Sociedad de Edificios Urbanos de Santa Cruz de Tenerife, "La Constructora"
Por José Manuel Ledesma Alonso (Publicado en El Día el 4 de julio de 2021).
La primera Sociedad Constructora de Edificios Urbanos fue fundada en Santa Cruz de Tenerife el 13 de enero de 1866 con el fin de resolver el problema de la vivienda en la Capital de las Islas Canarias.
Para ello construyeron un nuevo barrio que ampliara la ciudad, cuyas casas fueran accesibles a todas las familias a través del sistema cooperativo, pudiendo pagarse al contado o en seis plazos, a un interés del 3% anual. En una segunda etapa, también realizarían viviendas para la clase media alta.
El consejo de administración de La Constructora, con sede social en la calle del Castillo nº 78, lo formaban Gumersindo Robayna Lazo, José Mora Berüff, José Suarez Guerra, Bernabé Rodriguez Pastrana, etc.
1874. Gerencia de la Sociedad de Edificios Urbanos (Esquina que foman las calles Castillo y Robayna)
Contaba con un personal técnico altamente cualificado, cuyas propuestas marcarían un cambio esencial en la arquitectura del Archipiélago. Su primer director facultativo, Salvador G. García, era ayudante de obras públicas; Vicente Alonso de Armiño, maestro de obras; Pedro Mafiotte, director de caminos vecinales; Manuel de Oraá y Manuel de Cámara, arquitectos recién titulados.
Gracias a las nuevas técnicas introducidas, y a las herramientas y maquinarias empleadas, a la vez que elevarían los conocimientos de este gremio, lograrían que bajara la emigración, al necesitar puestos de trabajo; estimularía el comercio, al comprarse aquí los materiales necesarios; aumentaría las precarias rentas del Ayuntamiento, al tener que solicitar permiso de obra; lograría que bajaran los altos precios de los alquileres, al haber más oferta alojativa; etc.
Casas para la clase media y media baja
El primer grupo de viviendas construido entre 1866 y 1876, bautizado con el nombre de Barrio Nuevo, estaba formado por 280 casas, cuyas calles, orientadas de norte a sur, corresponden a las actuales Callao de Lima, Sabino Berthelot, San Clemente y San Lucas; mientras que en dirección contraria estaban las calles Robayna, Pí y Margall, y Viera y Clavijo.
Las viviendas, de una sola altura, eran de tres tipologías: con una puerta y una ventana, con la puerta al centro y una ventana a cada lado, y con la puerta en un extremo y dos ventanas en el resto de la fachada.
1870. Viviendas unifamiliares
Debido al aprovechamiento más racional de los espacios, estas casas tendrían mayor amplitud, mayor regularidad y esbeltez en el ornamento de las fachadas, y la azotea utilizable. Todas contaban con zaguán, antesala, cocina, comedor, y dormitorios. El patio se encontraba en la parte trasera, donde estaban el aljibe y el excusado.
Casas para la clase media alta
A partir de 1873, La Constructora conectó las calles del Barrio Nuevo con la del Pilar, y prolongó la calle del Castillo, desde Suárez Guerra hasta la futura plaza Weyler, complementando su edificación con casas altas. También llevaría a cabo otras 100 viviendas en la el camino de La Laguna (Rambla de Pulido) y en la Rambla de Santa Cruz.
En las citadas zonas buscaría una tipología de edificación que contentara a la clase media alta, eligiendo una volumetría propia de su condición, con un lenguaje de clasicismo romántico, y empleando materiales de lujo, hierro fundido, piedra tallada, etc. Su riqueza vendría dada por la cantería empleada en los marcos de los vanos y en la decoración de los mismos, a base de orejones, molduras, platabandas o con incisiones que se hacían en la piedra, partiendo de diseños simétricos que evocan formas vegetales.
También, a nivel urbanístico construyeron dos plazas propias del clasicismo romántico. La de la Constructora (Ireneo González) y la plaza Weyler.
La Sociedad de Edificios Urbanos de Santa Cruz de Tenerife se disolvería el 10 de diciembre de 1888, cuando sus accionistas se dieron cita en el Gabinete Instructivo.
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