El nombre de nuestras calles (93). Francisco García Talavera
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 15 de octubre de 2023).
EL NOMBRE DE NUESTRAS CALLES (93)
Calle Francisco García-Talavera
En el barrio de Miramar
Francisco García-Talavera Armas (Santa Cruz de Tenerife, 1890-1970), comenzó a navegar a los 13 años en el bergantín-goleta Sensat como alumno en prácticas, realizando viajes desde Tenerife a Marruecos y la travesía transatlántica, de 64 días de duración, desde Las Palmas a New York, con escala en Terranova.
Obtuvo el grado de piloto a los 14 años, embarcando al año siguiente en la goleta Juanita, cubriendo el trayecto de Cienfuegos (Cuba) a Casablanca. Navegaciones transatlánticas que continuó en los siguientes años recorriendo más de 100.000 millas náuticas. Su pericia y experiencia náutica le capacitarían para que a los 21 años fuera nombrado capitán de la marina mercante, iniciando su mandato en la corbeta Isla de La Palma.
El joven capitán García-Talavera continuaría durante una década con sus azarosas travesías oceánicas al mando de diferentes veleros, visitando los puertos de La Habana, Veracruz, Pensacola, New York, Montevideo, Trinidad, La Guaira…, periodo en el que se curtiría como marino al soportar motines a bordo, tormentas, calmas chichas y hasta un naufragio en Azores.
El título de práctico del puerto de Santa Cruz de Tenerife lo obtuvo a la edad de 31 años, permaneciendo en el cargo hasta que fue represaliado por el régimen franquista, al ser acusado de masón por un compañero de profesión.
En su etapa como práctico realizó la hazaña de haber atracado en el puerto de Santa Cruz -sin la ayuda de remolcadores- al gran transatlántico alemán Columbus, pues sus dos compañeros prácticos se negaron a hacerlo. Un cronista del puerto describe así la proeza: “A las 6.30 de la mañana del día 24 de julio de 1934 llegaba a Santa Cruz de Tenerife, en su primera escala, el transatlántico alemán Columbus, de 239 metros de eslora y 33.000 toneladas, permaneciendo en la bahía hasta que su capitán, Adolf Ahrens, en compañía del práctico Francisco García-Talavera, recorrieran la dársena sur tomando sondeos, pues el calado del buque era de 10 metros. A las 7.00 atracó en el muelle dique sur, entrando de popa por sus propios medios, completando la maniobra en 15 minutos y convirtiéndose en el primer buque de más de 30.000 toneladas que utilizaba esta instalación portuaria”.
Francisco García-Talavera Armas, un tinerfeño de pro y un gran marino, fue además el claro ejemplo de filántropo, humanista, naturista y amante de su familia, de la que se convirtió en protector a temprana edad, a consecuencia de los avatares de la vida. Hombre de amplia cultura y conocimientos -poseía una de las mayores bibliotecas particulares de Santa Cruz- lo que le permitía ser un excelente conversador y tertuliano, sobre todo en temas relacionados con la mar y con el puerto, cuyos sabios consejos eran tenidos muy en cuenta.
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