Presentación de una exposición de Gladys de Armas y Antonio Díaz

Pronunciada por Ana María Díaz Pérez el 31 de mayo de 2013 en el Real Club Náutico de Tenerife, con motivo de la inauguración de una exposición de Gladys de Armas y Antonio Díaz.

 

          Sr. Presidente del Real Club Náutico de Tenerife, Sres. Contertulios de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, Sras. y Sres., estimados amigos:

          Presentar a un artista es siempre muy grato, ya que valoro su inmenso trabajo, en ejecución y en tiempo, hasta que exhibe su obra. Pero presentar a los artistas que tengo a mi lado, Gladys de Armas Trujillo y Antonio Díaz Pérez, me produce una enorme satisfacción, pues si tenemos en cuenta que la pintora es una excelente amiga y el escultor es mi hermano, además de mi único hermano, un buen hermano, mis palabras, en esta ocasión, se transforman en puro sentimiento.

          Efectivamente, lo he dicho bien, se trata de artistas, porque de acuerdo con la puntualización de Gladys, el pintor pinta lo que ve, pero el artista traslada al lienzo lo que crea con su mente, de la misma forma que lo hace Antonio con los materiales apropiados para esculpir, tales como bronce, barro, etc…

          En cuanto a Gladys de Armas Trujillo, lagunera de nacimiento por circunstancias familiares fortuitas, su niñez y juventud transcurren entre Santa Cruz de Tenerife y el Nuevo Continente por razones profesionales de su padre, Jefe de Máquinas de la Marina Mercante, incluso después de contraer nupcias, muy joven, con un tinerfeño, de idéntica profesión que su suegro, volvió a tierras americanas, así que se educó en los colegios de la Asunción y de la Pureza de María de esta capital, cursando en este último secretariado internacional, estudios que había iniciado en un colegio de religiosas inglesas en Jamaica. Fruto de su matrimonio fueron tres criaturas, la primera, un niño, el cual falleció con tan sólo un mes, el segundo, otro niño, al que bautizaron con idéntico nombre que el anterior bebé, Eduardo, hoy todo un caballero muy instruido en informática, y la tercera, una niña, Susana, que se convirtió en una bella mujer y que desgraciadamente falleció sin haber cumplido la treintena. Por parte de su hijo tiene un precioso nieto de diez años, Edu, un niño estudioso y buen deportista.

          En lo que al ámbito profesional se refiere, en la actualidad es una magnífica y responsable  profesora de dibujo y pintura, a la vez que dedica parte de su tiempo a su gran pasión: su producción artística, que decidió mostrar al público desde 1987, y a partir de entonces sus creaciones han sido imparables, ciñéndose sus primeros cuadros a los clásicos bodegones, no faltando en algunos de ellos un toque canario en lo que los objetos se refiere, para a continuación sumergirse de lleno en el espacio de los sueños que arrastra hacia el surrealismo, aunque sin desviarse de la figuración, únicamente en los primeros años del presente siglo realizó una incursión en el arte abstracto, que constituyó una fugaz ráfaga creativa muy interesante. No podemos obviar que también ha realizado esculturas, pero al resultarle una tarea excesivamente fatigosa, que incluso le ocasionaba problemas de salud, alérgicos y traumatológicos, determinó apartarse de esta vertiente artística, aunque con gran desconsuelo por no poder dedicarse a la misma.

          Tras un receso de cinco años, decidió reiniciar su actividad pictórica y hace tan sólo un par de meses que nos deleitó con la muestra titulada “Nada es eterno”, que fue un gran éxito, no sólo por la gran afluencia de visitantes, sino también por la cantidad de adquisiciones en medio de la crisis económica que estamos padeciendo, lo que pone de manifiesto que  la obra de la Sra. de Armas atrae a una fiel clientela por su calidad técnica y estética compositiva. En este contexto, no quiero soslayar que, cual dama generosa, donó un porcentaje de la recaudación de cada obra a la Fundación María García-Estrada para la investigación del agresivo tipo de cáncer denominado sarcoma.

          En esta exposición, que hoy abre sus puertas, el motivo principal de la misma, en el apartado pictórico, es la importancia de la vida, simbolizada a través del huevo, bien flotando en medio del Atlántico, suspendido en una especie arbórea, e incluso mostrando sus fases  evolutivas hasta romperse la cáscara, a través de las construcciones que albergan a la población que habita en ellas, siendo una constante en muchos de sus soportes, tales como  tabla y fundamentalmente lienzo, el agua del océano que nos rodea. Estas afirmaciones vienen avaladas por algunos de los títulos de sus pinturas, sirvan de paradigmas,  Proceso I, Proceso II y  Proceso III, El árbol de la vida, La Isla de la vida, La población aumenta, La ciudad desértica, La vida en el mar, Saliendo del mar,  y Homenaje a los hombres del mar, esta última ejecutada sobre tablex, en la que destapa la imagen de la patrona de los marinos, la Virgen del Carmen, rasgando el entramado del simulado tejido.

            La artista que encierra Gladys ya se ha hecho un sitio en el panorama de la plástica canaria, siendo acreedora de un extenso currículum en el que destacan premios, por citar algunos, Mención Honorífica en el III Concurso de Pintura  Óscar Domínguez de Tacoronte por su obra Túnel vacío, la selección de uno de sus conjuntos de lienzos completo para representar a nuestro Archipiélago en Italia, habiendo sido también ganadora del carnavalero cartel de Titsa del año 1993.

          Respecto a Antonio Díaz Pérez, a priori pensé que narrar su semblanza y  analizar  su obra escultórica sería tarea muy fácil por haber sido fiel testigo, mas sucedió todo lo contrario, pues supuso un gran esfuerzo para intentar no caer en la subjetividad que puede suscitar el amor fraternal, de manera que he intentado ser lo más objetiva posible.

          Antonio Díaz nace en Santa Cruz de Tenerife y realiza todos sus estudios hasta concluir el Bachillerato Elemental en el Colegio La Salle San Ildefonso de esta ciudad, en el que a lo largo de todos estos niveles educativos obtenía siempre en la asignatura de dibujo la máxima calificación establecida, finalizando su formación académica previa a la universitaria en el Colegio Bayco, en aquella época afamado centro, también privado, por su calidad docente, al superar dos asignaturas de quinto curso, sexto completo y la reválida correspondiente a este Bachillerato Superior.

          Antonio goza de una inteligencia nata, y no es que yo lo diga inducida por el sentimiento familiar, lo afirmó un maestro vocacional, D. Ramón González, que le dijo a nuestro padre, que ante cualquier explicación, y cito palabras textuales, “tu hijo lo coge todo al vuelo”. A continuación el futuro escultor estudió Arquitectura Técnica en el Primer Centro Docente de Canarias de aquel entonces, otrora Aparejadores y en estos momentos Ingenieros de la Edificación, en el caso de que prospere esta titulación.

          En la actualidad Antonio continúa felizmente casado con su esposa Mª de los Ángeles Álvarez García, estando ambos muy orgulloso de sus dos hijos, a los que dieron una educación hispano-germánica, así pues, Carlos Alberto, el mayor, atraído por las energías renovables, es Licenciado en Química por la Universidad de Munich y actualmente ejerce su profesión en Dresde, en tanto que Antonio, el pequeño, gran entusiasta de los automóviles, se halla en estos momentos en tercero de Ingeniería Industrial Mecánica en nuestra ULL, después de haber iniciado estos estudios en Alemania, los cuales no concluyó allí, porque dice sentirse muy a gusto en nuestra tierra.

          Nuestro protagonista en estos momentos ejerció como Arquitecto Técnico durante una década, luego ingresó en la Enseñanza Secundaria, primero, en calidad de Profesor Numerario de Formación Profesional en la localidad palmera de Los Llanos y posteriormente en el Instituto Politécnico de Santa Cruz de Tenerife. Más tarde, impartió sus conocimientos de Catedrático de Dibujo a los Bachilleratos del  IES Las Indias, hasta su jubilación en 2007. Asimismo, compaginó la impartición de clases con la carrera de Bellas Artes, que concluyó en1998, especializándose en escultura.

          En su etapa docente fue merecedor del Premio de Educación e Inventiva concedido por de la Consejería de Educación, al diseñar y dirigir, junto conmigo, el trabajo Exposición Itinerante: El Recuerdo del 25 de Julio en la Historia, el Arte y el Urbanismo de Santa Cruz de Tenerife  (1997) llevado a cabo por alumnos, mientras que un año antes (1996 habíamos recibido una mención honorífica por el juego didáctico Un paseo por la historia y el arte de Santa Cruz de Tenerife.

          A medida que estudiaba la carrera iba realizando esculturas, hasta el año 1999, ya que, con posterioridad, por razones laborales y la dedicación a su finca ecológica, hizo una pausa en su quehacer artístico. Hay que destacar que participó con obras en bronce en la exposición colectiva organizada por el alumnado de la asignatura de Fundición;  también colaboró en la facultad en otra colectiva, pero esta vez con obras pictóricas, sin olvidar la Bienal de 1998, celebrada en el Museo Municipal de esta urbe, en la que fue seleccionada una de las obras que dentro de unos minutos podrán observar aquí.

          Por otro lado, ejecuta en bronce un Teide sui géneris, que adquirió como emblema la compañía MAPFRE, y con una réplica del mismo, de menor tamaño, dicha empresa tiene la costumbre de premiar anualmente a una de sus sucursales, volcán que, en esta ocasión, por la premura de tiempo no ha podido exhibir, pero esperamos que en una futura muestra podamos apreciarlo.

          A la agilidad mental de Antonio Díaz se unen sus cualidades artísticas. En este sentido,  pienso que la genética juega un papel bastante importante en los campos del saber y del arte, por lo que a partir de mi humilde opinión, mi hermano tal vez heredó de nuestro padre el interés por las ciencias, de nuestra madre, el gusto por la estética y quizás, la destreza para el modelado, de nuestro abuelo materno, quien, cautivado por los barcos y el mar, solía llevar a nuestra madre de paseo hasta el muelle, prueba de ello es que uno de sus hobbies era tallar diminutos navíos, e incluso hizo un pequeño marinero.

          Las características de su obra la insertan en el Arte Contemporáneo, tomando como referencia el callao o la piedra, pues el interior de un objeto puede estar lleno o hueco, y él ha elegido esta segunda opción para reforzar el concepto del vacío, sin obviar el valor estético externo, por lo que tanto el exterior de la pieza, en la que aparecen unas ranuras que permiten al aire circular, como la oquedad interior son modelados con sumo esmero. Acompaña a las anteriores composiciones, una serie, en bronce patinado, que se aparta totalmente del Vacío, dedicada a los Petroglifos Aborígenes a la manera de colgantes  y a modo de joya, que  nos parecen de gran belleza y que tanto damas como caballeros pueden lucir en el cuello rubricados por su autor.

          Hoy Gladys y Antonio, o viceversa, han decidido aunar sus respectivas producciones con el fin de ofrecernos una variedad de artes plásticas sin movernos de un mismo recinto, pero hemos descubierto al analizar sus respectivas trayectorias que tienen en común la inclusión de la escalera en algunas de sus creaciones, elemento que sirve de unión.

          Para finalizar, deseo dar las más expresivas gracias al Real Club Náutico de Tenerife por haber acogido esta muestra, muy significativa para mí, en su Salón Noble, y que en breves instantes quedará inaugurada. No quisiera desaprovechar la ocasión que me brinda este acto cultural para mencionar a una compañera del mismo centro educativo en el que me formé académicamente, pues el pasado 31 de enero cuando se descubrió la placa, obra de Gladys de Armas, dedicada a las aguadoras que calmaron la sed de nuestros combatientes durante el ataque del británico Horacio Nelson a nuestra ciudad, a iniciativa de la Tertulia Amigos del 25 de Julio con la colaboración del Excmo Ayuntamiento capitalino y de esta Sociedad en la que nos encontramos, supe que Mercedes, hermana del actual Presidente de este Club, D. José Miguel Conejo de la Roca, y muy querida por él, hacía unos años que ya no estaba entre nosotros, noticia que me causó tristeza; Chedi, de esta manera la llamábamos en el  Colegio de la Pureza, trabajaba en el aeropuerto y varias veces coincidimos en la ida o en la vuelta de algunos de mis viajes, siendo siempre su saludo muy cálido, a pesar de que pertenecíamos a cursos diferentes. Algunas personas  pasan por este mundo desapercibidas y otras  dejan huella, en este segundo grupo incluimos a Chedi, porque fue una brillante alumna y mejor persona, de modo que guardaremos en nuestra memoria su amable actitud impregnada de su dulce sonrisa. Para ti, Chedi, mi cariñoso y emocionado recuerdo.

          No obstante, el alma mater de la realización de todas las gestiones para que esta  actividad cultural pudiese llevarse a cabo en este Club de tanta solera deportiva, que acoge también eventos como el que ahora les presentamos, ha sido su Vicepresidente, D. Matías Carvajal, un caballero de talante afable y simpático, que sabe combinar al unísono un complejo binomio, el de la  proximidad y el respeto hacia sus congéneres, así pues, en nombre de Gladys y de Antonio, así como en el mío propio, nuestro más sincero agradecimiento público por sus eficientes diligencias  y por su inmejorable trato. Por último, manifestamos nuestra gratitud a todos los aquí presentes por asistir a la inauguración de esta exposición Itinerante, una combinación de pintura y escultura, que nos ofrecen Gladys y Antonio, esperando que sea de su completo agrado.

  

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