Noticias antiguas de Canarias (16). El descubrimiento, la conquista y la situación actual de las Islas Canarias (2),

Por Alastair F. Robertson  (Traducido del inglés por Emilio Abad Ripoll y publicado en el Diario de Avisos el 19 de diciembre de 2021).

 

 

NOTICIAS ANTIGUAS DE CANARIAS

(En el British Newspaper Archive)

 

XVI- El descubrimiento, la conquista y la situación actual de las Islas Canarias (2)

 

A lo largo del siglo XVIII, de vez en cuando aparecían en la prensa británica noticias relacionadas con las Islas Canarias y otras zonas cercanas. Disponemos de una maravillosa fuente “on line”, el British Newspaper Archive (Archivo de prensa británica) (www.britishnewspaperarchive.co.uk) que proporciona una información fascinante sobre hechos que ocurrieron hace cientos de años y de la que estamos extrayendo las noticias que recogemos en esta serie, que finalizará cuando el próximo verano vayamos a celebrar el 225 aniversario de la Gesta del 25 de Julio.

Como dijimos en el capítulo anterior, el 31 de diciembre de 1764, el Aberdeen Press and Journal publicaba un artículo sobre las Islas Canarias, posiblemente basado en un libro escrito por el capitán George Glas, un comerciante escocés con negocios en Canarias. A su vez, el libro era una muy libre traducción al inglés de La historia del descubrimiento y la conquista de las Islas Canarias escrito en 1632 por Fray Juan de Abreu Galindo.

- - - - -

         Continúa el artículo:

                   La Palma y Tenerife también fueron sometidas al dominio español.

                   No existe acuerdo al tratar de determinar el origen del poblamiento de estas islas. Pero es probable que sus primitivos habitantes, vinieran donde vinieran, fueran totalmente aniquilados por los volcanes, ya que las dos terceras partes de estas islas están ahora cubiertas de roca calcinada, piedra pómez y polvo negro o cenizas. Y si alguno de los pobladores escapó de los efectos de aquellas erupciones, parece lógico pensar que el terror lo empujaría a buscar otra zona donde vivir.

 

Foto 16-1. - copia

Volcanes de Teneguía, La Palma (Fuente: Hola Islas Canarias)

                

          Sin embargo, se conocía que, algún tiempo después de la conquista de España por los moros, estas islas volvían a estar habitadas.

 

Foto 16-2

Lanzarote, según Leonardo Torriani (1592) (Fuente: Las Islas Canarias a través de la Cartografía de Juan Tous Meliá)

                

          Las islas de Lanzarote y Fuerteventura estaban divididas en dos partes, separadas por un muro de piedras sueltas que atravesaba el territorio de mar a mar, y gobernadas por su propio jefe. Por lo que se refiere a sus pobladores, eran amables, sociables y alegres, y muy aficionados al baile y al canto.

 

Foto 16-3

Fuerteventura, según Leonardo Torriani (1592) (Fuente: Las Islas Canarias a través de la Cartografía de Juan Tous Meliá.

                

          Su música consistía en cantos acompañados del sonido de las palmas y de golpes con los pies; eran muy ágiles y sus principales diversiones consistían en saltar y correr; dos hombres tomaban un bastón o un palo, al que sujetaban por los extremos manteniéndolo paralelo al suelo, y el que saltaba la mayor altura era el vencedor.

                 En este ejercicio eran tan expertos, que muchos de ellos no solo podían saltar por encima del palo aún cuando su altura superase la de los que lo sostenían, sino que con tres saltos podían superar otros tantos obstáculos situados uno a continuación de otro.

                 Los nativos de estas dos islas eran, y aún siguen siendo, de mayor estatura y mejor complexión que los de las demás. Entre ellos eran frecuentes los duelos y combates, en los que peleaban con palos de casi metro y medio de largo, a los que llamaban fizzezes.

                 Entre ellos existía la costumbre de que si un hombre entraba por la puerta en la casa de su enemigo, y lo mataba o lo hería, no era castigado; pero si accedía a la vivienda saltando por encima del muro, y lo mataba, entonces era ajusticiado colocando su cabeza sobre una piedra plana, y golpeándosela con otra redonda hasta que se le salieran los sesos.

               Eran excelentes nadadores y solían pescar en la costa golpeando a los peces con palos. Sus casas estaban construidas con piedras sin argamasa alguna, pese a lo cual eran muy sólidas. La entrada era tan estrecha que solo permitía la entrada de una persona. También tenían lugares de culto, a los que llamaban elseguen; eran de forma circular, y consistían en dos paredes concéntricas con un espacio entre ellas; también se construían con piedras sueltas y la entrada era estrecha. En estos templos ofrecían leche y mantequilla al único dios en el que creían, al que también veneraban en los montes derramando ofrendas de leche de cabra que llevaban en vasijas de barro y al que adoraban levantando las manos hacia el cielo.

               Sus calzados lo fabricaban con piel de cabra, con la parte peluda hacia fuera.

               Acostumbraban a llevar el pelo largo y las barbas trenzadas. El jefe usaba una especie de corona, parecida a la mitra de un obispo, hecha de piel de cabra y adornada con conchas marinas.

              Cuando enfermaban, lo que no era frecuente, recurrían para sanar a las hierbas silvestres; y si sufrían fuertes dolores, escarificaban la parte dolorida con piedras afiladas, o la quemaban, y luego cubrían la herida con mantequilla de cabra.

             Enterraban a sus muertos en cuevas; extendían el cadáver y lo rodeaban completamente de pieles de cabra.

               Su alimentación se basaba en harina de cebada tostada y carne de cabra, unas veces asada y otras cocida, así como manteca y leche. Utilizaban para ello recipientes fabricados de barro endurecido al sol.

               Obtenían el fuego utilizando un palo puntiagudo de madera dura y seca al que hacían girar rápidamente sobre un nido de hierbas suaves y secas. Esta costumbre aún perdura.

               El único cereal que conocían era la cebada, que sembraban arando la tierra con cuernos de cabras; lo trillaban con palos y aventaban el grano utilizando las manos; luego lo molían con un molino de mano fabricado con dos piedras, casi de igual forma que aún se hace en algunas partes remotas de Europa.

           El último capítulo de esta serie aparecerá la próxima semana.

- - - - - - - - - - - - - - - - - -