El nombre de nuestras calles (99). General Antequera

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 5 de noviembre de 2023).
 
 
EL  NOMBRE  DE  NUESTRAS  CALLES  (99)
 
Calle General Antequera
 
 
Comunica la avenida Veinticinco de Julio con la calle Numancia
 
Antequera y Bobadilla
Juan Bautista Antequera y Bobadilla (Santa Cruz de Tenerife, 1823 – Cartagena, 1890).
 
 
          Obtuvo plaza de guardiamarina en la Escuela Naval a los 15 años, realizando las pruebas de mar en el Arsenal de La Carraca, Cádiz. Al año siguiente, por su destacada actuación en la guerra de los Siete Años, le fue concedida la Diadema Real de Marina. Cuatro años más tarde sería ascendido a alférez de navío y condecorado con la Cruz de San Fernando de 1ª Clase, por su valor y pericia marinera demostrada durante la sublevación de Alicante y Cartagena. A los 21 años, siendo teniente de navío, fue destinado al apostadero de La Habana para impedir el paso a los contrabandistas, logrando capturar un barco con 50 filibusteros, por lo que recibiría la Gran Cruz de Carlos III.
 
          Nombrado capitán de fragata en 1859, fue destinado a la guerra de África, al mando de la corbeta Villa de Bilbao, apoyando a Prim y a O´Donnell en los combates de río Martín, Larache y Arcila, siéndole concedida la Medalla de la Campaña de África. 
 
          Al año siguiente, ascendido a coronel de Infantería de Marina, acudió al apoyo del Rey de las Dos Sicilias, en Nápoles (Italia), logrando vencer a Garibaldi, por lo que fue condecorado con la Encomienda de la Orden de Francisco I y le concedieron la Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
 
          Desde 1862 a 1864 desempeñaría el cargo de capitán del Puerto de Matanzas, en Cuba.
 
           Por su excelente participación en la Guerra hispano-sudamericana (1865-1867), al mando de la fragata blindada Numancia, le fue concedida la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Diputación Provincial de Canarias le nombraría Hijo Benemérito de la Provincia.
 
          En 1868 fue ascendido a contralmirante y nombrado Comandante en Jefe de las Fuerzas Navales del Mediterráneo. 
 
           Entre 1873 y 1875 residiría en Manila, al haber sido designado Comandante General del Apostadero de Filipinas.
 
         Siendo Ministro de Marina, en 1877, el Rey le ascendió al grado de vicealmirante de la Armada. Volvería a ser nombrado Ministro de Marina, en 1877. 
 
          En la vida política fue elegido Senador por la jurisdicción de Santa Cruz de Tenerife, representándonos en las Cortes de 1871, 1872 y 1876. Luego sería Senador por Alicante (1879) y Senador Vitalicio del Reino (1883). 
 
          El Gobierno español le concedió en 1892, a título póstumo, el título de Conde de Santa Pola. 
 
 
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