Bienes de Interés Cultural en Santa Cruz de Tenerife (34). Molino de Llano del Moro

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 11 de diciembre de 2022).
 
 
BIENES  DE  INTERÉS  CULTURAL  EN  SANTA  CRUZ  DE  TENERIFE  (34)
 
Molino de Llano del Moro
 
 
Declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Sitio Etnológico, por Decreto de 17 de mayo de 2005
 
Molino de Llano del Moro Personalizado
 
 
 
          Se encuentra situado en un solar de la calle del Pino, muy cerca de la carretera que une El Sobradillo con Llano del Moro, a escasa distancia del cruce con el camino de San Francisco de Paula -Camino Viejo de Candelaria- que conduce a Los Baldíos y La Laguna. 
 
          Conocido popularmente como Molino de “Cho Juan Domínguez”, en 1919 fue comprado por Juan González, quien lo mantendría en servicio hasta que en 1930 le instalaron una “molineta” más moderna en las proximidades de su industria. La tradición oral le atribuye una antigüedad de más de 150 años.
 
          Aunque no posee valores estéticos ni históricos propios, está considerado de interés etnológico al haber estado vinculado a las actividades tradicionales de la molienda del gofio.
 
El edificio
 
          Construido en forma troncocónica con gruesos muros de mampostería, integrados por bloques basálticos irregulares, pequeñas piedras y mortero de tierra, cal y arena. 
 
          Estaba rematado por una cubierta irregular cónica, separada del resto por un mecanismo de giro, a base de collares de madera. A través de dicho remate sobresalía por un lado el eje que sostiene las cuatro aspas rectangulares, forradas de tela para que el viento las impulsara, y un palo, denominando timón, por su extremo opuesto, que servía para orientar las aspas en diferentes direcciones, según el lugar de donde soplara el viento.
 
          En la fachada se abrían dos vanos, el primero correspondía a la puerta de acceso y el segundo a una ventana alta, ambos con dintel y jambas de madera.
 
          En la actualidad ha desaparecido la cubierta original y sólo se conserva parte de sus paredes, aunque han perdido el enfoscado exterior e interior. Tampoco existen vestigios de la maquinaria de la molienda ni de las aspas.
 
Interior del Molino
 
          El interior del molino, con forma de cilindro de 10 m de altura y 4 m de diámetro, se dividía en tres plantas, con puertas de acceso en la planta baja y en la primera planta. 
 
          La planta baja, denominada cabuco, situada al nivel del terreno, servía de almacén del grano. La estructura era circular, con gruesas vigas en el techo.
 
          La subida a la primera planta se realizaba por una escalera de piedra, de doble acceso y de un metro de ancho, adaptada a la forma troncocónica del edificio.
 
          En esta primera planta se limpiaba el grano, y había un banco donde los clientes esperaban la salida del gofio, que ellos mismos recogían en la boca de la tolva o cambal.  
 
          La maquinaria del molino se encontraba en la segunda planta, y a ella se accedía por una escalera de madera. En este cuerpo se encontraba el corazón del molino, pues las aspas al moverse hacían girar la gruesa viga que transmitía el movimiento a las muelas, mediante un mecanismo de engranajes.
 
          Para hacer el gofio, el molinero introducía el grano en la caja de madera y luego los dientes de la rueda principal tocaban la cuerda que ataba la espoleta que se encontraba al final de la caja para que el grano fuera cayendo poco a poco. La carcasa que cubría la piedra de moler era de madera. La unión entre el eje y la rueda dentada principal estaba formada por engarces y acoples, sin tornillos ni clavos.
 
La casa del molinero
 
          A unos 10 m de distancia del Molino se encuentra la conocida como "casa del molinero”, una curiosa edificación con techumbre de tejas a dos aguas y gruesos muros de piedra basáltica sin enfoscar en los que se abren dos vanos. Su estado de conservación es muy preocupante.
 
 
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