Parroquia del Sagrado Corazón

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 31 de marzo de 2024)
 
 
Parroquia del Sagrado Corazón
 
 
          La parroquia del Sagrado Corazón, creada para responder a las necesidades espirituales de la población de la zona baja del barrio de Salamanca, fue una iniciativa del sacerdote don Armando Montoliu Marzal, al que el obispo de la Diócesis Nivariense don Luís Franco Cascón le nombraría ecónomo encargado de conseguir los terrenos y construir el complejo parroquial.
 
         Las dos parcelas, situadas en la confluencia de las calles Enrique Wolfson y Horacio Nelson, de 813 y 661 metros cuadrados, fueron adquiridas, respectivamente, a don Ulrich Ahlers Kahlbau,  el 12 de septiembre de 1967, y a don Antonio Oramas y Díaz-Lanos, el 21 de febrero de 1969. 
 
          El proyecto de construcción del Templo lo llevó a cabo el arquitecto don Enrique Rumeu de Armas, quién también se encargaría de la dirección de la obra, de forma altruista, de la misma manera que lo hizo el aparejador don Manuel Aranaz Rodriguez.
 
           La primera piedra del nuevo Templo se colocó el 24 de mayo de 1972, y las obras comenzarían en el mes de agosto, las cuales estuvieron a cargo del Servicio Militar de Construcciones.
 
          El desnivel existente entre las dos calles y la naturaleza de los terrenos de cimentación impusieron la construcción de un semisótano de 817 metros cuadrados, con entrada por el único lindero medianero del solar, puesto que sus dependencias (salón de actos, cuatro salones sociales y cripta funeraria) eran ajenas al culto.
 
          El complejo parroquial quedaría conformado por la planta baja, donde se encuentra el espacioso templo, la sacristía y la sala rectoral; la planta primera, destinada a vivienda del párroco; la planta segunda, con dos apartamentos; y la planta de ático, con terraza cubierta. 
 
          Sobre el techo de la iglesia se instaló una cubierta de cobre, realizada en Pamplona, la cual fue donada por el citado arquitecto.
 
          La torre, rematada por una flagrante cruz, se levantó en el lado derecho del complejo, colocando una campana en su mitad.
 
           El templo sería bendecido por el obispo de la Diócesis Nivariense don Luís Franco Cascón, el 20 de diciembre de 1977, en un emotivo acto al que asistieron las primera autoridades religiosas, civiles y militares.
 
          Para poder llevar a cabo este ambicioso proyecto fue notoria la abundante y generosa aportación de los feligreses que respondieron a la llamada de su párroco, don Armando Monteliu, alma mater de la construcción y puesta en funcionamiento de la Parroquia del Sagrado Corazón, al que sucedería en 1993, don Norberto Vicente García Díaz quien, continua al frente de la misma. 
 
El Templo
 
          El Templo ofrece un estilo moderno funcional de sobria construcción en el que predomina lo práctico sobre lo artístico.
 
         Las paredes exteriores e interiores están revestidas de “bloque visto”, material que le imprime un aspecto austero, a la vez que le confiere una acogedora calidez al unirse al artesonado de madera del techo. También, las paredes interiores destacan por su simplicidad ornamental, con varios cuadros que recrean episodios evangélicos y las catorce estaciones del Vía Crucis. 
 
          Al templo se accede por la fachada principal que da frente a la plaza, bien a través de la escalinata o por la rampa situada delante del portal enrejado que da acceso al atrio del templo, conformado por una puerta principal y dos puertas laterales.
 
Interior del Templo
 
         
          La iglesia consta de una espaciosa nave, perfectamente planificada para que los fieles ocupen gran parte del espacio. Al entrar se tiene la visión completa del recinto. El presbiterio se encuentra al frente, el cual, por su particular dignidad, está elevado a un nivel superior del que ocupan los feligreses, ya que sube tres escalones en relación con el suelo de la nave. Presidiendo este espacio se encuentra una talla en madera de Cristo Crucificado.
 
          En el centro del presbiterio está el altar o mesa de la Eucaristía, decorado en su frente con magnificas tallas de los cuatro Evangelistas y, en medio de ellos, la alegoría del Espíritu Santo.
 
          Detrás del altar, sobre un laborioso pedestal bellamente tallado con los relieves de tres ángeles músicos, está el Tabernáculo, donde se aloja al Santísimo Sacramento. 
 
          A la derecha e izquierda del altar, respectivamente, se encuentran las imágenes del Sagrado Corazón de Jesús -que da nombre al templo- y la Purísima Concepción.
 
Imagen  del Sagrado Corazón 
 
          La luz del recinto entra por su lateral derecho, a través de ocho largos y estrechos ventanales, cuyos topes permiten la entrada de ventilación. También el Templo está dotado de unos discretos apliques, repartidos en las paredes interiores que emiten luz cenital ideal para lograr el recogimiento de los fieles. 
 
          En el lado izquierdo de la entrada al Templo se halla el despacho parroquial, el archivo, el baptisterio con la pila bautismal y el confesionario. Más adelante se halla la sacristía, donde se guardan los ornamentos litúrgicos y los objetos de culto. 
 
          La figura del arquitecto Enrique Rumeu de Armas quedaría inmortalizada al darle su nombre a la plaza situada delante del Templo.
 
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