El nombre de nuestras calles (88). Fernando H. Guzmán
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en el Diario de Avisos el 24 de septiembre de 2023).
EL NOMBRE DE NESTRAS CALLES (88)
Calle Fernando H. Guzmán
En Residencial Anaga
Fernando H. Guzmán (Santa Cruz de Tenerife, 1946- 1996).
Estudió Perito Mercantil en la Escuela de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, aprobando las oposiciones a la Administración de la Seguridad Social en 1975, solicitando la excedencia en 1997 para dedicarse plenamente a su labor artística.
Fernando H. Guzmán se inició como autor teatral desde 1966, siendo autor de 15 obras de teatro, entre las que se encuentran Llanto por Federico García Lorca, 2º Premio de teatro Ángel Guimera; La islita premiada por la Asociación Española de Teatro Infantil y Juvenil; La última función, 1º Premio en el Certamen de monólogos del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife; y La última noche de William Shakespeare, Premio de Teatro de Autor, publicada por el Aula de Cultura del Cabildo Insular de Tenerife. También fue autor de diez poemarios, narraciones, cuentos y artículos periodísticos, por los que recibió premios locales y regionales.
Su inquietud cultural y artística, que abarcaba muchos aspectos de la creatividad, daría lugar a que, con apenas 21 años, creara el grupo NEOGUANCHE, dirigiendo varios montajes teatrales, premiados en distintos certámenes.
En 1968 comenzó su andadura en el campo cinematográfico, realizando once cortometrajes y, diez años más tarde, dirige su primer largometraje, Isla somos, el cual sería seleccionado para la Mostra de Cinema del Mediterráneo y para la XV Muestra Cinematográfica del Atlántico. El segundo largometraje, Españolito que vienes al mundo, estrenado en 1983, sería seleccionado para la XXVIII Semana Internacional de Cine de Valladolid. Luego rodaría Donde el cielo termina (1994) y En algún lugar del viento, (1996).
Nombrado director de la Compañía Insular de Teatro, por el Cabildo Insular de Tenerife, en 1991 representaría en el Teatro Guimerá las obras: Cristóbal Colón, de Alberto Miralles, y Marat-Sade, de Peter Weis, ambas con una excelente acogida por parte del público y de la prensa especializada.
También llevaría la dirección de once escuelas municipales de teatro en Tenerife. Con los ciclos de teatro escolar y representaciones teatrales como disciplina artística, el Cabildo pretendía apoyar el arte teatral, dar valor y continuidad a la cultura como desarrollo personal y ofrecer posibilidades laborales para sus componentes.
En su honor, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife le dedicó una placa de altorrelieve, ubicaba en la calle peatonal existente entre la Sala de Arte La Recova y el Teatro Guimerá.
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