Crónicas Reales (Puerto y puerta - 123)

Por Rafael Zurita Molina (Publicado en el Diario de Avisos el 20 de octubre de 2013).


          El 26 de marzo de 1906 llegaba a Tenerife el rey Alfonso XIII, siendo el primer monarca español que visitaba las Islas. La crónica de la Real visita que publicó el Diario de Tenerife con fecha 20 de abril, fue la que hizo el periódico madrileño La Época, diario vespertino que se publicó entre los años 1849 y 1936; a principios del siglo XX era el decano de la prensa diaria de la capital de España. Tal decisión, argumentaba el periódico local, era para que sus lectores se enteraran de los juicios que merecía la Isla desde fuera.

          Sin cuestionar, a modo de pinceladas, entresaco algunas líneas:

                 “A las siete de la mañana aminoró la escuadra su marcha, al avistar Punta Anaga, sitio en el que debía encontrarse con el trasatlántico Alfonso XII / El cañonero Don Alvaro de Bazán, de estación en Tenerife, que se adelantó para esperar al Alfonso XII regresa al puerto escoltando al buque / Pronto llega, y el Rey revista la escuadra mientras es saludado el estandarte Real con sendas salvas de 21 cañonazos y vivas a la voz / A las nueve y treinta horas quedaban todos los barcos anclados en el puerto. A su entrada, las sirenas de los trasatlánticos y vapores, los cañones de la Plaza, un sin fin de cohetes, lanzados desde las alturas que dominan Tenerife, han saludado al Rey. Las nubes se disiparon impulsadas por el fuerte viento y lució en el cielo un hermoso sol, para iluminar tan bello, tan animado cuadro / La ciudad estaba preciosa. Una inmensa cantidad de banderas españolas flameaba en balcones y azoteas”.

        Setenta y un años después, el 14 de octubre de 1977, llegaban los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía. La crónica de prensa sobre el paisaje portuario y ciudadano no difieren mucho del anterior, como la que extraigo del periódico El Día:

                    “A las doce en punto de la mañana de ayer, escoltada por la corbeta Princesa, recalaba por el dique Sur la fragata Cataluña, a bordo de la cual viajaban los Reyes de España. Justo en ese momento las sirenas de todos los barcos surtos en la bahía comenzaron a sonar y las personas que se habían congregado en los miradores del puerto irrumpieron en aplausos. Aviones F5 -marcan la diferencia- escoltaron al buque junto a los remolcadores del puerto, Orotava, Punta Anaga y Güímar.  / En las aceras del muelle se había congregado un gran gentío que aclamaron a los Reyes a su paso hacia la Plaza de España. En esos momentos, se unieron a las sirenas de los buques las salvas de ordenanza”.

        ¡Reales crónicas!  


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