Puerto de Granadilla (Puerto y puerta - 113)

Por Rafael Zurita Molina (Publicado en el Diario de Avisos el 9 de junio de 2013)

 

          Son alentadoras las informaciones relacionadas con el puerto tinerfeño durante la semana que hoy culmina. En principio, se confirmaron los buenos presagios al cumplirse lo que hace unas semanas calificábamos como esperanzada buena noticia: “La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife acogerá del 5 al 8 del mes de junio próximo la tercera edición del "World Port Strategy Forum" (WPSF), encuentro internacional de transferencia de las mejores estrategias y prácticas portuarias, que organiza anualmente el Global Institute of Logistics”. Y así fue.

          La calidad del celebrado Foro de Logística Portuaria Internacional, celebrado en el Iberostar Grand Hotel Mencey, se verifica por la amplia asistencia de personas relacionadas con los puertos, inversores y operadores logísticos de todas partes del mundo. Los interesados anfitriones, aunados por la Autoridad Portuaria, constituyen una selecta representación -política, económica y empresarial- de Tenerife, para promocionar la contrastada importancia de sus puertas marítimas y aéreas.

          Mientras esto pasaba, llegaba la noticia de que la Unión Europea financiará el puerto de Granadilla con algunos millones. ¿Será verdad? Arguyendo la inmediata conclusión de las obras básicas que se están ejecutando, se avivan los argumentos para colmar el complejo portuario de Tenerife; el que arranca del macizo de Anaga y termina en la Punta del Camisón: Santa Cruz, Granadilla y Los Cristianos.

          Convencido de la magnitud insular del dispositivo portuario, hace unos años exterioricé mi posición en el libro El Sur de Tenerife. Cronografía de un paisaje; y algunas palabras el día de su presentación, en abril de 2007, que cito textualmente: “En el apartado del Polígono Industrial de Granadilla dedico una página al puerto allí proyectado, cuando era consciente de tratar una cuestión que está inmersa en la apasionada dialéctica que suscita el actual debate sobre las instalaciones portuarias de la Isla. Y hace sólo unas semanas me tranquilizó conocer la noticia de la adjudicación de las obras”. Y no se hizo.

          Sabedor de romper la objetividad que proclamaba como intención, consideraba que este proyecto, que estimo vital para la Isla, fue alentado por el periódico La Tarde, siempre fiel a su línea editorial, sin menoscabo alguno del puerto capitalino, que tiene que seguir potenciándose sin poner ningún límite artificial a su progreso.

          Es fácil entender que la autopista del Sur, ejecutada en los años setenta por iniciativa del Cabildo, es la obra más trascendente de las realizadas en Tenerife. Su construcción promovió el desdoblamiento solidario de las áreas de producción, riqueza e influencia, contribuyendo de forma unívoca al progreso equilibrado y armónico del conjunto insular. Sin mentar el puerto de Los Cristianos, que tiende un puente marítimo a La Gomera, al socaire de su hermosa bahía.

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