Santa Cruz liga su nombre al de la genial arpista Esmeralda Cervantes

 
Por Redacción  (Publicado en El Día el 13 de abril de 2016).
 
La Tertulia Amigos del 25 de Julio y el Ayuntamiento capitalino rindieron homenaje a una mujer que eligió la ciudad como residencia.
 
 
          Tal día como ayer, un 12 de abril de hace noventa años, fallecía en su domicilio de Santa Cruz de Tenerife la genial Esmeralda Cervantes, compositora e intérprete de arpa que en vida cautivó con su talento a reyes y emperadores y deleitó al público amante de la música en medio mundo.
 
          Los restos de esta artista, nacida en Barcelona como Clotilde Cerdá, reposan en el cementerio de Santa Lastenia, en un panteón de mármol blanco, ornamentado con motivos masones, dada su condición de integrante de la Logia Tinerfe nº 114.
 
          La Tertulia Amigos del 25 de Julio y el Ayuntamiento de Santa Cruz organizaron ayer dos actos: una ofrenda en el cementerio y el descubrimiento de una placa en la casa donde pasó sus últimos años, en la esquina de las calles Bernabé Rodríguez y El Pilar.
 
          En el panteón a la entrada del camposanto, el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez, glosó su figura: "Para Santa Cruz es un orgullo que un personaje de la talla intelectual de la arpista decidiese pasar sus últimos años entre nosotros y para el ayuntamiento, una obligación rescatar su figura y dejar constancia de su vocación chicharrera".
 
          El presidente de la Tertulia, José Manuel Ledesma, recordó que la compositora, tras haber actuado en los mejores teatros del mundo desde que tenía 12 años y recibido homenajes de reyes, emperadores y presidentes de varias naciones, con 57 años "eligió nuestra ciudad como residencia para descansar". A continuación se ofició un responso y se colocó una corona de flores ante la tumba. El "Arioso" de Bach, a cargo del cuarteto Rossini, puso la nota final al homenaje en Santa Lastenia.
 
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          La segunda "parada" tuvo lugar en la esquina de las calles Bernabé Rodríguez y El Pilar, donde estuvo el chalé en el que vivió y murió Esmeralda Cervantes. Una placa que reza "En la casa que ocupaba este lugar vivió desde 1918 a 1926 Esmeralda Cervantes (Clotilde Cerdá y Bosch), célebre compositora y concertista de arpa, quien consideró a Tenerife su tierra adoptiva" recordará el vínculo de la ciudad con una genial mujer.
 
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