Por Alastair F. Robertson (Publicado en Nelson Dispatch, volumen 14, verano de 2023 y traducido del inglés por Emilio Abad Ripoll) .
 
 
 
EL  PILOTO  PREFERIDO  DE  NELSON
 
 
         Este trabajo tuvo su origen en un descubrimiento causal que se produjo cuando, en el enlace en la red del Archivo de Prensa Británico, leía informes sobre el ataque británico a Santa Cruz de Tenerife el 25 de julio de 1797:  
 
EL TENIENTE YAWKINS Y LA BATALLA DE SANTA CRUZ
 
          El 7 de septiembre de 1797 los lectores de la prensa británica podían conocer lo siguiente:
 
                    “Plymouth, 31 de agosto de 1797”
 
                 “Esta mañana arribó a Hamoaze (en el estuario del río Tamar) el cúter alquilado HMS Flora, de  14 cañones, mandado por el teniente Yawkins, que zarpó hace 13 días de Cádiz y forma parte de la escuadra que está bajo el mando del conde de San Vicente. Traía como pasajero al capitán Waller, comandante de la fragata HMS Emerald, portador de documentación para el gobierno y que inmediatamente partió para Londres. (Waller llegó al Almirantazgo el 2 de septiembre). La documentación contenía informes poco alentadores con respecto a la expedición contra Tenerife que mandaba el contralmirante Nelson”.
 
          Efectivamente, tan solo unos pocos días antes, el 26 de agosto, la prensa aseguraba sobre Tenerife que “sus defensas no son en absoluto formidables y confiamos en que su captura se producirá con muy poca o ninguna dificultad”. El resultado del intento había sido una humillante derrota para los británicos. El artículo continuaba dando una completa información sobre la batalla de Santa Cruz de la que extraigo lo siguiente: 
 
                 “La escuadra, bajo el mando del almirante Nelson, llegó a aquel lugar a los cinco día de haber zarpado de Cádiz, y pronto, tras su arribada a la bahía, unos 1.000 marineros fueron embarcados en los cuters Fox y Flora y en los botes de las barcos…”
       
          De manera que el Flora estaba en la acción, ... 
 
                  “El cúter Flora, mandado por el teniente Yawkins, escapó con grandes dificultades; tenía la verga de la vela de gavia partida en dos trozos por un proyectil que impactó en la parte superior del mástil. Más de 40 granadas de 32 y 40 libras atravesaron su vela principal  y la parte superior de la trasera, pero afortunadamente nadie de la tripulación recibió la menor herida. Cuando el Flora zarpó hacia Tenerife, toda la escuadra se encontraba anclada y operativa”.
 
          La escuadra, según la relación del contralmirante Nelson estaba formada por su propio buque Theseus, Culloden, Zealous, Leander, Seahorse, Terpsichore, Emerald y el cúter Fox, todos los cuales sufrieron bajas, incluida la del propio Nelson. La obusera Rayo no aparece en la lista de Nelson, de forma que se puede aventurar que escapó sin bajas (Nota 1). Pero únicamente a través del reportaje de este periódico informando de las desgraciadas noticias se conoce la existencia del Flora. Estuvo presente en Santa Cruz, sufrió daños como consecuencia del fuego de los cañones españoles, pero su tripulación escapó indemne. A fin de comunicar lo antes posible la noticia al Almirantazgo, tardaría menos tiempo en llegar a casa que la Emerald, y el teniente Yawkins, como veremos, era un correo con experiencia.
 
          Que el Flora fuese uno de los cuters que participaron en la expedición no se recoge en los informes de Nelson, que se centran en la acción y el número de bajas de los diferentes barcos. Aparte del Rayo, el Flora parece haber sido el único buque que no sufrió bajas, lo que podría justificar su ausencia en los informes, pero, de todas formas, esa ausencia es un misterio que demanda una investigación posterior.
 
 
WILLIAM  YAWKINS,  EL   CORSARIO
 
          Pero, ¿quién era el teniente, y más tarde capitán, Yawkins? Un 'Capitán Yawkins' aparecía en obras de ficción, pero basado en una figura real, mitad holandés, mitad originario de Man, que era famoso en la Isla de Man y el Firth de Solway (2). Era dueño del lugre (3) Hawke y del Black Prince. Fue descrito como "un contrabandista misterioso" o "el bucanero valiente", y le sirvió de modelo a Walter Scott para crear el personaje de Dirk Hatteraick en su novela Guy Mannering.
 
          Se suponía que el verdadero Yawkins había sido capturado, encontrado culpable y ahorcado en Leith Sands, cerca de Edimburgo. Sin embargo, no hay registros en el sitio web ancestry.co.uk ni en la prensa contemporánea relacionados con un personaje de esas características en la zona de Solway o en la Isla de Man, por lo que creo que, después de todo, este Yawkins puede considerarse como ficticio. Sin embargo, hubo un verdadero William Yawkins, que fue un exitoso corsario de Kent y del que, desde 1778 hasta su presunta muerte en 1792, varios periódicos recogieron algunas de sus andanzas.
 
          El capitán William Yawkins, que mandaba el Achilles, una embarcación de 330 toneladas de desplazamiento, con una tripulación de 80 hombres y artillada con 20 cañones, fue conocido como “el intrépido contrabandista de Deal” (4). Más tarde sería capitán de otro Achilles, éste de 110 toneladas, con 12 cañones de 3 libras, que iba y venía en la ruta de Lisboa comerciando en vinos.
 
          En diciembre de 1778, William Yawkins, que entonces tenía 56 años, estaba al mando del corsario Achilles de 12 cañones, basado en Folkestone (5), cuando arribó a Portsmouth después de haber encontrado un balandro de Las Bermudas de 16 cañones frente al cabo La Hogue (5). Se produjo un “ligero enfrentamiento” hasta que el balandro se escabulló hacia la costa francesa. Luego, Yawkins zarpó de Portsmouth con otros barcos en un crucero cuya misión no se conoce.
 
          En mayo de 1780, el Achilles, aún bajo el mando de Yawkins, y el Unicorn cuyo comandante era Tapley, llegaron a Falmouth con el Jong Gerbrand, un barco mercante que habían capturado mientras se dirigía a Brest desde Hamburgo. Estaba cargado con cuatro cajas de chapas de hojalata, 1.336 láminas de cobre, 87 vigas de roble muy grandes, 50 grandes cuadernas y 16 codos o rótulas grandes, todo ello material idóneo para utilizar en buques de guerra.
 
          Ese mismo mes el Achilles, con sus 12 cañones, se enfrentó durante tres horas con una fragata francesa de 28 cañones. El resultado fue que el Achilles rescató al Elizabeth, un gran bergantín con destino a Cork  desde Guernsey,  que previamente había sido capturado por el buque francés.
 
          La verdad es que Yawkins tenía éxito en su actuación como corsario; por ejemplo, en agosto de 1780 se llevó a cabo una subasta en el Crown Inn en Gosport (6)  de:
       
                    “…unos 1.200 BARRILES de CERDO ADOBADO, parte del cargamento del Lady Anna, capitaneado por Adrian Fredriks y traído al puerto de Portsmouth por el barco de guerra corsario Achilles, cuyo comandante es William Yawkins.
 
                      La carne de cerdo se puede inspeccionar dos días antes de la venta si así se solicita a los señores Erasmus Carver e hijo, Gosport, o a los señores James Mackenzie, Blundell and Co., Portsmouth”
  
          Por alguna razón, la venta del resto del cargamento, “una partida de lino, prendas de lana, mercería, perfumería y otros artículos diversos” se aplazó hasta junio del año siguiente. El Lady Anna fue capturado cuando navegaba de Bayona a Ferrol.
 
          El 9 de agosto de 1780 el periódico Saunders’s News-Letter de Dublín reproducía un extracto de una carta del “Capitán William Yawkins, del cúter corsario Achilles fechada el 4 de julio en Lisboa y que describía un afortunado enfrentamiento:
 
                  “De acuerdo con lo prometido, no puedo dejar de darle cuenta de todos nuestros interesantes avatares desde el último comunicado remitido a través del capitán Moulton. Ya le escribí contándole las fechas y circunstancias que ocasionaron nuestra arribada a Lisboa. Sepa que, después de que todo se arregló y estuvimos listos para navegar, zarpamos del citado puerto el día 14. Nos cruzamos con el HMS AElous que, mientras seguía la ruta encomendada, fue perseguido por seis navíos de línea, un bergantín, un cúter, etc. todos franceses, que llevan infestando esa costa desde hace algún tiempo, controlando casi todos los barcos que pasan.  A pesar de ello, salimos con fuerza y llegamos sin problemas al mar, y a la mañana siguiente tuvimos la buena fortuna de recuperar el bergantín Fairy, que había sido capturado mientras navegaba de Londres a Quebec. Es un barco muy valioso que hemos enviado a Inglaterra, y esperamos que llegue sano y salvo. No pasó nada muy interesante hasta el día 23, cuando se nos unió el R… cúter de G…, con 20 cañones de seis y nueve libras. Después del habitual saludo de tres hurras, nos abordó su bote y para mi sorpresa vi en él a mi viejo amigo D…, y cuando se encontraba a bordo, nuestro vigía en el palo mayor alertó sobre la presencia de una vela, por lo que regresó rápidamente a su barco; pasamos un buen rato juntos  y me prometió hacer todo lo que estuviera en su mano para ayudarnos, por lo que comenzamos la caza conjuntamente; la presa apareció en el cuadrante SE. alejándose con un cuarto de viento. Nos acercamos a ella con rapidez, y al percatarse de que la  perseguíamos, inmediatamente se abalanzó sobre nosotros, como lo haría un buque de guerra. Hicimos una pequeña pausa; por fin grité que no era un barco de guerra ni un corsario, sino un barco mercante, lo que nos subió a todos la moral, ya que ese era el objetivo que llevábamos buscando mucho tiempo. A las 2 de la tarde izamos nuestras banderas, y disparamos un cañonazo cuando ya estábamos muy cerca de él; tras ello, deseó alejarse aprovechando el viento, pero al ver que estábamos decididos a atacarlo, izó la bandera francesa y disparó una andanada completa contra nosotros, que devolvimos con creces. Entonces empezó la lucha; estábamos solos y sin la ayuda del otro cúter. Nuestros oficiales se multiplicaban exhortando a la gente a mantenerse tranquila y a que apuntaran sus armas correctamente al objetivo, sin esa incontrolable excitación tan propia de ese grupo de hombres tan valientes y eficaces. Nuestros oficiales y hombres parecían estar ahora poseídos por la furia de los leones; su determinación estuvo, además, acrecentada por la resistencia que encontraron por parte del enemigo, que actuó como lo haría un oficial valiente y prudente. Tras algún tiempo de lucha, me alegró descubrir que una frialdad constante se extendía en el ambiente, y a medida que el asunto se volvía más serio, se producía el efecto deseado. Hasta las cinco menos cuarto, mientras los proyectiles volaban de un lado a otro, desgarrando, cortando y dañando tanto los aparejos como las velas, etc., el barco no cesó de intentar alejarse ,izando la vela de juanete junto a todas las que podía llevar; pero el Achilles, con su corazón de roble, estaba decidido a no aceptarlo: Vencer o morir era el grito unánime.  Nuestro barco sufrió muchos daños, lo que nos obligó a detenernos para reparar las averías. Este inoportuno intervalo terminó a las seis y media, cuando de nuevo nos enzarzamos en en un lucha a corta distancia, bastante más terrible que la anterior, que continuó hasta casi la noche y que nos obligó a retirarnos nuevamente para reparar daños. Cayó el  oscuro telón nocturno; nos encontrábamos en un punto de latitud 40º 31’ y de longitud 17º . A la mañana siguiente nos preparábamos para continuar la acción (debo recordar que totalmente solos) cuando se localizó una vela que parecía perseguirnos. Icé todas las velas y goberné aprovechando el viento para intentar descubrir quién era el cazador; un chaparrón nos lo ocultó durante algún tiempo, pero, cuando aclaró, el perseguidor hizo un disparo a sotavento e izó la bandera inglesa. No había dejado durante todo el tiempo de observar a través de los prismáticos hasta que me percaté que era la fragata HMS AEolous, con la que, como hemos dicho, nos habíamos cruzado en Lisboa. Este feliz descubrimiento nos animó a todos y nos esforzamos al máximo para alcanzar nuevamente al enemigo, lo que finalmente logramos, después de una larga y dura persecución, reanudándose el fuego veinte minutos antes de la una de la tarde. Lo batí yarda a yarda y los estragos fueron espantosos; él todavía continuaba navegando y luchando y, teniendo nuestra vela cuadrada izada, no podíamos arriarla como hubiese sido deseable. Así siguieron las cosas, con una brava defensa por parte del enemigo, hasta que, a las tres y media, el buque de guerra se interpuso entre nosotros y entabló combate, y tras dos andanadas acabó la acción.  Luego repartimos los prisioneros; una parte fue embarcada a bordo de la AEolous y otra parte pasó al cúter, que nunca nos brindó la más mínima ayuda durante todo el curso de la acción. Esta valiosa presa, el Enlalie (¿), bajo el mando del capitán Hugaene, procedía de Burdeos, con destino a Puerto Príncipe, en la isla La Española. Llevaba patente de corso y más de 500 toneladas de carga, montando veinticuatro cañones de nueve libras, y dos grandes fusiles en su cubierta principal y seis en su alcázar, con 100 hombres de tripulación. El primer día, y como consecuencia de nuestra actuación, perdió a su primer teniente, el artillero, el contramaestre y cinco marineros, y otros nueve resultaron heridos: el segundo día el capitán fue mortalmente herido; también varios otros murieron y resultaron heridos. Algunos de los tripulantes y oficiales han declarado que el buque y la carga, según su manifiesto, están valorados en 120.000 libras esterlinas, pero no me atreveré a decir hasta qué punto esto es cierto. El difunto capitán fue sepultado en el mar. Por nuestra parte tuvimos un hombre muerto, y otro perdió el brazo, que le fue amputado, y espero que se recupere; otro gravemente herido en la cabeza por un disparo de fusil y seis más levemente; entre estos últimos me encuentro yo, con varias contusiones en diferentes partes del cuerpo, pero espero mejorar. Nuestras velas y aparejos están en el estado más deplorable; la vela mayor tiene 195 agujeros de bala, y la cuadrada está prácticamente en el mismo estado. En cuanto a nuestra vela de gavia, es una curiosidad de primera categoría. Tenemos varios impactos por encima y por debajo de la línea de flotación, entre estos últimos dos muy por debajo.  Nos costó mucho expulsar el agua pese a emplear las dos bombas. Por fin conseguimos taponar uno. Aquella misma noche, nuestra presa empezó a hacer agua muy rápidamente, alcanzando los 4 pies en su bodega, por lo cual disparó dos cañonazos en señal de socorro. El carpintero de la AEolous subió a bordo y taponó las filtraciones.” 
 
          Tras  este intenso relato se produjo un silencio periodístico de nueve años. Quizás Williams Yawkins se había retirado a disfrutar de las riquezas conseguidas, porque lo siguiente que se supo de él fue el 27 de noviembre de 1792, cuando el Kentish Gazette informaba que: ”Enterramientos. El miércoles en Folkstone, Mr. Yawkins de 70 años de edad.” 
 
          Al fallecimiento de William Yawkins, el Viejo, le sigue otro paréntesis en la prensa, ahora de tres años, por lo que se refiere a “los Yawkins”
 
barco - 1
 
 
 
WILLIAM  YAWKINS,  EL  JOVEN 
 
          William Yawkins, el Viejo, había nacido en 1722; tuvo un hermano más joven, John,  que vino al mundo en 1726, y un hijo, también llamado William, nacido en 1766 y que sirvió en la Royal Navy.
 
          En 1778, John Yawkins estaba enrolado en el Active, que con un desplazamiento de 100 toneladas montaba 12 cañones de 4 libras y otros 12 cañoncitos, y navegaba hacia y desde Lisboa comerciando en vinos. Murió en 1809, pero no se sabe nada más de él. Sin embargo, cuando en la prensa se hace referencia a los "Yawkins", hay que tener cuidado en discernir a cuál de ellos se refiere.
 
          Antes de que el teniente William Yawkins tomara el mando del cúter Flora en 1797, lo hizo en el lugre Hope, de 16 cañones, que hacía de correo entre la flota e Inglaterra. La primera vez que fue citado en la prensa fue el jueves 13 de agosto de 1795, cuando el Hope llegó a Plymouth, tras zarpar de la bahía de Quiberon, en Francia, la mañana del domingo anterior. En ese momento, la flota, bajo el mando de Lord Bridport, y el escuadrón al mando de Sir J. Borlase Warren, estaban anclados en la bahía de Quiberon tras el fallido desembarco de los realistas franceses el mes anterior. El Hope no traía ninguna noticia y todo estaba muy tranquilo cuando zarpó. Más tarde, el 29 de diciembre del mismo año, el Hope, al mando del teniente Yawkins, llegó a Plymouth procedente de la Isla de Dieu, frente a la costa occidental de Francia, una vez que la isla había sido completamente evacuada.
 
          William Yawkins ascendió a capitán, y en noviembre de 1796, cuando aún estaba al mando del Hope, varios periódicos informaban lo siguiente sobre la evacuación de Bastia (Córcega):
 
                    “Plymouth, 5 de noviembre – En la mañana del pasado sábado, llegó procedente de Córcega, con documentación oficial,que fue inmediatamente enviada a Londres, el HMS Hope, de 12 cañones, mandado por el Capitán Yawkins. Zarpó de Córcega el 30 de septiembre pasado, en cuyo momento se preparaba la inmediata evacuación de esa isla y se esperaba la inminente llegada, desde Toulon, de Sir John Jervis, para escoltar los transportes y otros barcos desde Córcega a Gibraltar. La flota bajo su mando constaba de diecisiete navíos de línea además de algunas fragatas. El único barco de guerra en Córcega era el Southampton, de 32 cañones.
 
                    El Hope, en su travesía hacia el Estrecho divisó a la flota española frente a Cartagena, cerca de tierra, y, de no haber sido por la información previa que recibió de un balandro inglés, se habría encontrado en medio de esta flota.  Constaba de 17 navíos de línea y gran número de fragatas, a los que se unirían otros 7 navíos de línea procedentes de Cartagena. Tras recibir el refuerzo debía dirigirse a Tolón para juntarse en ese puerto con todos los barcos que ya se encontraban listos para hacerse a la mar. Se decía que el escuadrón de Tolon estaba formado por 17 navíos de línea, lo que haría que la fuerza total de las escuadras combinadas fuera de tal entidad como para generar serios temores por la seguridad de la flota del almirante Sir John Jervis.  Afortunadamente, sin embargo, el almirante conoce la fuerza y las intenciones del enemigo, y sin duda hará todo lo que esté en su mano para evitarlo y sacar el máximo partido de su retirada a Gibraltar, la que puede producirse si su viaje a Córcega no sufre retrasos ni sucede alguna otra circunstancia imprevista. En cualquier caso, ya sea desde Tolón o desde Córcega, debe eludir la vigilancia de la flota española, compuesta por 24 navíos de línea y un gran número de fragatas, procedentes de Cádiz y Córcega.
 
                    El Hope tocó en Gibraltar y zarpó el 18 de octubre, momento en el que el almirante Mann, con toda su escuadra, compuesta por siete navíos de línea, y una flota de unos 30 de barcos mercantes, prácticamente cargados, también estaba a punto de zarpar desde allí, supuestamente con destino a Lisboa, o proceder directamente a Inglaterra. En Gibraltar se estaban haciendo todos los preparativos para repeler cualquier ataque de los españoles: los moros y judíos ya la habían abandonado y los habitantes británicos estaban acampados en Punta Europa, de modo que todas las casas de la ciudad de Gibraltar estaban cerradas: un inmenso número de cañoneras españolas estaban a la espera en Cabaretta Point, y se las vio capturando una goleta y varios barcos que navegaban en la zona.
 
                    El Hope escapó por los pelos de ser capturado por un barco español de 74 cañones que le persiguió durante 14 horas, y si no hubiera sido un barco tan marinero hubiera caído en su poder. Su travesía duró 17 días.”
 
          El Hope, con el capitán Yawkins, el mensajero, estuvo en lo más duro de la acción y parece que habrá que dar una buena parte del mérito en el éxito de su huída a la pericia de Yawkins, que felizmente llegó a casa a tiempo para asistir, en diciembre, a la boda de su hermana Elizabeth con Robert Thomson, un caballero de Deal.
 
 
EL  CÚTER  FLORA
 
          Aquí puede ahora entrar en escena el Flora, el misterioso barco de la batalla de Santa Cruz. Este cúter, armado con 14 cañones de 4 libras y bajo el mando del teniente Yawkins, estuvo presente en aquella acción, aunque no aparezca en ningún documento oficial. En la entrada en Wikipedia sobre el Flora podemos leer que:
                   
                  "El cúter armado Flora sirvió en la Marina Real Británica, contratado por Su Majestad, desde el 16 de agosto de 1794 hasta que un corsario francés lo capturó el 1 de diciembre de 1798".
 
          Curiosamente, en esos años que van desde 1794, cuando el cúter Flora entró en el servicio de aduanas de la Royal Navy, a 1798, cuando fue capturado, si se intenta localizarlo  en los archivos aparece un buen número de barcos llamados Flora, de varios tipos y de diversas nacionalidades que hay que desechar. Era un nombre popular para los buques mercantes británicos y de otros países; y a la confusión se añade también la existencia de la HMS Flora, una fragata de 36 cañones.
 
          El primer comandante del cúter HMS Flora fue el teniente James Reddy. El barco, junto a las fragatas Lapwing y Aurora, de 28 cañones cada una, y otro cúter, el Lion (que, curiosamente, sería mandado por William Yawkins unos años más tarde) llegó a Elsinore, Dinamarca, en mayo de 1795 protegiendo un convoy de unos 100 barcos desde el Támesis y Humber (7). El 10 de septiembre, cuando el Flora navegaba con el buque de guerra Lark y otros dos cúteres, Grace y Venus, avistaron varias cañoneras francesas que habían partido de Calais. Las persiguieron y, tras cuatro horas de combate, los franceses, protegidos por el fuego incesante de sus baterías costeras, finalmente pudieron llegaron a Boulogne.  Afortunadamente para los ingleses, nadie resultó herido en su bando.
 
          1796 fue un año muy ocupado para Reddy y el Flora; en mayo, y en solitario, exploró Dunkerque y capturó un lugre francés con una tripulación de veintiséis hombres que envió a los Downs (8). Unas semanas más tarde se le ordenó unirse a la flota británica frente a Texel, donde se esperábala llegada de seis fragatas holandesas y un cúter. En julio se subastó, en el London Inn de Dover, el producto de la presa hecha por el Flora de un lugre y su contenido. Y muy pronto, en septiembre,  el Flora se apoderó de un barco holandés de las Indias Orientales cargado de café, azúcar, pimienta y estaño, aunque se cuestionó la legalidad de la acción ya que el barco estaba a punto de zarpar en lugar de estar ya navegando.
 
          En enero de 1797, el Flora llevó un lugre corsario francés, armado con 2 cañones de 3libras y tripulado por diecinueve hombres, al puerto de Yarmouth (9), y luego, en febrero, capturó al Vreindshaft holandés.
 
          Se desconoce en qué momento el mando del Flora pasó del teniente Reddy al teniente Yawkins, pero es seguro que en marzo de 1797 todavía estaba bajo el del primero, porque Yawkins era el comandante del lugre HMS Hope cuando llegó al muelle de Plymouth con despachos de Sir John Jervis, que el propio Yawkins llevó inmediatamente a Londres. Por cierto que el Hope apenas arribó a puerto fue puesto en cuarentena, por lo que los periodistas no pudieron conocer las noticias que traía de Cádiz.
 
          Muy poco después de este suceso, William Yawkins se hizo cargo del cuter Flora, y la siguiente noticia sobre el marino y su barco fue su llegada a Plymouth, a finales de agosto de 1797, cuando transportaba al capitán Waller y la noticia de la fracasada expedición de Nelson contra Tenerife.
 
barco - 2
 
 
YAWKINS  Y  EL  FLORA  DESPUÉS  DE  SANTA  CRUZ
 
          Después de 1797 y lo de Tenerife, la tranquilidad se adueñó de Yawkins y el Flora; volvieron a patrullar frente a Lisboa, donde hacia abril de 1798 los únicos barcos ingleses que permanecían de servicio, tras la marcha del King George, eran las fragatas Andrómeda, Stag, Aurora y Alcmene, junto a los cúters Flora y Stag. Poco después, el 28 de mayo, la prensa informaba que: 
 
                  “En la mañana de ayer el teniente (?) Yawkins, comandante del contratado cúter armado Flora, se presentó en el Almirantazgo y entregó documentación enviada por el Conde de San Vicente y que se cree no contiene información importante. El citado oficial emprendió viaje la pasada noche con instrucciones para su comandante en jefe. De la documentación entregada se deduce que, en la bahía de Cádiz, un elevado número de cañoneras efectuó un ataque contra la flota inglesa, cuyo resultado había sido muy favorable para los británicos.”
 
          Parece ser que Yawkins era el hombre en quien se confiaba el correo de Jervis, aunque, mientras lo hacía, no perdía la oportunidad de capturar de paso una o dos presas. En agosto, el bergantín sueco Dorothea Frederica, procedente de San Petersburgo y con destino Lisboa, arribó a Plymouth con una carga de  cáñamo, hierro y cordelería. Había sido capturado el día 2 por el barco francés Courageux, un corsario armado con 20 cañones y una tripulación de 200 hombres, cuando hacía cinco días que había zarpado de Burdeos. Al día siguiente fue tomado por el Flora, bajo el mando del capitán (¿) Yawkins, que se dirigía a Lisboa a entregar documentación al conde de San Vicente. El Courageux persiguió al Flora durante varias horas, pero no pudo darle caza. El 19 de septiembre los oficiales y la tripulación del Flora recibieron una recompensa en metálico por la presa efectuada. 
 
          Desde Lisboa, donde todo estaba tranquilo, Yawkins sería enviado al Mediterráneo llevando correo para el contralmirante Nelson. Y, tomado de Wikipedia,:
 
                    “El 11 de septiembre (Nelson) envió al Flora a Egipto, de donde regresó el 25 de octubre. El 22 de noviembre el Flora formaba parte de la escuadra que, bajo el mando de Nelson, zarpó de Nápoles y puso rumbo a Liorna, adonde llegó el 28. Los británicos se apoderaron de la ciudad, así como de dos polacas armadas (10) y otro barco mercante. Seguidamente el Flora participó, junto a los Vanguard, Culloden, Minotaur y Terpsichore, en las operaciones de captura, el 25 de noviembre, de las corbetas genovesas Tigre y Eguaglianza en aguas de Liorna. El 28 de noviembre los mismo barcos capturaban la polacca genovesa Nuestra Señora del Carmen y seis años más tarde pudieron compartir los beneficios de las presas.”
 
          Tan solo unos días después, el 1 de diciembre de 1798, la carrera del Flora llegaba a un abrupto final. Mientras navegaba rumbo al Cabo de Buena Esperanza, transportando correo y documentación oficial, fue capturado por un corsario francés. El 15 de diciembre, Nelson comunicaba desde Nápoles que el Flora se había perdido. 
 
          Pero aunque el barco se perdiera, de alguna u otra forma su capitán no fue capturado, porque en 1799 mandaba el cúter armado Lion, como se recoge en las noticias que llegaban de Deal el 11 de octubre: 
 
                     “El Elizabeth, con matrícula de Whitby y bajo el mando de Tomas Smith, y otros dos barcos cuyos nombres aún no se conocen, están siendo conducidos en estos momentos a los Downs, tras haber sido capturados por un corsario francés y recuperados por el cúter armado Lion, del capitán Yawkins. A consecuencia de las heridas sufridas, el capitán Smith, del Elizabeth, murió unos pocos minutos después de haber sido desembarcado. Su esposa, que también se encontraba a bordo en el momento de la captura, ha llegado a Deal sana y salva.”
 
          Después, en el mismo mes de Octubre, se produjo un curioso incidente al recuperar “Mr. Yawkins, senior”, capitán del cúter armado HMS Lion, junto al Ann, también un cúter armado, tres buques mercantes frente a South Foreland y proteger algunos barcos de cabotaje de las “atenciones” de tres grandes corsarios franceses, todos los cuales intentaron varias veces abordar el Lion; pero fueron rechazados y se vieron obligados a entregar sus presas a “una fuerza inferior”. Cuando el Lion empezó el enfrentamiento, el Ann estaba muy alejado a popa, por lo que “sostuvo solo el combate desde las doce de la noche hasta las tres de la madrugada.”
 
          El caso es que se identifica a Yawkins como “senior”. Sin duda se debe a un error del reportaje porque, como hemos visto, William Yawkins padre murió siete años antes, en 1792; su hermano John Yawkins era entonces un anciano de 73 años y era poco probable que estuviese en el servicio activo, mientras que William Yawkins, el menor, tenía sólo 33 años, muy poco "senior”.
 
          En diciembre de 1799, cuando finalizaba el año, el cúter Lion, patroneado por el capitán Yawkins, fue destinado a una base frente al puerto de Newhaven para proteger los barcos que comerciaban hacia y desde ese puerto. Era una orden de los Lores del Almirantazgo, que, semanas antes, habían recibido una petición de mercaderes y comerciantes locales solicitando protección. 
 
          En la primavera de 1800, cuando Nelson se encontraba en Malta, sin duda Yawkins había regresado al Mediterráneo, porque fue el Lion el que informó a Lord Keith, sucesor del Conde de San Vicente, de la aproximación de buques franceses, lo que llevó a Nelson a la persecución y captura del Success.
 
           Dondequiera que estuviera Yawkins, como ocurría con otros barcos británicos, siempre existía la posibilidad de hacerse con una o dos presas. En agosto de 1801 se anunciaba la celebración de una subasta en King's Head Inn, Ramsgate, donde se ofertaban los siguientes productos, parte del cargamento del galeón Juffroun Magdalena de Dieppe, que habían sido concedidos como premio al cúter HMS Lion, mandado por W. Yawkins:
 
          “Para consumo interior, derechos pagados, a saber:
                . 250 Docenas de Botellas de Vino Champaigne, de calidad superior.
                . 36 Botellas de un cuarto de litro de Agua de Lavanda doblemente destilada de París.
               . 150 paquetes de guata.
 
           Para exportación, a saber:
               .  2 baúles con cintas”
 
 
YAWKINS,  EL  PILOTO  PREFERIDO  DE  NELSON
 
          Por esta época aparece en la historia el almirante Horacio Nelson, y con él se agranda el misterio de la identidad de 'Yawkins'. En 1801 Yawkins 'senior' era capitán del Lion, y William Yawkins fue identificado como capitán de ese barco. Sin embargo, el único William Yawkins que conocemos tenía 35 años y era hijo de otro William, fallecido siete años antes. Difícilmente era "mayor", y no había ningún Yawkins menor que él. Sin embargo, existía el hermano del viejo William, el tío del joven William, John, que ya tenía 75 años. Alrededor del año 1778, John Yawkins había mandado el Active, de 100 toneladas, que iba y venía de Lisboa comerciando en vinos.
 
          Para complicar aún más la situación, el martes 23 de marzo de 1801 el Flora, bergantín armado de 14 cañones, parece haberse levantado de la tumba pues, según la prensa, llega a Plymouth tras haber realizado un crucero, con el teniente Yawkins al mando. Se trata de un misterio.
 
          Sea como fuere, a finales de agosto de 1801, ante la amenaza de una invasión francesa, después del combate de Boulogne que había tenido lugar a primeros de aquel mes, el almirante Nelson quiso observar el despliegue enemigo en la costa de Holanda, y los lectores de periódicos supieron el día 24 que:
 
                  "Lord Nelson se hizo ayer a la mar, sobrepasó la punta de Gulls, y apenas puso rumbo al Este detuvo el barco, tras conocer que su piloto de reserva, Mr. Yawkins, no se encontraba a bordo, dado que había sufrido una fuerte contusión en una rodilla. Su Señoría ordenó ir a buscarle a tierra y traerlo, pues tiene una gran confianza en sus conocimientos”
 
                    "La escuadra permaneció todo el lunes frente a Middleburgh (11), y el martes Lord Nelson se trasladó a bordo del cúter Lion, del capitán Yawkins, para efectuar un reconocimiento de la posición de Flushing (12). Allí localizó dos navíos de línea y algunas fragatas y corbetas, con algunas pocas embarcaciones menores. Los holandeses, al percatarse de la presencia de Nelson, olvidaron la idea de unirse a la invasión de Inglaterra y se dedicaron a protegerse contra el ataque a sus propias costas. Los barcos del puerto de Flushing estaban desplegados en perfecto estado de defensa, y los alrededores parecían repletos de tropas.
 
                    Después de estudiar la situación del enemigo, Su Señoría no creyó prudente arriesgarse a un ataque sin disponer de la fuerza que sería necesaria para obtener el éxito. El Vicealmirante, por tanto, regresó a los Downs, donde la flotilla permanecerá reunida hasta nueva orden.”
 
          Más tarde, el 1 de octubre, con el pensamiento de Nelson en la costa francesa, se leían estas noticias en la prensa:
 
                    "... Su Señoría, en la fragata Amazon y con rumbo Oeste, pasó frente a Dover sobre las ocho de esta mañana; se supone que se dirigía a Dungeness (13). Poco después de que lo hiciera la Amazon, fue visto un gran barco, aparentemente un navío de 64 cañones, siguiendo el mismo rumbo. Lord Nelson lleva consigo a su antiguo piloto, Mr. Yawkins, lo que puede indicar que, aunque su destino parece ser Dungeness, visitará la costa francesa de enfrente, ya que se dice que Mr. Yawkins, aunque no es un piloto titulado, conoce muy bien los puertos y radas franceses de esa zona, y es también una persona en cuya pericia tiene Lord Nelson una gran confianza."
 
          Según Carola Oman, "el viejo Yawkins, un ex contrabandista, 'un sabelotodo', ahora capitán del cúter King George", era llamado por Nelson cuando ningún otro podría hacerlo, y quien se ofreció como piloto para el planeado asalto a la flota de Boulogne. Sin embargo, esto puede referirse en absoluto al joven William Yawkins; y aún más,  en noviembre parece que el King George estaba bajo las órdenes de William Yawkins cuando iba a ser retirado del servicio, ya que se anunció que:
                     
                  “CÚTER KING GEORGE
 
                 Se ruega a TODAS las personas que tengan alguna demanda contra el CÚTER KING GEORGE,  empleado últimamente como contratado en el servicio armado, que la comuniquen al Sr. William Yawkins, Deal, su último capitán, para que pueda ser estudiada inmediatamente.
 
                 DOVER, 11 de noviembre de 1801".
 
          Pudiera ser que el nombre y la reputación de William Yawkins padre, el corsario, perduraba en la memoria pública incluso después de transcurridos nueve años. Sea como fuere, en agosto de ese año el capitán William Yawkins, ahora al mando del bergantín Laurel, zarpó de Penzance rumbo a Guernesey. Al cabo de unas semanas regresó a Dover, pero el 6 de septiembre partió de nuevo hacia Sheerness (14) para incorporarse al servicio.
 
          Parece ser que en las pocas semanas transcurridas entre finales de agosto y los últimos días de septiembre, William Hawkins pasó del Lion al King George, con un corto paréntesis entre ambos en el Laurel.
 
          El 27 de septiembre de 1801, el ayudante de campo de Nelson, el capitán Edward Thornborough Parker, de tan solo 23 años, murió como consecuencia de las heridas sufridas el 4 de agosto en la batalla de Boulogne. El día 28 Nelson desembarcó de su buque, el Amazon, en Deal, para asistir al funeral de Parker, y se observó que "derramó abundantes lágrimas". Entre los dolientes, Yawkins fue uno de los dos pilotos navales nombrados.
 
 
WILLIAM  YAWKINS  RETIRADO  DEL  SERVICIO
 
          Tras la baja del cúter King George, William Yawkins puede que, una vez más, cambiara de barco, y esta vez también de rango, ya que en marzo de 1802 el "teniente" Yawkins estaba al mando del Launce, bergantín armado contratado, de 18 cañones, cuando fue dado de baja en Plymouth y su tripulación transbordada al buque insignia. 
 
          Sigue otro período de silencio en los periódicos hasta agosto de 1804, momento en que el que era de nuevo capitán Yawkins parece haber abandonado la Royal Navy y vuelto a la vida de marino mercante. Era capitán del Chesterfield, un "cúter rápido", utilizado en un principio como paquebote entre Milford Haven y Waterford, pero que ahora hacía la ruta entre Bristol y Dublín. El Chesterfield no era un buque de carga corriente, sino que había sido acondicionado específicamente para prestar servicio entre Bristol y Waterford transportando "pasajeros, carruajes, caballos, etc". A partir de ese momento, William Yawkins y el Chesterfield parecen que prestaron un servicio civil en todo el Mar de Irlanda, haciendo escala en Whitehaven, Douglas, Waterford y Bristol.
 
          Se supo por última vez de William Yawkins en 1811, cuando se encontraba en Douglas, isla de Man, y apareció la siguiente noticia: 
 
                    "A ARMADORES, PROPIETARIOS DE BUQUES y OTROS.
 
                   SE VENDEN en Subasta Pública, el próximo jueves, 25 de Julio de 1811, a las doce en punto.
 
                    Los maderos y la plancha del buque FRANCIS, casi nuevo, en el estado en que se encuentran en la actualidad en Port Soderick, cerca de Douglas, Isla de Man. También su molinete principal, etc. etc. adecuado para una nave de unas 300 toneladas. Diríjanse al Capitán WILLIAM YAWKINS, o al Propietario, en Douglas. La venta continuará todos los JUEVES, hasta que se agote la totalidad de las existencias.”
 
 
WILLIAM  YAWKINS,  EL  MISTERIO
 
          El apellido Yawkins no aparece con frecuencia en la hemeroteca británica “en línea”, y dado lo inusual del nombre, una búsqueda en ancestry.co.uk para el período que nos interesa ha sido sorprendentemente frustrante. El apellido es poco común y la familia no era muy numerosa; según los censos y listas electorales entre 1841 y 1911 sólo hay 163 entradas en ancestry, la mayoría de las cuales están duplicadas. En el registro de 1939 solo hay 25 entradas, y aproximadamente la mitad de ellas son nombres que solo guardan un cierto parecido a Yawkins.
 
          He sido incapaz de descubrir qué fue de William después de 1811, ni siquiera la fecha de su muerte, de modo que la historia está incompleta. Existieron William padre, su hermano John, su hijo William, el más joven, y luego, para confundir aún más el asunto, cuando una tal Hannah Yawkins falleció con 78 años en 1830, se hizo referencia a ella como la esposa del difunto capitán John Yawkins. Si el registro es correcto, este nuevo John Yawkins, de quien nunca habíamos oído hablar antes, debió haber sido contemporáneo del más joven de los William Yawkins.
 
          De modo que una bruma de misterio envuelve el final de la búsqueda. Pero aun así, ha sido interesante saber algo del cúter Flora y de aquel desconocido marinero, William Yawkins, que participó en la acción de Tenerife y era uno de los pilotos favoritos del almirante Nelson…  ¿o se trataba de su viejo tío John?
 
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NOTAS
 
 1.- Es muy posible que el Rayo (o Terror) fuese hundido por la Batería de San Andrés, cuando en la mañana del 25 de julio, junto al Theseus, se acercó a aquella fortificación, y su tripulación no sufiera bajas al ser transbordada al buque insignia.
 2.- Solway Firth es un fiordo que delimita la frontera entre Inglaterra y Escocia.
 3.- Embarcación pequeña con 3 palos
 4.- Localidad costera del SE de Inglaterra en el condado de Kent
 5.-  También localidad y puerto del SE de Inglaterra
 6.- Base naval de importancia en la defensa de Portsmouth
 7.- Gran estuario del Mar del Norte en el NE de Inglaterra.
 8.- Se conoce con este nombre una zona de bajas colinas en el SE. de Inglaterra.
 9.- En la inglesa isla de Wight
10.- Barco de 3 palos muy común en el Mediterráneo usado para correo o comercio.
11.- Ciudad (48.000 h.) de los Paises Bajos, capital de la provincia de Zelanda.
12.- Es la actual Vlissingen, población de unos 15.000 h. cercana a Middleburg. En el pasado su puerto era fundamental para el comercio inglés con la Europa central.
13.- Cabo en la costa británica del paso de Calais.
14.- En aquella época, localidad en la que existían unos astilleros de la Royal Navy, en la parte NO. de la isla de Sheppey, Inglaterra.
 
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