Carta abierta a Imeldo Serís, Marqués de Villasegura

 
Por Antonio Salgado Pérez  (Publicado en El Día el 23 de septiembre de 2015).
 
Su edificio se está cayendo a pedazos……
 
E. comercio - 2 Custom
 
Imeldo Serís
 
 
          Distinguido señor: este espacio, durante varios años, ha venido ocupándose de todo lo concerniente a lo que afecta a las ramas contables, asesorías fiscales, auditorías, etc. Nuestra entidad, el Ilustre Colegio Oficial de Titulados Mercantiles y Empresariales de Santa Cruz de Tenerife (Cotime) , que preside Francisco Purriños Carrasco, está integrado por peritos y profesores mercantiles; diplomados en Ciencias Empresariales; licenciados en Administración y Dirección de Empresas y en Ciencias Empresariales; además cuenta con la primera promoción grados Bolonia de España, en Dirección y Creación de Empresas. 
 
          Tras este prólogo, señor Serís, tenemos que manifestarle que en épocas recientes y desde estas  mismas columnas, y por motivos que luego le explicaremos, hemos recordado a los numerosos lectores de este periódico que usted, Imeldo Serís- Granier y Blanco, nació en Santa Cruz de Tenerife el 29 de agosto de 1848 y que fue teniente de navío, senador del Reino y diputado a Cortes por la provincia de Canarias y el distrito de Santa Cruz; y que llegó a alcanzar importantes puestos en la Corte de la Reina Isabel II, que vinieron aparejados con su nombramiento como VI Marqués de Villasegura. 
 
          También hemos recordado que usted falleció en Madrid el 16 de noviembre de 1904; y que en su testamento hizo constar, entre otras, las siguientes cláusulas: "lego cien mil pesetas para que se construya un edificio denominado Instituto Benéfico o de Caridad o de Enseñanza de Imeldo Serís; y cincuenta mil pesetas para mobiliario de dicho edificio, que se construirá en Santa Cruz de Tenerife. Es mi voluntad también que en este edificio ondee siempre la bandera española...” 
 
          Ahora tenemos que confesarle que, en efecto, y para que permanezca más tranquilo en el Más Allá, sigue ondeando la bandera española, según su deseo, en el magnífico edificio que tan generosamente donó a la ciudad que le vio nacer. Pero también tenemos que confesarle, con lógica amargura, que esta obra enclavada en la Avenida Veinticinco de Julio de esta capital, y que durante muchos años fue sede de nuestra entrañable Escuela de Comercio, está en la actualidad cayéndose a pedazos. Además hemos recordado que su legado igualmente conocido por "Edificio Villasegura" está considerado desde 2004 como Bien de Interés Cultural (BIC). Y que fue obra de su albacea testamentaria e íntimo amigo, el arquitecto Manuel de Cámara y Cruz (1848-1921).
 
E.Comercio- 1 Custom
 
Edificio Villasegura
 
 
           Sr. Serís, recientemente expertos en temas urbanísticos, históricos y patrimoniales, como el arquitecto Sebastián Matías Delgado y el cronista oficial de la ciudad, Luis Cola Benítez, entre  otros, afirmaban que la citada mansión de Villasegura, junto al Palacio de Carta, ubicado en la plaza de La Candelaria y la Gran Logia Masónica de Añaza-también obra del aludido Manuel de Cámara y Cruz-, localizada en la calle san Lucas, son los tres edificios más emblemáticos que, en la actualidad, atesora Santa Cruz, a pesar de encontrarse esta trilogía arquitectónica en momentos muy críticos. 
 
          Hace unos días, y en estas mismas columnas, Enrique Martín Braun, con su habitual agudeza, decía, entre otras cosas que "difícil es admitir por qué se ha llegado al grado de deterioro que soporta la antigua Escuela de Comercio, hasta el punto de que se han tomado medidas chapuceras para evitar desprendimientos con redes de seguridad, apuntalamientos y vallado descompuesto. Nuestra bienamada Gerencia de Urbanismo permitió un desafortunado añadido en la última planta, seguramente con el plácet del Colegio de Arquitectos..." 
 
          Por último, señor Serís, añadirle que su comprobada generosidad no ha tenido el eco que merecía la dignidad de su mecenazgo en lo que ahora, en estos momentos, compete a nuestra gestoría municipal en Defensa del Patrimonio. Es cruel decirlo, pero a usted se le ha olvidado en su propia ciudad natal, pues si bien se mantiene su ínclito nombre en una calle céntrica de Santa Cruz, en el edificio que donó, en aquella que fue magnífica Escuela de Comercio, ha desaparecido su busto del hastial; y en su bello mausoleo del cementerio de San Rafael y San Roque de Santa Cruz, no reposan sus restos porque fueron trasladados al camposanto de Santa Lastenia, aunque su nombre no figura en la lápida de los hombres ilustres que descansan eternamente en el Panteón noble de aquel lugar, según averiguaciones del joven y competente historiador tinerfeño Daniel García Pulido. 
 
- - - - - - - - - - - - - - - - - - -