Bienes de Interés Cultural en Santa Cruz de Tenerife (13). Parlamento de Canarias

 
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 3 de abril de 2022).
 
 
BIENES DE INTERÉS CULTURAL EN SANTA CRUZ DE TENERIFE – 13
 
PARLAMENTO DE CANARIAS 
 
 
Declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento por Decreto de 23 de abril de 1992
 
 Paralamento de Canarias Foto ARKHAPOLIS Personalizado
 
Parlamento de Canarias (Foto ARKHAPOLIS)
 
         
          La Sociedad Musical Santa Cecilia, fundada el 5 de agosto de 1879 en un pequeño local de la calle del Castillo por 47 músicos, dirigidos por Juan Padrón Rodriguez, cuyo solar corresponde al actual edificio del Círculo de Bellas Artes, pronto alcanzaría el reconocimiento de la ciudadanía, por lo que fue ayudada económicamente por el Ayuntamiento a cambio de actuar en los actos institucionales, acompañar a las procesiones y celebrar conciertos dominicales en la Alameda del Muelle.
 
          Con las recaudaciones recibidas y las cuotas de sus socios, el 19 de febrero de 1883 la Sociedad adquirió una parcela de 1.477 metros cuadrados situada entre la calle del Pilar, hoy Teobaldo Power, y la calle La Gloria, hoy Juan Padrón, encargándole al arquitecto municipal Manuel de Oraá y Arcocha que proyectara un edificio con sala de conciertos, teatro, aulas para la academia de música, dependencias para la orquesta y oficinas.
 
          Lo primero que se inauguró fue el salón-teatro, el 27 de enero de 1886. En los años siguientes se terminaría el frontón de la fachada, cuyas alegorías musicales se hicieron en los talleres de Francisco Granados, y el telón de boca del escenario, pintado por Eusevi. En 1894 finalizaría la decoración del techo del salón-teatro, dirigida por Felipe Verdugo Bartlett y realizada por los pintores tinerfeños: Francisco Bonnin, Diego Crosa, Cirilo Romero, José Siliuto, Pedro Maffiotte Arocha, Gundemaro Baudet y José Suarez. La citada decoración conforma una representación alegórica de Beethoven, recibido por el genio de la Gloria en el Olimpo, con los músicos más importantes a su alrededor; Arrieta, Bach, Berlioz, Bretón, Chopin, Eslava, Glinka, Gounot, Haendel, Haydn, Liszt, Meyerbeer, Mozart, Rossini, Verdi, Wagner y Power.
 
          Como la Sociedad Musical Santa Cecilia no pudo hacer frente a la magnitud de estas obras y se le acumularon muchas deudas, en 1899 el inmueble saldría a subasta, siendo adjudicado a José María Palazón y Sánchez, por 32.000 pesetas.
 
          El 2 de marzo de 1901 el edificio sería adquirido por la Diputación Provincial por la cantidad de 85.000 pesetas. Como para convertir el teatro en sala de sesiones hubo que eliminar el escenario y el foso de la orquesta, quedando vacío el nuevo testero, para realzar la zona presidencial le encargaron al pintor palmero Manuel González Méndez dos grandes lienzos alusivos a la conquista del Archipiélago; en el situado a la izquierda, Pedro de Vera recibe el poder de manos de la Princesa Tenesoya Vidina, mientras que el de la derecha representa el desembarco en Tenerife de Alonso Fernández de Lugo. Ambas pinturas fueron declaradas BIC, en la categoría de Bien Mueble, con fecha 21 de mayo de 2004.
 
          En 1927, cuando el edificio pasó a ser sede de la  Mancomunidad Provincial, la parte trasera sería utilizada por la Audiencia Provincial  hasta 1932 en que se trasladó a la Plaza San Francisco. Su lugar lo ocuparía el Conservatorio Profesional de Música de Santa Cruz de Tenerife desde 1946 a 1982, fecha en la que se instaló en el antiguo Colegio de las Asuncionistas, en el Centro Cultural Viera y Clavijo. 
 
          Cuando el 5 de diciembre de 1984 el Gobierno de Canarias asume las competencias de las dos Mancomunidades Provinciales, este edificio se convertiría en la sede del Parlamento de Canarias.
 
          Para acondicionar el inmueble a su nuevo cometido, el arquitecto José Miguel Márquez Zárate llevó a cabo una acertada intervención, tanto en los aspectos históricos como artísticos, pues sustituyó los motivos alegóricos musicales del frontón de la fachada principal por el escudo de Canarias, flanqueándolo con ornamentos vegetales, a la vez que entre las dos columnas centrales, sobre el arquitrabe y el friso, colocó una gran placa de piedra donde se lee: Parlamento de Canarias. 
 
          A raíz de estas reformas quedaría un edificio de corte clasicista, con portada a modo de templo clásico y columnatas con capiteles de orden dórico que sostienen una cornisa de triglifos y metopas sobre la que descansa el frontón.
 
        Al salón plenario se accede por el vestíbulo principal, quedando claustrado entre los diferentes despachos y salones periféricos donde se desarrollan las actividades parlamentarias. En el curso político 2019, el Salón de Plenos tuvo que constreñir su espacio  para dar cabida a diez parlamentarios más.
 
           La polémica ampliación realizada sobre los edificios colindantes, si bien ha ganado espacio para la burocracia parlamentaria, ha producido la descontextualización visual y arquitectónica del conjunto original, pues ha quedado perjudicado por la agresividad de la estética incorporada a los elementos añadidos. 
 
          El Parlamento alberga una colección de obras de los artistas canarios César Manrique, Pepe Dámaso, Pedro González, Lola Massieu, Felo Monzón, Félix Bordes,  José Abad, Miguel Arocha, y Esteban Arriaga; de ellas, las más características son las espirales de Martín Chirino: Sueño de Canarias 2000, que constituye el logotipo del Parlamento, situado en el tejado del edificio; y  Vientos de Canarias, que se encuentra en el patio frontal del edificio, rodeado de parterres con plantas de cada una de las Islas Canarias. 
 
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