El nombre de nuestras calles (128). José Miguel Galván Bello
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 25 de febrero de 2024)
EL NOMBRE DE NUESTRAS CALLES (128)
Calle José Miguel Galván Bello
En el barrio de Chamberí
José Miguel Galván Bello (Santa Cruz de Tenerife, 1913-1990) quedó huérfano a los 13 años, encargándose de su custodia y la de sus tres hermanos su tía materna, Petra, llevándolos a vivir a San Miguel de Abona.
Los tres primeros cursos de Bachillerato los realizó en el Establecimiento Municipal de 2ª Enseñanza, situado muy cerca de su domicilio familiar, en la esquina de las calles General Antequera y Numancia, finalizándolos en el Colegio Jesuita de Las Palmas. En 1931 se matricularía en el Instituto Nacional Agronómico de Madrid, ampliando sus estudios en Alemania. Al regresar a Tenerife (1936) fue movilizado como Alférez Provisional de Ingenieros.
En 1944 fue nombrado Ingeniero Jefe del Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) de esta provincia.
En 1964 fue designado Presidente del Cabildo Insular de Tenerife y de la Mancomunidad Provincial Interinsular de Cabildos de Santa Cruz de Tenerife, donde pondría en práctica una serie de proyectos para el desarrollo insular, consistentes en mejorar el sistema viario, realizando las autopistas del Sur y del Norte, inauguradas en 1971 y 1973; adquirió los terrenos para la instalación del aeropuerto del Sur, el cual sería inaugurado en 1978; adjudicaría las obras del Puerto de Los Cristianos; encargó la redacción del Plan Parcial de los Polígonos Industriales del Valle de Guimar y la costa de Granadilla; compraría los terrenos para la edificación de la Facultad de Medicina y el Hospital Universitario, inaugurado en 1971; lograría que los embalses que proyectó fueran administrados por las comunidades de regantes, etc.
Después de haber logrado tanta prosperidad para Tenerife, en sólo siete años, sería destituido por el Gobernador Civil, hecho que crearía un ambiente de desaprobación en toda la Isla.
En las elecciones de 1977, saldría elegido Parlamentario en el Congreso de los Diputados, por Santa Cruz de Tenerife. Ese mismo año, la UCD lo presentaría como candidato a la presidencia del Cabildo Insular, resultando electo por mayoría absoluta. En los cuatro años de su mandato, su gestión la desarrolló en torno a las Obras Hidráulicas (embalses de Valle Colino, en Tegueste; el de Montaña de Taco, en Buenavista; etc.), Residuos Sólidos (Planta de tratamiento en Arico), etc.
Este tinerfeño ejemplar, que consagró parte de su vida a conducir a nuestra tierra hacia el progreso, recibiría el título de Presidente Honorario del Cabildo Insular de Tenerife y le fue otorgada la Medalla de Oro de Tenerife.
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