquel cuarteto de eruditos nos fueron explicando todos y cada uno de los monumentos, hitos históricos y afines a nuestra Isla y aledaños.
 
          Amante de las soledades, su enjundioso verbo se pudo escuchar en numerosas conferencias e intervenciones literarias. Siempre sintió una especial predilección por el Palacio de Carta, por el arquitecto Manuel de Cámara y Cruz, artífice, entre otros edificios tinerfeños, de la antigua Escuela de Comercio y el Templo Masónico. “Hay que mirar para arriba, nos decía; el asfalto nos embrutece y nos priva de ver nuestros escudos, cimborrios y similares”
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          Nunca le vimos levantar su tono de voz. Y en aquella anatomía de difícil erguidez siempre vimos una sima de enorme calado cultural. En fin, querido compañero y amigo, jamás olvidaré, entre otros detalles, cuando propusiste mi nombre para incorporarme como miembro de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, cuyos integrantes, presididos por Luis García Rebollo, siempre tendremos en cuenta tu indeleble barniz cultural, tu fibra escrutadora e histórica y, repetimos, esos amplísimos conocimientos que escondías bajo un manto de exquisita modestia.
 
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